El Nikkei toca máximos de tres décadas en medio de la espiral alcista de Asia
La Bolsa japonesa supera los 26.000 puntos, niveles récord desde 1991. La política fiscal y monetaria, entre las razones que explican el repunte
Mientras los mercados europeos se aferran a las vacunas contra el Covid-19 para reducir las caídas de 2020, el panorama en Asia es diferente y se acerca a los hitos de Wall Street. Destaca el CSI 300 de China continental, con un repunte del 20%, pero el Nikkei 225, principal índice de la Bolsa japonesa, gana protagonismo por su desempeño a largo plazo: está en niveles de hace tres décadas tras sumar un 9% en el año. Al conocerse la semana pasada el PIB del tercer trimestre, el selectivo superó los 26.000 puntos, una cota que no tocaba desde 1991, cerca de sus máximos de la burbuja financiera e inmobiliaria nipona a finales de los 80.
La economía japonesa creció un 5% en el tercer trimestre, tras una caída del 8,2% entre abril y junio. Aunque el hito bursátil se alcanzó tras conocerse este dato, Rui da Mota, consultor del área de Análisis Económico y de Mercados de Afi, explica que, en comparación con otros países y teniendo en cuenta el desplome previo, “el PIB fue bueno, pero no tanto como se podía esperar” y, por tanto, no es el causante del alza bursátil. Alicia García Herrero, economista jefe de Asia-Pacífico en Natixis, apunta a otros dos factores: una mejora de las exportaciones –cuyo principal destino es Asia y EE UU, mercados menos afectados por la pandemia a nivel económico– y las actuaciones del banco central, que “cuenta con mucha liquidez y al no tener casi espacio para comprar bonos adquiere Bolsa desde hace tiempo”.
También ha sido clave la política fiscal del Gobierno nipón. A principios de año presentó dos paquetes de estímulo por 1.860 millones de euros y se espera que a finales de año presente un tercero que rondaría los 56.900 millones de euros que sobran de un fondo de 81.300 millones reservado para combatir la pandemia. Esta ayuda económica dará impulso a la economía, de forma que en el cuarto trimestre de 2020 se producirá “el pico de la diferencia de crecimiento entre Europa y Asia” y crecerá la inversión en las Bolsas asiáticas, explica García Herrero.
Esta llegada de inversores extranjeros –como Warren Buffett, que ha empezado a invertir en bancos japoneses– también se debe al cambio de visión de la política de retribución al accionista en los últimos años. Las empresas del país han comenzado a poner en el centro a sus inversores. Este cambio estructural, sumado al recorte actual de dividendos producido en Europa, ha hecho ganar aún más atractivo al mercado nipón.
No obstante, no todo son buenas noticias para Japón: desde Nomura destacan el riesgo de la apreciación del yen, que acumula un alza del 4,7% frente al dólar en el año, y que podría continuar debido a su carácter de activo refugio. Es una moneda atractiva frente a los temores de una mayor desaceleración de la economía global y a una nueva bajada de tipos en otros países. La eventual subida perjudicaría las exportaciones japonesas.