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Mercados

La Bolsa suiza se reserva mejorar su oferta por BME si sus rivales lanzan contraopas

Six excluirá al gestor español del mercado si logra más del 90%

Jos Dijsselhof, consejero delegado de Six.
Jos Dijsselhof, consejero delegado de Six. AFP

Los cuernos del Apocalipsis que anuncian la sequía de inversiones extranjeras en España debido el contexto político han errado por completo. Al menos, de momento. El gestor de la Bolsa española, BME, está en la diana de una operación corporativa que ha atraído a empresas de varios países.

El mercado suizo Six ha sido el primero en lanzarse con una oferta amistosa y trabajada desde hace seis meses con Javier Hernani, consejero delegado de BME, y su equipo. El precio de 34 euros por acción, con un prima del 34% frente al cierre del viernes, es extremadamente potente. Valora a la empresa española en 2.843 millones de euros, un precio nunca visto.

El gestor de la Bolsa de Hong Kong, HKEX, también estudia una oferta, aunque su origen asiático es una desventaja política y regulatoria. El gigante alemán Deutsche Börse confirmó a Bloomberg la información publicada por CincoDías ayer: también valora lanzar una contraopa. Euronext, por supuesto, busca fórmulas, entre las que baraja un intercambio con acciones, para tratar de ganar la batalla por BME a los suizos.

La mala noticia –para los contrincantes– es que la Bolsa helvética tiene dinero de sobra, con una caja de 3.700 millones de euros y una gran capacidad de endeudamiento que le otorga su privilegiada calificación de crédito de A+. Ayer, en una conferencia de prensa en Madrid, varios directivos de Six anticiparon que están preparados para una eventual contraoferta. El mercado, de hecho, ya la descuenta. El precio de la acción de BME subió ayer un 2,05%, a 35,78 euros; esto es un 5,2% por encima de la oferta de Six.

“Estamos en una posición muy buena, contamos con el apoyo de la dirección y del consejo de BME, y ellos reconocen que el precio es justo”, aseguró el consejero delegado Jos Dijsselhof. “Nunca excluyo nada”, agregó tras ser preguntado sobre una posible mejora del precio ante la fuerte cotización de BME.

El directivo, que es la máxima autoridad de Six desde enero de 2018, defendió no solo su propuesta desde el punto de vista económico, sino industrial. “La combinación de fuerzas de Six y de BME ofrecerá crecimiento para ambas compañías”, insistió.

El mantra de Dijsselhof es el crecimiento; no son recortes de costes lo que busca. Incluso llegó a asegurar ayer que la plantilla de BME, formada por unas 750 personas, no corre peligro, tampoco sus directivos. La misión de Six es crear el tercer mayor operador bursátil europeo, tras Deutsche Börse, London Stock Exchange (LSE), tanto por ingresos, con 1.300 millones de euros en 2018 frente a los 2.800 de la germana y los 2.400 de la británica, como por valor de las empresas a las que acoge: 2,2 billones de euros, frente a los 4,3 billones de Deutsche Börse y los 3,5 de LSE.

Pese a que Sebastián Albella avisó el martes de que el Gobierno puede imponer condiciones a la operación, el máximo directivo de Six, confió en que no habrá problemas políticos.: “No esperamos duplicidades y, por lo tanto, consideramos que no serán necesarias desinversiones”, aseguró.

También descartó intromisiones políticas, pese al Gobierno en formación entre PSOE y Podemos: “Creemos que en España existe un separación clara entre el mundo económico y la política”. Ni siquiera dio mayor importancia a la imposición de un impuesto sobre las transacciones financieras (tasa Tobin), planteado como un 0,2% del importe de las operaciones de compra de cotizadas españolas que valgan más de 1.000 millones. Reconoció que no es buena pero admitió que es una decisión política.

OPV a la vista si la oferta triunfa por encima del 90%

Irse para volver. La oferta de Six se dirige al 100% del capital de BME y, si dueños con el 90% del capital la acepta, la empresa suiza podrá excluirla de Bolsa, al ejercer el denominado derecho de venta forzosa por parte de los minoritarios  (squeeze-out, en la jerga) a los inversores que no hayan vendido. Si se llega a ese porcentaje, este es el escenario que maneja el consejero delegado del mercado suizo. La noticia es que entonces se barajará una futura salida a Bolsa. No inmediata, porque supondría una fuerte destrucción de valor, pero sí en unos años, explicó. Si no se alcanza ese umbral, el plan es que BME continúe cotizando.

UBS y Credit Suisse. El brazo inversor de los March es el máximo accionista de BME con el 12,06% del capital. Los accionistas de Six son 125 entidades financieras, capitaneadas por UBS –cuyo departamento de análisis advirtió ayer de que la capacidad de Euronext para lanzar una contraopa es limitada– y Credit Suisse, que financia la oferta de Six con un aval y un crédito puente.

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