Ir al contenido
_
_
_
_

Renta4 Gestora ve a la renta fija como un amortiguador en tiempos de incertidumbre

La firma de inversiones ve potencial atractivo en los bonos de EE UU y Reino Unido a diez años si alcanzan el 4,5%

Sede de Renta 4 en Madrid.
Juan Pablo Quintero

La renta fija puede amortizar fluctuaciones en tiempos de incertidumbre según los expertos de Renta4 Gestora. El mercado vive en vilo ante los acontecimientos geopolíticos, económicos y fiscales en todo el mundo. En Europa, por ejemplo, los planes de gasto en defensa y las políticas fiscales expansivas de Alemania han elevado las expectativas de un aumento de emisión de deuda. En Estados Unidos la Reserva Federal ha revisado al alza las expectativas de inflación por las tensiones arancelarias de la administración de Donald Trump, mientras el bono a 10 años tiene hoy una rentabilidad del 4,35%. “Nos parece atractiva la deuda pública americana y británica cuando alcance un rendimiento del 4,5%”, compartió el director de inversión de fondos mixtos de Renta4 Gestora, Miguel Jiménez, en el marco del sexto día del inversor de la firma.

El tradicional modelo de inversión 60-40, donde el 60% de la cartera se destina a renta fija y el 40% a renta variable, ha sido reconsiderado por muchos gestores por los cambios y la volatilidad en los mercados. En el fondo Nexus de Renta 4 Gestora, la proporción actual es de 75% en renta fija y 25% en renta variable. En la firma explican que lo hacen así porque logran así “una rentabilidad que, en el caso de bonos europeos a medio y largo plazo, llega al 3,7%”. Además, “la renta fija es menos volátil que la renta variable”, lo que equilibra la volatilidad de una cartera, muy importante para los inversores más conservadores. Los rendimientos de la renta fija, además, ahora son más atractivos que en los tiempos de tipos de interés cero.

Eso sí, comentan que es crucial vigilar las políticas monetarias. La relación entre el rendimiento y el apetito por bonos con las expectativas de los tipos de interés se basa en la ley de la oferta y la demanda. Cuando los gobiernos emiten más deuda para financiarse, la oferta de bonos aumenta. Este incremento de oferta presiona los tipos de interés a largo plazo al alza, independientemente de las acciones de los bancos centrales que, aunque influir en los tipos de interés a corto plazo mediante sus políticas de intervención, su impacto en los tipos de interés a largo plazo es limitado cuando hay alta emisión de deuda. “Los tipos de interés a largo plazo se han ido para arriba en Europa y los tipos a corto plazo no, de hecho, han bajado. Es una tendencia que está lejos de cerrarse”, apuntala Ignacio Vitoriano, director de inversiones de renta fija en Renta4 Gestora.

Por tanto, los inversores deben considerar que los tipos de interés a largo plazo pueden seguir subiendo, lo que afecta la rentabilidad de los bonos. En este contexto, los tramos más cortos o intermedios de las curvas de tipos de interés ofrecen una mayor visibilidad y capacidad de inversión, mientras que los tramos largos presentan más vulnerabilidad. Pero la clave será encontrar deuda que dé “buenos rendimientos con un riesgo moderado” y diferenciar entre el concepto de volatilidad y el de riesgo.

Mientras que volatilidad se refiere a las fluctuaciones en el precio de un activo en un corto período de tiempo— lo que puede generar oportunidades de ganancias, pero también riesgos de pérdidas —, el riesgo implica la posibilidad de que una inversión no brinde la rentabilidad esperada o que se pierda todo el capital invertido. En la práctica, para los gestores de la firma esto significa invertir, por ejemplo, tanto en la deuda como en las acciones de una misma compañía. “Si yo doy un préstamo a Nestlé puede haber volatilidad en el precio, pero el riesgo de que Nestlé quiebre es muy bajo [lo que reduce las posibilidades de impago al inversor]”, complementaron en el encuentro.

En la firma también apuestan por el capital privado, que “será un jugador clave”. Su apuesta pasa por invertir en activos de renta fija de corta duración y alta calidad crediticia (investment grade) debido a la estabilidad y rentabilidad que ofrecen en el corto plazo. En sus fondos, como el de 34 a 36 meses y el Renta 4 Renta Fija, invierten en bonos privados con una duración máxima de dos años y un retorno por encima del 3%. Prefieren compañías con fundamentales sólidos, que pueden dar entre un 0,50% a un 0,60% más de rendimiento que la deuda pública. Asimismo, ven oportunidades en bonos subordinados y pagarés corporativos a corto plazo. A medida que avance el año, ven potencial en los bonos corporativos a más largo plazo.

Sobre la firma

Juan Pablo Quintero
Colombiano (1997). De Bogotá, con raíces caleñas. Psicólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, con experiencia en el sector de la pequeña y mediana empresa (Pyme). Es redactor en la sección de Economía de El País-Cinco Días, donde cubre noticias de Mercados Financieros. Lector asiduo de Platón y de Gustavo Adolfo Bécquer en los tiempos libres.

Más información

Archivado En

_
_