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La tribuna de los fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Claves para adaptarse a los nuevos cambios regulatorios

Las fuentes de datos fiables y la automatización de procesos son fundamentales para las entidades gestoras

Aunque ha pasado ya más de una década desde la crisis financiera mundial, sus efectos se siguen haciendo notar dentro de la industria de fondos europea. Los reguladores continúan trabajando para garantizar que los mercados ofrezcan una mayor protección al inversor y estén preparados para hacer frente a cualquier perturbación futura.

Para conseguir este objetivo, los requisitos de cumplimiento aumentan y cambian continuamente, lo que requiere un extraordinario nivel de atención y compromiso por parte de las gestoras de fondos. Estar al día en regulación resulta especialmente complicado en Europa, donde hay numerosas agencias reguladoras, cada una con sus propias necesidades jurisdiccionales. La búsqueda de una mayor transparencia para instrumentos más complejos, como los derivados, ha formado parte del enfoque general adoptado por los reguladores de todo el mundo. En Europa esto se ha abordado a través de la Directiva sobre Gestores de Fondos de Inversión Alternativa (AIFMD por sus siglas en inglés) y, más recientemente, a través de la Directiva sobre los Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID II), que han generado una carga de trabajo significativa para los administradores de fondos, en cuanto a la recepción y almacenamiento de datos y su presentación.

Las dos directivas son ya más conocidas y muchos participantes del mercado han adquirido una mayor comprensión de lo que los reguladores se proponen, aunque las gestoras siguen trabajando para lograr un proceso de cumplimiento más eficiente. El volumen de requisitos reglamentarios es ahora de tal calibre que las entidades gestoras se han visto obligadas a cambiar su forma de hacer las cosas; no pueden seguir haciendo lo que solían hacer. Se trata ahora de gestionar los datos adecuadamente, con el objetivo último de conseguir una producción más rápida y eficiente.

La Directiva sobre el Reglamento de Fondos del Mercado monetario (MMFR) de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) es un nuevo requisito que tiene por objeto crear un marco de presentación de informes unificado para estos fondos en toda la Unión Europea. Su aplicación también acerca a las gestoras de la UE a los requisitos de Estados Unidos, en los que los MMF ya están bajo un régimen de presentación de informes a nivel de participaciones en el Formulario N-MFP de la SEC, el principal Regulador del Mercado de Valores.

Los MMF son generalmente considerados uno de los vehículos de inversión más seguros, con buenos niveles de liquidez y bajo nivel de riesgo. Sin embargo, durante la crisis financiera incluso estos instrumentos sufrieron grandes presiones, debido al alto volumen de solicitudes de reembolso. Después de esto, el regulador europea ESMA quiso aumentar su transparencia, con la esperanza de evitar un escenario similar en caso de que se produjeran nuevamente tensiones en el mercado.

Los tres objetivos principales de la directiva MMFR de ESMA son utilizar los datos para tomar decisiones políticas mejor informadas; usar la totalidad de los datos para anticipar una futura crisis financiera y las correlaciones que puede haber entre las diferentes clases de activos y, finalmente, utilizar los datos para identificar las clases de activos más problemáticas.

Para los administradores de fondos y sus clientes, se prevé que la directiva presente un desafío considerable, especialmente para los que no hayan sido previamente adaptados a las exigencias de los reguladores. Algunas entidades nunca tuvieron que clasificar estos tipos de activos y mucho menos informar de las participaciones. Y no disponen de mucho tiempo, ya que deben estar preparadas para cumplir con el plazo de presentación de informes en el primer trimestre de 2020.

En última instancia, se trataría de diseñar un proceso por el que las empresas identifiquen la fuente de datos y las formas de extraerlos, validarlos e integrarlos antes de que puedan producir el resultado exigido por los reguladores. Idealmente, las entidades deberían conseguir una posición en la que se automatizaran los procesos de adaptación a regulaciones futuras. En este sentido, ESMA ha actuado a partir de los comentarios de la industria y ha tratado de armonizar los requisitos de MMFR con los ya existentes para la presentación de informes del Anexo IV de la AIFMD. Si bien no coinciden exactamente, ambos son lo suficientemente similares como para que las entidades puedan beneficiarse de la automatización de los procesos de actualización regulatoria.

A pesar de esto, algunas entidades todavía están utilizando macros, hojas de cálculo y otros procesos manuales ineficientes y propensos a errores. Y es que no es posible cambiar inmediatamente a la tecnología automatizada sin abordar primero la gestión de los datos subyacentes. Si se automatiza un proceso frágil, no puede esperarse una solución robusta. Encontrar una manera de utilizar todos los datos involucrados en el proceso de presentación de informes regulatorios para abordar otras necesidades informativas es otro objetivo para las entidades que buscan formas de mejorar sus estrategias de cumplimiento. Se observan algunas tendencias alentadoras que indican que los gestores de activos y administradores europeos están buscando utilizar sus datos regulatorios tanto para las presentaciones a clientes como para tomar decisiones de inversión más informadas.

En el contexto de un entorno de cumplimiento en constante cambio es extremadamente importante que las entidades trabajen con sus proveedores para, en primer lugar, obtener los datos correctos; esto les ayudará a prepararse para regulaciones futuras. Si bien han pasado más de diez años desde la crisis financiera mundial, el cambio regulatorio sigue estando a la orden del día.Tanto si los próximos desafíos consisten en pruebas de estrés para los Fondos Monetarios, revisiones a la Directiva de Fondos de Gestión Alternativa, u otras obligaciones regulatorias mundiales, en Asia o Australia, la necesidad de datos, sistemas y procesos de calidad no hace más que aumentar. El aprovisionamiento y la identificación de datos son clave para cumplir de manera rápida y precisa con regímenes complejos y en constante evolución, diseñados para mantener protegido el sistema financiero global.

Paula Mercado es Directora de Análisis de VDOS

 

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