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Deuda

Fitch deja a Italia al borde del bono basura

La agencia de rating baja un escalón la nota hasta BBB-

EFE

Severo varapalo de Fitch a Italia. La agencia de rating ha decidido bajar un escalón la nota sobre la deuda italiana, a BBB-. La nota está solo un escalón por encima del bono basura. El euro, que cotizaba con alzas frente al dólar, ha virado a la baja con la noticia.

Fitch ha tomado la decisión que no tomó S&P el viernes pasado. La agencia de calificación responde así a las dudas sobre la capacidad de la economía italiana por asumir el varapalo económico del coronavirus.

El Gobierno de Conte ya afirmó la semana pasada que esperaba que la economía del país se contrajese un 8% en 2020 por cerrojazo económico dictado para contener la pandemia. Así mismo, calcula que el déficit se dispare hasta el 10% del PIB y la deuda, al 155.7%. S&P, por su parte, elevó su previsión de caída del PIB hasta el 10%, si bien augura que sume un 6,4% en 2020.

Fitch pronostica que el PIB italiano caiga un 8% en 2020. Prevé que el coronavirus pueda ser contenido en la segunda mitad del año y que la economía trasalpina crezca en 2021. Sin embargo, apunta a que una segunda oleada de contagios puede llevar a revisar sus previsiones.

Da la casualidad de que los dos países europeos a los que el covid-19 ha sacudido con mayor fuerza, Italia y España, son aquellos que presentan una situación más débil en sus finanzas públicas. Y así lo han interpretado los mercados. Desde que el coronavirus provocó el cierre y confinamiento de ambos países, la deuda española como italiana han experimentado intensas alzas.

La decisión de S&P de mantener intacto el rating de Italia ha dado un respiro a la deuda de países periféricos. La prima de riesgo italiana cerró ayer, antes de conocerse la decisión de Fitch, en los 220 puntos básicos, mientras la rentabilidad del bono a 10 pasó del 1,76% al 1,739%. En cuanto al redimiento exigido al español se situó en el 0,84% y su diferencial con respecto al alemán se quedó en los 131 puntos básicos.

El otro gran aliado de la deuda española e italiana ha sido el BCE. Hace en torno a un mes, la presidenta de la institución, Christine Lagarde, anunció un programa especial de compras de deuda por 750.000 millones, con el objetivo de contener una escalada en las rentabilidades de los bonos de la Europa periférica. Sin embargo, el mercado cree que el paquete puede no ser suficiente. Espera a que en la reunión del Consejo de Gobierno del BCE del jueves Lagarde decidida incrementar su cuantía. Y que finalmente la Comisión Europea y el Consejo Europeo terminen por dar luz verde al fondo de reconstrucción europeo, que estará dotado con al menos 1 billón de dólares, para ayudar a los países más dañados por el virus. Y que en su mayor parte se base en transferencias y no en créditos con contrapartidas.

Por el momento, el BCE ya ha anticipado la posibilidad de que la Eurozona cuente con un segundo bono basura junto al griego. La semana pasada abrió la puerta a que la banca acuda a sus subastas de liquidez aportando como contrapartida bonos sin grado de inversión, algo que aligeró las tensiones sobre la deuda italiana. Un siguiente paso que prevé el mercado es, junto con incrementar el programa de compras de deuda, empezar a adquirir también bonos que no tengan el plácet de las agencias de ráting.

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