Avanza la inversión temática y alternativa en banca privada
Expectantes a los cambios tributarios, las entidades han dejado de contar con sicavs para los grandes patrimonios
Poco se parece la gestión del dinero de los grandes patrimonios actualmente de la de hace solo unos años. Las carteras de los clientes se han amoldado a las circunstancias y últimamente los cambios tributarios barajados por el actual Gobierno han tenido una incidencia clara. A esto hay que sumar la pandemia, que ha obligado a las entidades a adaptar sus formas de trabajar. De esta manera, ante los cambios que se avecinan las grandes fortunas han dejado de lado las sicavs (sociedades de inversión de capital variable) para apostar por sociedades radicadas fuera de nuestro país y dar más protagonismo a los fondos de inversión.
“El coronavirus ha puesto una vez más de manifiesto la importancia de la figura del banquero privado como director patrimonial del cliente. Igual que un empresario confía en sus ejecutivos, en momentos tan complicados y volátiles como puede ser una pandemia la relación de confianza banquero-cliente es esencial, no solo técnicamente, sino también emocionalmente”, opina Juan Carlos Solano, de Andbank España.
En cuanto a la manera de trabajar, durante 2020 “se ha producido un cambio de paradigma en la forma de relacionarse con el cliente”, resumen en Santander Banca Privada. Además del contacto físico, se ha aumentado de forma exponencial la relación digital con los clientes, a través de videoconferencias, webcasts, la web, el móvil y otras aplicaciones remotas que mantienen la vinculación. En general, las entidades valoran positivamente estas nuevas vías de comunicación y creen que se seguirán usando.
Son menos positivos los comentarios respecto a los cambios tributarios aplicados o en marcha. “Los inversores privados buscan estabilidad en los vehículos de inversión y los constantes rumores sobre cambios regulatorios y fiscales han provocado que el número de sicavs activas haya disminuido significativamente en los últimos años. Creemos, además, que esta tendencia, lejos de reducirse, se va a acelerar en 2021”, advierten en A&G.
A fecha de hoy, los clientes se mantienen a la espera de que la normativa se concrete y apruebe definitivamente para tomar sus decisiones en base a las alternativas que existan. “Por lo que conocemos hasta ahora, el periodo transitorio que está sobre la mesa va a permitir a los clientes tener tiempo de estudiar detenidamente las posibles alternativas y decidir qué es lo que más se adecúa a su caso concreto”, añade Yolanda Cerrato, directora de Bankinter Banca Privada.
Fondos para diversificar
“Los activos más recurrentes siempre han sido aquellos que permiten una buena diversificación de las carteras, unido a una buena fiscalidad. Estos requisitos hacen que los fondos de inversión hayan ido ganado peso en los últimos años”, indica Marta Alonso, directora corporativa de Bankia Banca Privada. Pero, sobre todo, lo que ha ido ganado adeptos en los últimos tiempos ha sido la gestión de carteras, añade, “ya que es importante poder combinar, por un lado, el conocimiento fiscal de elegir los mejores productos o estrategias, con la agilidad y profesionalidad que ofrece este servicio, por otro”.
Además, han visto un alza de la demanda de productos alternativos, y también ha sido un año de mayor rotación de carteras y de cambio en la asignación de activos hacia nuevas temáticas, como los fondos de megatendencias, que han tenido resultados por encima del 20% en 2020.
Predominio de la gestión activa
“La oferta de productos no varía por los tiempos que estamos viviendo, lo que sí cambia es la forma de relacionarnos con los clientes”, afirma Gonzalo Nebreda, director de Renta 4 Banca Privada, en referencia al uso de plataformas de videollamada, que se han convertido en vías habituales de comunicación.
En general, los clientes de la entidad siguen apreciando las ventajas de la gestión activa en el estilo de carteras que eligen, pero para un pequeño porcentaje de los clientes de banca privada “sí vemos mayor interés en gestión pasiva”, señala.
En cuanto a la aparición de nuevos competidores, cree que la ventaja fundamental que ofrece la banca privada es el asesoramiento personalizado. “En un entorno cambiante, tener siempre la opinión del banquero privado aporta valor añadido, frente a otras fórmulas más estandarizadas en las que el cliente es un perfil”.
Incremento de los costes fiscales
En A&G Banca Privada denuncian que los cambios fiscales están tocando la moral a un inversor que vive un panorama complicado, al que ahora se añade un significativo incremento de los costes fiscales; elevación del gravamen sobre las rentas altas, tipos confiscatorios sobre el patrimonio, castigo a vehículos de inversión, etc., cuando en nuestro entorno se legisla en sentido contrario”.
En este contexto, ha crecido el interés por implementar soluciones de inversión, “contando con las herramientas que legítimamente ofrecen nuestros vecinos y socios europeos, principalmente Luxemburgo”, y, en su opinión, el éxito del teletrabajo sumado “a un brutal incremento de la tributación” por el impuesto sobre el patrimonio y el elevado gravamen sobre las rentas altas da como resultado un previsible éxito en la campaña de exportación de contribuyentes”.
Gestionar las emociones
Juan Carlos Solano, director del segmento de clientes que disponen de un patrimonio para invertir de más de cinco millones de euros de Andbank España, defiende que en banca privada el factor humano profesionaliza y personaliza el servicio ayudando a gestionar las emociones de los clientes, “emociones que algunas veces pueden llevar a la toma de decisiones irracionales y erróneas, como por ejemplo las ventas masivas a principios de marzo de 2020 movidos por el miedo a seguir perdiendo, que han supuesto la consolidación de pérdidas y el no poder beneficiarse de la recuperación de los mercados que comenzó unas pocas semanas después”.
