Georges Dib: “La Fed y el BCE van a poder evitar una recesión mundial”
El economista para España, Portugal y Latinoamérica de Euler Hermes asegura que el programa de compra de deuda en Europa y las bajadas de tipos en EE UU amortiguarán la caída
Al igual que el Fondo Monetario Internacional alertó de que las barreras comerciales son las responsables del recorte del crecimiento económico mundial, Georges Dib, economista para España, Portugal y Latinoamérica de la compañía de seguros de crédito Euler Hermes –accionista de Solunion–, responsabiliza a Trump y a sus políticas arancelarias de la desaceleración actual. No obstante, considera que el abanico de medidas de los bancos centrales será suficiente para evitar una nueva crisis, también en España, pese a su dependencia de las exportaciones.
- R. ¿Hay riesgo de una recesión mundial?
- R. Vemos una desaceleración bastante importante de la economía, pero la razón por la que no estamos en un escenario de recesión mundial como el de 2009 es que tenemos unos responsables políticos, especialmente los banqueros centrales, hiperactivos y muy partidarios de las políticas expansivas. La reacción monetaria de la Reserva Federal de EE UU (Fed) y el Banco Central Europeo va a poder evitar un escenario de recesión mundial, pero también creará situaciones nuevas de riesgo con acumulación de deuda por los bajos tipos de interés. Para 2019, esperamos una tasa de crecimiento mundial del 2,5% y del 2,4% en 2020. Es decir, una desaceleración bastante significativa pero no una recesión mundial dramática.
- R. ¿Le quedan entonces herramientas al BCE?
- R. Pensamos que sí. En EE UU están bajando los tipos, mientras que en Europa nuestro escenario es que se produzcan dos recortes adicionales del tipo de interés de depósito y un aumento del programa de compra de deuda hasta los 30.000 millones de euros. Hay margen de maniobra porque el máximo después de la crisis de la eurozona fue de 80.000 millones.
No obstante, los bancos centrales van a tener que ser más creativos, sobre todo porque hay un límite en términos de porcentaje. El BCE solo puede comprar el 30% de los bonos públicos que emite un país y creemos que ese tope se alcanzará en 2020, por lo que tendrá que modificar ese límite o permitir más compra de deuda. Con la situación que tenemos, estas medidas serán suficientes para amortiguar el golpe. Además, todavía hay margen de maniobra en lo que respecta a políticas presupuestarias.
- R. El Fondo Monetario Internacional ha recortado las previsiones de crecimiento de España para 2019 y 2020 respecto a sus previsiones de julio. ¿A qué se debe?
- R. La causa de las rebajas en muchos países respecto a los datos de julio es la escalada de las tensiones comerciales de agosto. Antes se pensaba que para Trump era una estrategia de negociación y que después de alcanzar un acuerdo, bajaría las tarifas. Pero parece que es más que eso, se trata de su fe en los aranceles y en esta política comercial, por lo que nos adentramos en un escenario de comercio mundial contenido. Nuestras previsiones de comercio mundial son las más bajas desde 2009: 1,5% este año y 1,7% en 2019, frente al 3,5% de 2018. Una corrección fuerte del comercio mundial de bienes y servicios tiene un impacto sobre la confianza de las empresas en mercados abiertos como España y paraliza las inversiones.
- R. Las negociaciones entre EE UU y China han avanzado, pero si no llegan a un acuerdo, ¿qué impacto podría tener en España?
- R. En primer lugar, para nosotros este miniacuerdo es una primera etapa, la segunda será mucho más difícil. Esta primera fase no resuelve los problemas de propiedad intelectual o del hecho de que la economía china no sea tan abierta como quiere EE UU. El acuerdo es un alivio para los mercados y la confianza empresarial a corto plazo, pero a medio plazo, no cambia mucho nuestro escenario: volatilidad comercial y aranceles altos hasta el 2020. La situación no va a variar hasta las elecciones en EE UU. Para Trump, este avance puede ser interpretado como una situación ideal porque puede decir que hay un acuerdo pero al mismo tiempo que China todavía tiene que hacer cosas y EE UU va a castigarles.
A España no le afectan directamente estos aranceles, sino la incertidumbre mundial, que ha recortado nuestras previsiones de crecimiento de 2019 [al 2%] y 2020 [al 1,8%]. Lo que debe vigilar son los próximos pasos de Trump, es decir, Europa. Independientemente de las sanciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), hay un 55% de probabilidades de que se aplique un arancel al sector automovilístico europeo. Estas tarifas podrían empezar en un 10% y llegar a un 25% posteriormente, con un impacto sobre las exportaciones en España de entre 100 y 200 millones de euros, aunque un efecto mínimo en el crecimiento económico. No obstante, es imposible prever cuándo subirá Trump las tarifas al 25% e incluso si todo quedará en una amenaza.
- R. Euler Hermes realizó un estudio sobre el milagro de la economía española en el que citó a las exportaciones como uno de los motores que lo hicieron posible. ¿Estos aranceles acelerarán el fin del milagro?
- R. Hay dos razones que explican este fin de milagro. Por una parte, la desaceleración de las exportaciones, que dependen de la demanda externa y la competitividad. El comercio de bienes y servicios se está frenando y afecta a España, pues el primer motor de las exportaciones son las importaciones de otros mercados. Esto podría acelerar el fin del milagro, al igual que el aumento de los costes laborales. Tras la crisis, hubo una corrección que fue positiva para la competitividad, pero el actual aumento de los salarios hará que los exportadores españoles pierdan competitividad.
La segunda razón que explica el fin del milagro es el consumo privado, que en España está muy correlacionado con la creación de empleo y, aunque el desempleo sigue bajando, lo hace más despacio que entre 2014 y 2018. A pesar de que el consumo aumente por la subida de salarios e impida un desplome del crecimiento en España, los datos históricos muestran que hay una mejor correlación entre creación de empleos y consumo que entre salarios y consumo, porque con estos, la gente puede ahorrar y reconstituir su patrimonio y no necesariamente consumir todos los ingresos adicionales.
- R. Pese a ello, ¿por qué España sigue creciendo por encima de la media europea?
- R. España estuvo muy afectada por la crisis, por lo que su recuperación es también más fuerte, igual que en Portugal o Grecia.
- R. ¿Se va a mantener esta situación?
- R. La pregunta que nos hacemos ahora es cuáles son los nuevos impulsores del crecimiento español. En nuestro informe del fin del milagro, decimos que se va a producir una convergencia de las tasas de crecimiento de España y otras economías de la eurozona porque ya no hay medidas públicas votadas debido a la fragmentación política que impide poner en marcha reformas en el país. Esto lleva a que el crecimiento continúe, pero sin impulsores que lo eleven.
- R. ¿Cómo está afectando a la economía española el bloqueo político actual?
- R. La incertidumbre política no es nueva en España y los episodios del pasado no han impactado considerablemente en su economía porque contaba con estos impulsores domésticos y había una recuperación. En España, a diferencia de Italia, la incertidumbre política no afecta al coste de la deuda porque no hay un partido euroescéptico fuerte. La única consecuencia de este bloqueo puede ser que las compañías se queden a la espera de ver qué sucede tras las elecciones.