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El mundo empresarial no es feminista

Factores que influyen en la facilidad de que una mujer sea jefa o emprendedora.

“Al regresar de la baja por maternidad de mi primera hija, mi puesto de trabajo se lo habían dado a otra persona”. Así fue como Paola Afanador directora adjunta de Bluecell, decidió emprender un negocio. Ayer, 8 de marzo, celebramos el día de la mujer y declaraciones como esta ponen de manifiesto por qué se sigue celebrando este día y, sobre todo, por qué se debe seguir luchando porque casos así no se produzcan.

Ana Mª Arango es gerente de Clínica FEMM. Desempeña un puesto directivo, con gran responsabilidad. Pero su caso es diferente porque soy aún joven (30 años) y no tengo muchas cargas familiares. He puesto como prioridad mi carrera profesional y mi familia, amigos y pareja me apoyan”, asegura. Pero, ¿Qué pasaría si Ana Mª quisiera ser madre o conciliar su vida profesional con la familiar? Ella misma certifica que “en otras circunstancias sería mucho más complicado”.

Las dificultades para emprender no entienden de sexos

Si bien es cierto que a la hora de emprender un proyecto, una mujer se enfrenta a las mismas complicaciones que un hombre. “Todos los requisitos que la Administración española necesita y requiere. Parece que no terminan nunca y que nunca vas a conseguirlo todo. Es una sensación de estar constantemente pendiente de algo, de deber algo, de que no has terminado trámites”, según destaca Raquel Rodríguez, maestra y fundadora de la Escuela Libre Allegra. Las exigencias y trámites para crear pequeñas empresas son prácticamente los mismos que los de las grandes corporaciones, cuando en un pequeño negocio supone un verdadero esfuerzo, al no contar con el mismo tiempo y recursos. Tienes que ”dedicar parte de tu tiempo a la gestión del papeleo en lugar de dedicarte a lo que mejor sabes hacer, en mi caso, acompañar a cada niño en el aula. Hay que hacer un esfuerzo y mentalizarse de que toda la parte burocrática forma parte de ese proyecto”, añade.

Sin embargo, para ser mujer con un puesto directivo durante años, en el que sentirse valorada y donde poder conciliar, el tipo de empresa donde se trabaje es fundamental para conseguirlo.

 La filosofía empresarial, básica en la conciliación

Una mujer directiva puede conciliar su vida profesional y personal solo si la empresa lo permite. El caso de Paola es más común de lo que parece. Es por ello que implantar medidas que favorezcan la conciliación es fundamental para que una mujer pueda desarrollarse profesionalmente, sin renunciar a su vida familiar. Así, Elena Calvo, Responsable de Captación de Talento de S4G asegura que en su empresa “favorecemos la conciliación con medidas como teletrabajo, horario flexible, somos respetuosos con el horario laboral y hacemos que se cumpla, si no es así, trabajamos en cada caso, para reconducirlo”. De esta manera, la igualdad entre mujeres y hombres en puestos directivos es una realidad.

Por su parte, Gloria Valle, directora de talento en Syntonize, lleva más de quince años en un puesto directivo. La razón es que la filosofía de su empresa además “se basa en esa conciliación y busca el bienestar personal”. Valle subraya que no percibe ningún trato diferente por ser mujer directiva, “porque conocemos qué competencias tenemos más desarrolladas unos que otros por nuestra experiencia profesional y talentos individuales”. Es decir, no hacen diferenciaciones por sexos, sino por personas con distintas aptitudes profesionales. También hay casos en los que es la edad o la generación los que provocan reticencias entre los empleados a la hora de ver a una mujer como su jefa. Hablamos de personas “más chapadas a la antigua pueden ser algo más reacias en el trato al principio”, como recalca la gerente de la clínica FEMM.

Por tanto, emprender un negocio resulta difícil para hombres y mujeres, pero dirigirlo o pasar a tener un cargo de responsabilidad es distinto. La filosofía y política de la empresa juegan un papel esencial para que una mujer pueda tener un desarrollo profesional pleno, sin tener que declinar su proyecto de vida personal. “Seguro que si hubiera más ayudas, no tanto al proyecto como tal, sino al compaginar la vida empresarial con la vida familiar muchas más mujeres habrían emprendido”, ha querido acentuar la actual directora adjunta de Bluecell.

Luchar por un sueño y seguir el espíritu

Emprendedoras y directivas coinciden en que para liderar un proyecto la vocación y el espíritu son fundamentales. Creer en una idea y luchar por ella es lo que mueve a una persona a emprender. Conseguir un puesto de responsabilidad, donde tus decisiones y acciones tienen su impacto es una gran satisfacción profesional. Pero falta que sea más común que haya más mujeres en estos casos. No perder la confianza y la ilusión, además de trabajar duro, es el consejo que Raquel Rodríguez da a las futuras emprendedoras y para todas aquellas mujeres que acaban de ascender a un puesto directivo, Elena Calvo les anima diciendo que han llegado hasta ahí por su “talento y tu compromiso... Eres modelo y referente, proyecta en tu día a día los valores que defiendes y disfruta del reto”.

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