En tipo de producto, el Covid ha favorecido las megatendencias, especialmente las ligadas a la inversión socialmente responsable, “por el alza en el nivel de preocupación por la salud y el medioambiente, y la tecnología, por el impulso en la demanda de productos y servicios digitales”.
Tasa Tobin y subida de tipos al 26%
En cuanto al uso de sicavs, Yolanda Cerrato, directora de Bankinter Banca Privada, cree que los clientes se mantienen a la espera de que la nueva normativa se concrete y apruebe definitivamente para tomar sus decisiones, pero admite la incertidumbre que genera cualquier cambio de tipo tributario. En concreto, considera que el establecimiento de la tasa Tobin, por ejemplo, “afectará en cierta medida a la operativa a seguir por los clientes en renta variable”, y la reducción financiero-fiscal del importe de las aportaciones individuales a realizar a planes de pensiones “minorará el uso de estos”.
Y también advierte de que la subida de tipos de gravamen de la base imponible del ahorro del IRPF (tipo del 26% para rentas que superen los 300.000 euros anuales) “hace que nuestros clientes pongan el foco a la hora de analizar la forma y el momento de generar sus rentas del ahorro”.
Sicavs y carteras perfiladas
Las sicavs siguen dentro de la propuesta de valor de Banca Privada BBVA para los grandes patrimonios, al ser una de las entidades líderes, con más de 2.600 millones de euros bajo gestión a cierre de 2020. Y aseguran que ya están trabajando para tener en cuenta en su propuesta todos los cambios regulatorios que parece que pueden aprobarse este 2021.
Además, ofrecen varios tipos de carteras con diferentes perfiles de riesgo. “Buscamos la diversificación por estilos de inversión, sectores, áreas geográficas, tipo de activo, por gestoras, divisas...”, explican.
Asimismo, en 2020 lanzaron una propuesta basada en megatendencias con la que captar el valor “de los sectores que son y seguirán siendo en el futuro los grandes motores del crecimiento, como la sostenibilidad, la disrupción tecnológica, los cambios demográficos y sociales, las nuevas formas de consumir y estilos de vida”.
Mayor exposición a valores cíclicos
Para los expertos de CaixaBank Banca Privada, los objetivos siguen siendo los mismos: preservación patrimonial, diversificación y construcción de carteras que puedan responder positivamente a los posibles escenarios de riesgo. “El mayor desafío es sortear el escenario de tipos y evitar las trampas de valoración. En este contexto, los activos alternativos cobran especial protagonismo”, explican.
Y aunque el peso en alternativos sigue aumentando significativamente, la renta variable es el activo con más presencia, y lo seguirá siendo. “Las carteras están girando hacia una mayor exposición a activos cíclicos y, por tanto, hacia Europa y mercados emergentes”.
Aunque para ellos las sicavs hace tiempo que no son una alternativa, opinan que, con carácter general, “condicionar las decisiones de inversión a aspectos fiscales no suele ser una buena idea”.
Incertidumbres tributarias
En SabadellUrquijo Banca Privada observan que el tipo de activos más recurrentes siguen siendo los habituales desde hace años, es decir, activos de renta fija (“especialmente, corporativa y high yield”); renta variable (“tanto de sectores de crecimiento como de sectores cíclicos que se habían quedado muy rezagados en 2020 como consecuencia de la pandemia”); gestión alternativa (“que permite diversificar los riesgos anteriores en el mundo actual de tipos cero”), como private equity, fondos de infraestructuras, socimis, etcétera, y el capital riesgo.
En referencia a las novedades tributarias, añaden que las incertidumbres no son buenas para ningún sector, y en el financiero, debido a la sensibilidad de los clientes, tampoco lo son. Por tanto, “siempre que hay rumores de cambios se paraliza temporalmente la toma de decisiones hasta que se aclara la situación”.
Interés por las megatendencias
En Santander Banca Privada están ofreciendo a los grandes patrimonios fondos temáticos, private equity, venture capital, private debt, real estate, energías renovables “para un perfil de riesgo elevado” o estrategias de crédito y productos estructurados “para un perfil conservador”. Resaltan que en los últimos meses han percibido un mayor interés hacia los instrumentos temáticos que invierten en sectores como la tecnología, la salud o el cambio climático.
En cuanto a las sicavs, “son un instrumento con interés decreciente entre los clientes, dada la incertidumbre existente por posibles cambios en su régimen tributario”.En la entidad tienen claro que los clientes buscan optimizar su rentabilidad financiero-fiscal, “basada en una estrategia de inversión acorde a su perfil de riesgo y en el diferimiento en la tributación. Para ello, los fondos de inversión siguen siendo una muy buena alternativa”.
‘Private equity’ y capital riesgo
Los fondos de inversión son los activos mayoritarios en cartera de los clientes de Tressis por sus interesantes ventajas, incluida la favorable fiscalidad en el caso de traspasos entre fondos. Ahora bien, “en los últimos años se están abriendo paso las inversiones financieras alternativas a las tradicionales, por lo que es muy habitual encontrarnos fondos o sociedades de capital riesgo en carteras de los clientes”, apunta Carmelo Lázaro, director de grandes patrimonios de Tressis.
Cree que en el actual escenario “lo más importante es cuidar al máximo la diversificación, teniendo en cuenta el patrimonio global de los clientes, contemplando todo tipo de activos, incluidas las inversiones alternativas basadas en capital privado, deuda e inmobiliario, siempre pensando de forma global”. En cuanto a las sicavs, “hace tiempo que han caído en desuso por la gran incertidumbre regulatoria que hay alrededor”.