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América Latina impulsa la electromovilidad con incentivos fiscales

Colombia, México y Ecuador eximen de impuestos a estos coches Argentina, Brasil y Uruguay no cobran aranceles a la importación

Instrumentos fiscales para promocionar el coche eléctrico en Latinoamérica
Alejandro Meraviglia

La automoción española acaba de recibir de los contribuyentes un cheque de 3.750 millones para superar el bache del Covid. Pero, a largo plazo, las buenas relaciones pueden resultar más útiles que el dinero. Las de Aedive con América Latina, por ejemplo.

La asociación empresarial que aglutina a toda la cadena de valor del vehículo eléctrico, desde fabricantes a gestores de carga, firmó recientemente un acuerdo de colaboración con Latam Mobility, una comunidad de ejecutivos que promueve la electromovilidad al otro lado del Atlántico. 

La alianza tiene el fin evidente de acelerar el desarrollo de esta tecnología en la región, aunque también representa una oportunidad para que las compañías españolas del sector ganen presencia en un mercado “en franco desarrollo y en el que se prevé una eclosión extraordinaria en los próximos años”, explica Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive.

“La cuota del coche eléctrico en América Latina es mínima aún”, admite desde Ciudad de Panamá Rebeca González, cofundadora de Latam Mobility. “Ningún país llega al 0,5% del total de ventas anuales, cuando en China y otros mercados ya suponen el 5% o más. Sin embargo, las metas de los Gobiernos y el menor coste de las baterías de litio –en la última década han bajado en un 89%, según BloombergNEF– va a permitir su despegue”, sostiene.

La cuota de esta tecnología en la región es mínima aún: en ningún país llega al 0,5%

“La cifra de matriculaciones es todavía muy insignificante”, coincide Pérez de Lucía. “Entre 2016 y 2019 se registraron más de 6.000 automóviles eléctricos. Pero se prevé que las ventas de vehículos en la región se triplique para 2050, por lo que las Administraciones quieren trabajar para cambiar el paradigma”, sostiene.

González precisa que solo entre 2018 y 2019 las ventas de turismos eléctricos en Latinoamérica aumentaron un 59%, con 5.642 unidades (entre puros e híbridos enchufables). “El crecimiento ha sido relativo si lo comparamos con el registrado a nivel mundial, que sobrepasó los 2,1 millones. México y Colombia lideran este segmento en la zona con 1.644 y 1.362 unidades matriculadas en 2019, respectivamente, muy por delante de República Dominicana (740), Chile (606), Costa Rica (513) y Brasil (604)”, detalla.

Sin embargo, el director general de Aedive recuerda que el transporte genera el 20% de las emisiones de CO2 en la región, por lo que su descarbonización es clave para frenar el cambio climático. En ese sentido, asegura que el Covid, lejos de suponer un retroceso, ha provocado un impulso hacia adelante en la necesidad de avanzar en este proceso. “La transición hacia la movilidad eléctrica puede ayudar a los países a cumplir el Acuerdo de París, mientras se crean nuevos empleos verdes como parte de la recuperación pos-Covid-19”, afirma.

González corrobora que muchas ciudades han empezando a rediseñarse para dejar más espacio al transporte público pero también a bicicletas y escúteres eléctricos. “Desde que comenzó la pandemia, el número de consultas que recibimos sobre electromovilidad ha crecido más de un 600%”, indica.

Un autobús eléctrico circula por las calles de Medellín.
Un autobús eléctrico circula por las calles de Medellín.Latam Mobility

Ciertamente, donde Aedive ve más oportunidades de mejora es en la electrificación del transporte público, ya que en la zona circulan un millón de autobuses y su uso per cápita es el más grande del mundo, con una media de antigüedad de entre 10 y 15 años. “Chile, Colombia, Ecuador y Brasil van adelante en la incorporación de eléctricos a su flota de autobuses”, refiere.

