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Las empresas del Ibex suman este año saneamientos de más de 12.000 millones

Superan en un 74% las de 2018 y son las más elevadas en los últimos cinco años

Antonio Brufau, presidente de Repsol
Antonio Brufau, presidente de RepsolPablo Monge
Gema Escribano

Los ajustes de las cuentas empresariales están siendo una constante en los últimos meses. La última en sumarse a esta corriente fue Repsol, que a cierre del mercado del lunes comunicó unos deterioros y provisiones por importe de 4.800 millones netos en los resultados de 2019. Los fuertes saneamientos realizados durante este año provocarán una significativa caída del beneficio de las empresas del Ibex este año. Ya a cierre de septiembre las provisiones eran las principales responsables de la caída del 20% del beneficio agregado, algo que se agudizará al cierre del ejercicio.

Las provisiones de Repsol se suman a los deterioros anunciados por otras compañías a lo largo de 2019. En total, las cotizadas españolas del Ibex 35 han efectuado ajustes en sus cuentas por importe cercano a los 11.000 millones. Si se suman los de ArcelorMittal, una compañía extranjera que cotiza en el selectivo, los saneamientos superan los 12.000 millones, los más elevados de al menos los últimos cinco años.

A falta de un mes para el cierre del año, las dotaciones comunicadas por las grandes cotizadas son un 74% superiores a las realizadas en 2018, momento en el que las firmas del Ibex anunciaron ajustes por importe de 6.900 millones. De esta cuantía el 71% se corresponde con el deterioro de los activos de Naturgy.

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Las provisiones de Repsol conocidas hace dos jornadas forman parte de la estrategia de la petrolera de convertirse en una compañía de cero emisiones netas de CO2 en 2050. Sus dotaciones son de lejos las más elevadas en lo que va de año y se asemejan a las anunciadas en junio de 2018 por Naturgy. La llegada del nuevo equipo directivo con Francisco Reynés como presidente se tradujo en un cambio de nombre de la gasista (antes conocida como Gas Natural) y en una depreciación a sus activos de generación en España (centrales de carbón, de gas y nucleares) por valor de 4.900 millones de euros. Esa cifra es un importe bruto. El impacto del deterioro de activos sobre el resultado neto fue, según las cuentas anuales de Naturgy, de 3.824 millones, unos 1.000 millones inferior al anunciado por Repsol. Si bien esto granjeó a Naturgy unas pérdidas de 2.821 millones a cierre del pasado ejercicio, en los nueve primeros meses de 2019 la compañía ganó 901 millones.

Siguiendo con el sector energético y la transición ecológica, tan en boga en los últimos años y de ardiente actualidad esta semana con motivo de la celebración de la cumbre del clima en Madrid, Endesa ha aprovechado este ejercicio para comunicar el cierre de las plantas de carbón. La decisión adoptada por la compañía a finales de septiembre se traduce en un deterioro contable de su valor de 1.398 millones con un impacto en el resultado neto de 1.052 millones. Fruto de este ajuste la compañía redujo en un 85,2% su beneficio hasta septiembre (176 millones). Esto no impide a la empresa mantener su política de retribución al accionista, consistente en el reparto de 1.511 millones.

En conjunto, por tanto, el impacto del saneamiento de activos de Repsol, Naturgy y Endesa sobre el resultado neto entre 2018 y 2019 es de unos 9.700 millones. Para conocer el agregado bruto habrá que esperar a la cifra íntegra de Repsol, pero el total de las tres empresas podría rondar los 12.500-13.000 millones de euros.

Otras compañías

Fuera del sector energético, este año destacan las provisiones de Santander y Telefónica, dos de las grandes cotizadas de la Bolsa española. La entidad que preside Ana Botín recoge en sus cuentas del tercer trimestre unas dotaciones por importe de 1.491 millones correspondientes con el deterioro del fondo de comercio de Reino Unido. A esto se suma una provisión adicional de 103 millones por los seguros de protección de pagos en el Reino Unido y otros cargos por valor 40 millones de euros. La lista la completan 814 millones anunciados en el primer semestre por los costes de reestructuración en España y Reino Unido.

La compañía que preside José María Álvarez-Pallete registró en el tercer trimestre un ajuste en sus resultados de 1.500 millones destinado a financiar el plan de suspensión individual de empleo (PSI) puesto en marcha por la compañía, e introducido en el nuevo convenio colectivo para sus filiales en España, para mayores de 53 años, con un mínimo de 15 años de antigüedad. A comienzos de noviembre la teleco registró 2.636 adhesiones, el 12,5% del total de 21.000 trabajadores con los que cuentan.

CaixaBank no se libra de los ajustes. A cierre del semestre, la entidad que preside Jordi Gual, reconocía unos gastos de 978 millones derivados del acuerdo laboral logrado en segundo trimestre tras el ERE anunciado por la entidad. En términos netos alcanzaron los 685 millones.

El resultado bruto de explotación de Ferrovial se vio penalizado por unas provisiones de 345 millones referido al negocio de construcción. En términos netos el impacto se cifra en 212 millones. A ello se suman los 77 millones procedentes del ajuste de vuelo regionales en Reino Unido (en términos netos se reduce a 33 millones) y los 18 millones (21 millones netos) de su negocio de autopistas. El año pasado el resultado de la compañía se vio lastrado por la provisión de 774 millones para hacer frente al deterioro de la división de servicios.

La lista la completa Mapfre, que en sus resultados destinó 77 millones para sanear el negocio de asistencia y una provisión de 384 millones de Bankia asociada al coste de las ventas de carteras de crédito y al deterioro de activos no financieros.

Saneamientos significativos de los últimos años

 

BBVA. En 2017 la entidad que por aquel entonces presidía Francisco González reconoció un impacto negativo en sus cuentas de 1.123 millones derivados de la pobre evolución en Bolsa de Telefónica. La entidad sigue manteniendo su participación en el capital de la operadora, de la que posee el 6,9% según los últimos registro. Pero las dotaciones de BBVA no quedan ahí. El banco está acostumbrado a los saneamientos. Uno de los más significativos corresponde a 2013. Ese año BBVA reconoció un ajuste 2.600 millones por su participación en la entidad china Citic Bank. Este deterioro acabó siendo una de las razones que llevaron al banco a poner fin a su aventura en el gigante asiático.

Telefónica. Pero si se habla de saneamientos, Telefónica ocupa un papel destacado. A cierre de 2002 la operadora comunicó unas pérdidas millonarias de 5.576,8 millones tras realizar unos saneamientos por importe de 16.217,9 millones. Ese año fue un ejercicio pésimo para el sector. Las dotaciones más destacadas efectuadas por Telefónica fueron las derivadas de la paralización de los negocios de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en Alemania, Italia, Austria y Suiza, por 12.341,3 millones de euros y el saneamiento de 1.302 millones correspondientes a la inversión en Terra por la pérdida de valor del portal estadounidense Lycos.

 

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Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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