Santillana del Mar, la villa con inmerecida fama de mentirosa
Tiene cierto ambiente de museo al aire libre, pero está muy viva
Situada en la costa occidental de Cantabria, a apenas 30 kilómetros de Santander, en un entorno privilegiado y oculta entre prados, Santillana del Mar, uno de los pueblos más bonitos de España, es también la Capital del Turismo Rural 2019, una iniciativa impulsada por tercer año consecutivo por el portal Escapadarural.com que la convierte en el latido rural de Cantabria y, por extensión, de España.
El carácter medieval, palacios señoriales, casonas de hidalgos y torres de los siglos XIV-XVIII atraen a miles de turistas cada año a esta villa, de la que se dice que ni es santa ni es llana ni tiene mar, en contra de lo que asegura su nombre y se empeñan en demostrar algunos de sus habitantes.
En la conocida como villa de las tres mentiras se respira cierto ambiente de museo al aire libre, pero tiene la virtud de estar muy viva y con mucho que ofrecer. Para recorrerla de forma placentera y con tranquilidad, la primera hora de la mañana es el momento ideal. Pero ojo con el pavimento, en Santillana se conserva un suelo empedrado que precisa de calzado cómodo para deambular por sus calles. En este primer contacto, es fácil encontrarse peregrinos en marcha hacia Santiago de Compostela y también verse tentado por el delicioso aroma de los típicos sobaos y quesadas.
Es santa...
En torno a la colegiata de Santa Juliana, una maravilla del románico cántabro que se remonta al siglo XII, se desarrolló un núcleo de población que vivió épocas de gran esplendor económico, como se aprecia en la riqueza de las casonas y palacios que conforman el casco histórico. El templo acoge los restos de una santa, origen del nombre del pueblo, Sancta Luliana, que derivó en el actual Santillana. Luego, desde su fundación, en contra de su fama, puede decirse que la villa es santa… Primer desmentido.
Las torres del Merino y de Don Borja figuran entre las construcciones civiles más antiguas. La primera, también llamada la torrona, es una torre gótica de los siglos XIII-XIV, una casa fortificada donde residieron los sucesivos merinos mayores, que eran los representantes del rey. Hoy está cuidadosamente restaurada y es un centro cultural.
La segunda torre, del siglo XV, es actualmente sede de la Fundación Santillana, un proyecto cultural singular que acoge una colección privada de arte contemporáneo español, con obras desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Además, sus muros centenarios acogen una gran biblioteca especializada en Iberoamérica, en sí misma una declaración de amor al libro, y espacios dedicados a editoriales y medios de comunicación. La restauración de esta construcción medieval mereció el Premio Europa Nostra. Solo se puede acceder con visitas guiadas.
En la playa Mayor también se agrupan otros edificios históricos, como las casas del Águila y la Parra, ambas barrocas; la casona de los Barreda-Bracho, reconvertida en el Parador Gil Blas o el ayuntamiento, con su macizo soportal. Pero el patrimonio se extiende por todo el pueblo, con edificaciones notables. En la calle del Cantón se encuentran la casa de Leonor de la Vega, vinculada a la madre del primer marqués de Santillana, Íñigo López de Mendoza, y la casa de los Hombrones o de los Villa, un ejemplo de la arquitectura tradicional montañesa.
Es llana...
La fisonomía del trazado urbanístico se ha mantenido con pocas alteraciones desde el siglo XV, y es prácticamente plano, se encuentra en un valle, no se aprecian grandes desniveles. Por tanto, es llana… Segundo desmentido.
Pese a ser un pueblo pequeño, apenas llega a los 1.200 habitantes, la agenda cultural de Santillana del Mar es intensa: hay convocatorias como el Festival de Artes Mágicas Voilá, que reúne cada mes de octubre a ilusionistas y magos, o el Festival Internacional de Títeres, a finales de mayo; exposiciones, sin olvidar museos como el Diocesano, que alberga, entre otras obras, varias piezas de marfil excepcionales, o el de la Tortura, una extraña colección de instrumentos de represión desde la Inquisición.
... Y tiene mar
Por último, es cierto que Santillana del Mar no se encuentra a orillas del Cantábrico, pero está a tiro de piedra, se percibe cierto aire marino. De hecho, el municipio tiene estupendas playas como las de Santa Justa, Zapera o Ubiarco. Luego, también tiene mar.
Obra maestra
Imprescindible. No requiere presentación alguna la considerada como la Capilla Sixtina del arte rupestre, Patrimonio de la Humanidad desde 1985. En las afueras de Santillana del Mar las pinturas de las cuevas de Altamira siguen produciendo admiración después de millones de años. Hoy se puede visitar una réplica exacta, la denominada Neocueva, en la que se han utilizado los mismos elementos para reproducir las figuras que los antiguos artistas. Solo acceden a la cueva original cinco personas una vez a la semana, previo sorteo y durante media hora. Se trata de preservar el máximo exponente del arte rupestre paleolítico del mundo.