Los hoteleros medianos y pequeños ultiman la venta de activos para sortear la crisis
Los expertos prevén la irrupción de fondos en busca de compras con descuentos. Baleares, Málaga o Barcelona, las más afectadas.
Las grandes cadenas hoteleras en España, como Meliá, RIU, Barceló, NH o Iberostar, han sufrido en sus cuentas el impacto de seis meses con la facturación en mínimos. Las dos empresas cotizadas (Meliá y NH) presentaron en el segundo trimestre los peores resultados de su historia, con pérdidas de 359 y 218 millones, respectivamente, en el primer semestre del año. Los ERTE (en el que las grandes cadenas tienen a más de 30.000 empleados), los avales del ICO y las moratorias de las hipotecas les han insuflado oxígeno para aguantar al menos hasta la primavera de 2021, a la espera de que el coronavirus remita o se encuentre una vacuna efectiva.
Un escenario radicalmente diferente al de las cadenas medianas y pequeñas, que se han encontrado un escenario de ingresos cero unido al cierre del mercado bancario que les va a obligar a vender activos para ganar liquidez. Albert Grau, socio codirector de la división hotelera de Cushman & Wakefield, apunta a que la falta de liquidez va a afectar a los grupos pequeños que habían confiado en hacer un verano razonable y salvar los muebles. “Ahora están en una segunda ronda de renegociar tarifas e hipotecas porque no lo habían contemplado en su plan de negocio. Si no lo logran tendrán que apostar por vender activos y ahí los que tienen las de ganar son los fondos de inversión”
Barcelona y Málaga
En su opinión, las zonas más afectadas son aquellas que tienen una fuerte dependencia del turismo extranjero, como Barcelona y Málaga, y que además cuentan con un importante componente de ocio. “Otro destino afectado es Torremolinos, en la que ya ha habido hoteles que optaron por no abrir en plena temporada alta”. El impacto, sin embargo, ha sido generalizado y se ha cebado especialmente con Baleares, muy dependiente del turismo alemán y que ha visto como el plan piloto de establecer un corredor turístico entre ambos destinos para garantizar la temporada alta ha fracasado por la mala situación epidemiológica del archipiélago. “Es la primera vez en la historia que los hoteleros mallorquines han perdido dinero”, resalta Miguel Vázquez, director general de Hoteles en Colliers International Spain, que destaca que los mensajes de la banca se han modulado en función del tamaño del solicitante. “Ahora los mensajes de la banca son diferentes si el demandante de crédito es una gran firma o una mediana. A los grandes que no han dado problemas les está dando créditos con entre 18 y 24 meses de carencia del principal, pero eso no va a ser suficiente y van a requerir una nueva reestructuración de deuda, con ampliación de vencimientos y con nuevo dinero, ya que la recuperación, desafortunadamente no llegará hasta 2022”.
Colliers augura que la clave para subsistir será el nivel de endeudamiento
El mensaje a los hoteleros medianos y pequeños es completamente diferente. “Aquí, la clave va a estar en el nivel de apalancamiento y en la voluntad de las empresas por asumir pérdidas en un contexto desfavorable. La gran mayoría son empresarios hechos a sí mismo, que han crecido poco a poco y cuyo tamaño les cierra el acceso al crédito bancario”.
Crédito bancario
En este contexto, Vázquez plantea como alternativa para los que necesiten liquidez acudir a fondos, que les pueden llegar a cobrar intereses del 12%, para aguantar hasta mediados de 2021. “A los que no les guste esa alternativa tendrán que optar por vender activos, pero no cualquiera. Tendrá que ser la joya de la corona, porque el mercado está muy parado, pese a que hay mucha liquidez. La clave está en que la brecha entre lo que espera el comprador y lo que espera el vendedor ha seguido creciendo”.
Cushman & Wakefield descarta una bajada de precios en el corto plazo
Lo que sí descarta el director general de Hoteles de Colliers International es fusiones entre medianas y pequeñas, algo que sí se producirá entre las grandes. Un ejemplo es la negociación entre Globalia, dueña de la cadena de hoteles Be Live y Bluebay Hotels para fusionar sus estructuras y crear un gigante de 100 hoteles y 21.000 habitaciones en 15 países diferentes, confirmada por ambas compañías. “Esa integración sí que podría tener sentido. Ahí veo más claro que pueden cambiar activos, que cuentan con carteras complementarias y que pueden unir fuerzas, diversificar riesgos y ajustar costes de estructura. No ocurre lo mismo entre las más pequeñas.”, recalca Vázquez, que pone como ejemplo a las hoteleras baleares.“Las 35 compañías de Mallorca que tienen en su catálogo entre 3 y 22 hoteles son propiedad de una sola persona, que tradicionalmente casa con el perfil de un empresario hecho a si mismo, que no parece claro que esté dispuesto a compartir responsabilidad con el vecino”.
En ese contexto, Grau descarta que se desplomen los precios. “No hay demanda. Hacer una oferta temeraria y ser agresivo para quitárselo al del lado no parece lo más apropiado”.
Operaciones cerradas y negociaciones
Vista Alegre. Hace dos semanas se cerró la venta del apartahotel Vista Alegre, en Cala Mendia (Manacor) por tres millones de euros a Sineu Inversiones. En la operación intervino Altamira Asset Management, gestora financiera e inmobiliaria de la compañía italiana doValue, participada por el Banco Santander. La compra del inmueble, con 42 habitaciones, es calificada por los expertos como razonable y a precios de mercado.
Roc Hotels. Una de las cadenas que sopesa vender activos para ganar liquidez es Roc Hotels, que cuenta con 14 establecimientos en Baleares, de los que 7 se encuentran en Mallorca. La firma ha obtenido un crédito con aval del ICO por 20 millones de euros, que tendrá que empezar a devolver a mediados de 2021, por lo que opción de vender un activo sería la más rápida para ganar liquidez.
Galicia. Ante el frenazo del turismo, la práctica totalidad de empresarios de esa autonomía que regentaban hoteles de una y dos estrellas y hostales han optado por ponerlos a la venta para evitar más quebraderos de cabeza. La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) calcula que en torno a 145 hoteles y hostales, un 8% del total, han optado por poner el cartel de “se vende”. Fegein destaca que en general son particulares cuya principal actividad no está relacionada con el alojamiento.