Desde Bogotá, Álvaro Villasante, asesor estratégico de Latam Mobility, destaca al respecto que América Latina ha sido pionera en la implementación de transporte público electrificado. "Grandes capitales como Santiago de Chile o Bogotá tienen planes para transformar sus sistemas masivos de transporte con la incorporación de buses eléctricos a su flota. El ayuntamiento de la capital colombiana, por ejemplo, ya ha contratado la compra de alrededor de 500 buses eléctricos que ahorrarán a la atmósfera casi 8,2 toneladas de partículas al año", señala.

Resalta también que la región ha sido muy activa en la implementación de micromovilidad eléctrica (escúteres y bicis), a través de iniciativas privadas en alianza con los gobiernos locales. "En ciudades como Bogotá, el uso de la bicicleta o las patinetas eléctricas ha experimentado un crecimiento exponencial y el grado de concienciación ciudadana es muy elevado. Todos y cada uno de nosotros somos agentes de cambio", apunta.

Si bien no hay ayudas directas a la compra como en España, un reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) muestra progresos en incentivos fiscales. Colombia, México, Ecuador, Costa Rica y Paraguay han eximido a estos vehículos del pago del impuesto de matriculación. Estos mismos países y otros cinco (Antigua y Barbuda, Argentina, Brasil, República Dominicana y Uruguay) han eliminado el arancel a su importación.

"Un buen número de países se encuentran ensayando algún sistema de incentivos como exenciones arancelarias, de IVA u otros impuestos internos. Asimismo, se ha empezado a analizar desde la agenda pública de muchos ayuntamientos la introducción de taxis y buses eléctricos", comenta Pérez de Lucía.

Empresas líderes

En cuanto a las empresas que lideran esta tecnología en la región, desde Aedive destacan que EDP y BMW han inaugurado en Brasil el mayor corredor de vehículos eléctricos de América Latina, conectando São Paulo con Río de Janeiro, mientras que Enel trabaja en la primera ruta eléctrica nacional que unirá Chile desde Arica hasta Punta Arenas por medio de la instalación de 1.200 puntos de carga públicos.

El proyecto del grupo italiano permitirá a los conductores chilenos de vehículos enchufables recorrer más de 5.000 kilómetros de norte a sur sin miedo a quedarse tirado en la carretera por falta de energía.

Fabricantes españoles de motocicletas y ciclomotores como Nuuk también están abriendo mercado en la región. La empresa de origen vasco ya ha suministrado una flota de vehículos a Correos de Costa Rica.

Instrumentos de promoción

Tarifas bajas. Además de los incentivos fiscales, el estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) ha identificado en la región otros instrumentos de promoción, como las tarifas eléctricas diferenciadas en Chile, Costa Rica, Ecuador y México.

Pico y placa. Los coches eléctricos tienen libertad total para circular en horas punta en Chile, Costa Rica, Colombia y México, donde se intenta reducir los atascos limitando el tráfico de ciertos vehículos de acuerdo con el último número de la matrícula. Esta medida se conoce en algunos países de la región, principalmente Colombia, como pico y placa.

Peajes. Los enchufables también están exentos del pago de peajes en autopistas de Colombia, Costa Rica y Ecuador.

Barreras. Desde Ciudad de México, Jorge Suárez, asesor de Latam Mobility, señala que la incertidumbre regulatoria, la falta de mayores estímulos y de una infraestructura de recarga adecuada son las principales barreras. Sin embargo, destaca que muchos países han empezado a ofrecer incentivos o a fijarse objetivos a largo plazo.

Metas. Suárez destaca el caso de Colombia, que se ha propuesto alcanzar los 600.000 automóviles eléctricos en 2030; de Chile, que prevé tener electrificado el 100% del transporte público y el 40% del privado para 2050, y de Costa Rica, que se ha puesto la meta de que el 25% de su parque automotor sea cero emisiones en 2035.

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