Botín propondrá a la junta aprobar dos dividendos por 3.300 millones
Prevé un reparto de 0,10 euros en efectivo por acción en 2021, además, propone un ‘scrip’ de 0,10 euros por título como pago de 2019
Banco Santander llevará a la próxima junta de accionistas la aprobación de dos dividendos de 0,10 euros por acción, que equivalen a unos 3.300 millones de euros, la mitad en metálico y la otra mitad en scrip (a elegir entre metálico y acciones). Esos 0,20 euros suponen una rentabilidad por dividendo de más del 12% con respecto a la cotización actual, pero están condicionados a los resultados, la solvencia y el permiso del Banco Central Europeo.
El pasado 2 de abril Banco Santander tuvo que anunciar la supresión de un punto del día muy importante para el grupo en la junta de accionistas que se iba a celebrar un día después. La supresión del texto sobre la aprobación del dividendo.
Tras la comunicación el 23 de marzo de que cancelaba el dividendo a cuenta con cargo al presente ejercicio y de posponer cualquier decisión sobre los dividendos con cargo a 2020 hasta que hubiese mayor claridad sobre la crisis del coronavirus, unas horas antes de la junta tuvo que anunciar que también suspendía el dividendo complementario. Era el segundo a cargo de 2019, que la entidad tenía previsto abonar en mayo.
La razón era la recomendación del BCE de que ningún banco europeo abonase dividendos con cargo a los resultados de 2019 o 2020 hasta octubre, veto ampliado luego hasta el 1 de enero próximo. El objetivo era que todos los bancos reforzaran su capital ante las incertidumbres de la pandemia, con un desplome de la economía y una previsible fuerte subida de la morosidad.
Pero la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, confiaba en que esa limitación fuera solo un retraso en el pago. Por ello, desde el primer momento reservó fondos para el abono de los dividendos.
El consejo de administración del banco celebrado ayer aprobó convocar junta de accionistas para el próximo 27 de octubre para proponer el abono en 2021 de 0,10 euros por acción en metálico con cargo a la reserva por prima de emisión y condicionado a que las recomendaciones del BCE lo permitan y se obtenga su autorización.
La idea del BCE es comunicar su decisión sobre el levantamiento o no del veto a los dividendos en el cuarto trimestre de este año. Algunos miembros del consejo del supervisor consideran que mantener la prohibición será más perjudicial. Los bancos, por su parte, han criticado el veto, no solo porque consideran que les perjudica ante el posible interés de los inversores, sino también porque se sienten discriminados frente a otros sectores, que no sufren estas restricciones.
La decisión de Santander, no obstante, también está condicionada a que tras el pago del dividendo en efectivo mantenga su ratio de capital de máxima calidad CET 1 dentro de su objetivo del 11%-12% o por encima, y a que el pago no exceda el 50% del beneficio ordinario (underlying) consolidado.
Además, y como ya anunció en julio, someterá a la junta un scrip dividend a pagar en metálico o con nuevas acciones equivalente a 0,10 euros por acción como remuneración complementaria de 2019 y que se pagaría este año.
El pago del dividendo en efectivo que se propondrá en la junta extraordinaria sumará un desembolso de 1.660 millones de euros, que si se suma al scrip dividend, implica llevar a la junta dividendos por una suma de 3.300 millones de euros.
“En lo que se refiere al dividendo correspondiente a 2020, y a la vista de la mayor visibilidad sobre la crisis, la fortaleza del capital y la evolución de los resultados ordinarios del semestre, el banco ya mostró el 29 de julio su intención de aplicar una política de retribución 100% en efectivo, sujeto a la recomendación y a las aprobaciones regulatorias y tan pronto como las condiciones de mercado se normalizaran. Por eso reservó seis puntos de capital CET1 hasta junio, manteniendo su objetivo del 11%-12% y situando la ratio ya en el 11,84% en el segundo trimestre”, explicó ayer Santander.
El consejo considera que la propuesta de pago en metálico con cargo a la prima de emisión es coherente con el propósito de abonar a los accionistas entre un 40% y un 50% del beneficio ordinario consolidado y de hacerlo en efectivo, siempre y cuando no exista una normativa o recomendación regulatoria que desaconseje su reparto en la fecha de pago, prevista en 2021.
Asume el pago a los accionistas pese a las pérdidas contables
Nuevo consejero. El orden del día de la junta incluye también el nombramiento del estadounidense Ramón Martín Chávez Márquez como consejero, conforme a lo anunciado el 30 de junio, para cubrir la vacante que deja Esther Giménez-Salinas.
Números rojos. La entidad que preside Ana Botín comunica el previsible pago de dividendo pese a que el banco asumió en el primer semestre del presente ejercicio unas pérdidas contables históricas de 10.798 millones de euros tras realizar un saneamiento integral de su balance. El banco reconoció entonces que cerraría el ejercicio en números rojos, aunque el beneficio ordinario (con el que abonará el dividendo) será positivo una vez que ya ha realizado fuertes provisiones a causa de la crisis del Covid.
Rentabilidad. Los dividendos que se someten a la aprobación de la junta son de 0,20 euros, una cifra que representa una rentabilidad del 12,6% con respecto a la cotización de cierre de ayer de Santander, de 1,59 euros por acción, tras una caída del 6,2%. Eso sí, los dividendos están condicionados.