Cristina Rivero “No vemos que la fiscalidad verde tenga que recaer en las empresas”
Reclama al Gobierno que escuche a los sectores productivos en la lucha contra el cambio climático porque no todos están igual de preparados
Cristina Rivero es una veterana de las cumbres del clima de Naciones Unidas. Lleva asistiendo a ellas desde hace casi dos décadas, primero como responsable de cambio climático de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) y ahora como jefa de Industria, Energía y Medio Ambiente de la CEOE, cargo que ostenta desde marzo de este año. Desde la patronal de grandes empresarios, admite que España necesitará una reforma fiscal verde, pero duda que sean las empresas las que tengan que hacerse cargo. Cuestiona que el Gobierno se haya comprometido con Bruselas a unas exigencias climáticas más estrictas que las del conjunto de la Unión Europea y llama al futuro Ejecutivo a trabajar mano a mano con los sectores industriales afectados por la descarbonización.
- R. España es el país de la UE donde más han crecido las emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990. Cayeron en la crisis pero repuntaron con la recuperación. ¿Las empresas no consiguen crecer sin contaminar?
- R. La UE en su conjunto sí que ha desacoplado totalmente la línea de crecimiento económico con las emisiones, así que se puede hacer. Pero en 1990 el desarrollo económico español no era el que tenían otros países de la UE, por eso el Protocolo de Kioto nos dejó subir emisiones. Veníamos de una España muy poco desarrollada y no podía ser de otra forma. A partir de ahí, la apuesta de España por las renovables ha sido importantísima, lo que ha hecho que las emisiones especificas por kilovatio/hora producido hayan bajado muchísimo. En la generación eléctrica la apuesta por las renovables ha recortado las emisiones, el problema es que no todos los sectores tienen ahora mismo la tecnología disponible para hacerlo.
- R. ¿Qué opina del plan climático del Gobierno remitido a Bruselas que, entre otros, busca que en 2030 el 42% del consumo final de energía provenga de fuentes renovables frente al 17% actual, o prohibir los coches contaminantes en 2040?
- R. A nosotros no nos gustan las prohibiciones. Hay otras soluciones que se podrían implantar y que tal vez sean más baratas, como por ejemplo renovar los coches viejos que emitan más. Pero es cierto que el transporte es un caballo de batalla muy importante. El plan enviado por el Gobierno es un ejercicio pensado para alcanzar la neutralidad climática en 2050, de ahí esos objetivos tan ambiciosos. Lo importante es involucrar a todos los sectores industriales en estos estudios y hasta ahora no ha dado tiempo porque la legislatura fue muy corta. Tiene que haber un compromiso de todos, incluida la sociedad civil, porque esto no es un tema solo de sectores productivos. Por eso, creemos que hay analizar el problema en conjunto, teniendo en cuenta los tiempos, porque aunque estemos de acuerdo con el objetivo, no todo el mundo parte de la misma base. Por otra parte, ir más allá de los objetivos que nos tocaban –el conjunto de la UE se ha propuesto alcanzar al menos el 32% de renovables en 2030, 10 puntos menos que España– es cuestionable y no sabemos si realmente hace falta.
- R. ¿Cuáles son las leyes más urgentes para las empresas en materia medioambiental que están pendientes de aprobarse tras meses de interinidad?
- R. Con este parón estamos todos pendientes de que el Gobierno apruebe, por ejemplo, el estatuto para las industrias electrointensivas, que prevé ayudas a las industrias que usan mucha energía para compensar el sobrecoste del precio de CO2 que hace que esa energía sea más cara. Se trata de algo muy importante para muchas empresas porque hay un elemento de discriminación entre otros países europeos que sí tienen esas ayudas concedidas y en España no está regulado.
- R. España ha apostado muy poco por la fiscalidad verde. ¿Hay que poner un impuesto al CO2 o sancionar a los más contaminantes?
- R. A los más contaminantes y a los consumidores también. Que hará falta una reforma fiscal verde, sí. Pero tiene que ser una cosa equilibrada y nosotros no vemos que eso tenga que recaer en las empresas. Debe ser un proyecto conjunto y en el que todo el mundo tendrá que aportar su parte.
- R. ¿Qué oportunidades para las empresas españolas puede suponer el Green New Deal que la Comisión Europea entrante quiere poner en marcha?
- R. Primero tenemos que verlo, acaba de arrancar la Comisión. Ayer se celebró la primera reunión del Colegio de Comisarios y veremos si entre hoy y mañana se alcanza un acuerdo en el Consejo Europeo para comprometerse a alcanzar la neutralidad climática en 2050. Eso va a ser un tema fundamental y yo espero que lleguen a un consenso. Entiendo que esa es la base para que el Green New Deal pueda salir adelante. A partir de ahí, será un proceso radical de transformación en el que va a haber todo un mundo de oportunidades para nuevos modelos de negocio. En la CEOE vemos que todas las empresas y sectores están repensando sus procesos, analizando cómo van a actuar y tienen claro que hay unas hojas de rutas muy claras de cara al futuro: la descarbonización y la economía circular.
- R. La descarbonización necesitará recursos millonarios. ¿Cómo lograrlo con un tejido empresarial de minipymes y poca apuesta por el I+D?
- R. Ese es el reto que tenemos por delante porque queremos descarbonizar pero no desindustrializar la economía. Todo este proceso tiene que ir de la mano de un cambio en la industria para hacerla más competitiva, porque si no Europa se quedará atrás, más aún cuando la situación entre Estados Unidos y China ya está siendo muy complicada para algunos sectores. Por eso estamos pidiendo a la Unión Europea que sea hábil en proteger a su industria al tiempo que asumimos los compromisos de cambio climático. No se trata de no creer en el calentamiento climático, pero tenemos un reto por delante muy importante en tecnología e I+D porque hay procesos industriales en los que no existe la tecnología para eliminar el CO2 y tenemos que ver cómo hacemos para que nuestra industria permanezca competitiva con respecto a otros países del mundo que no tienen unas políticas ambientales tan avanzadas.
- R. ¿Cree que en esta COP25 más países se comprometerán a presentar planes de recorte de emisiones más ambiciosos?
- R. En esta cumbre no va a haber grandes anuncios, porque las partes todavía tienen hasta diciembre de 2020 para hacerlo.