Raymond Ma (Fidelity): “Con o sin guerra comercial, hay valores seguros en China”
El gestor ve una oportunidad de acuerdo entre China y EE UU en la cumbre del G20 de noviembre
Vender la idea de invertir en China en este momento es tarea delicada pero Raymond Ma, gestor del fondo de Fidelity China Consumer Fund, ha estado esta semana de road show en Madrid, Milán y Londres, convencido de las oportunidades que ofrecen las empresas locales chinas, más allá de la geurra comercial. El gestor, responsable de un patrimonio de más de 3.300 millones de dólares, reconoce que la tensión con EE UU va a debilitar el PIB chino, el consumo y el empleo, pero descarta que vaya a llegar a desencadenar un shock económico ni bursátil y defiende que hay un puñado de compañías chinas con claro potencial de futuro en el arrollador proceso de digitalización del país. La guerra comercial ha recortado la rentabilidad acumulada este año por su fondo de cerca del 25% al entorno del 15% actual, pero en plena tormenta por las restricciones de EE UU a Huawei, Ma no dudó en aprovechar el viaje en avión hacia Madrid para comprar.
- R. ¿Cómo cree que va a poder encajar Huawei el bloqueo decretado en EE UU?
- R. Incluso para una compañía con ingresos de 100.000 millones de dólares, no es fácil desarrollar todo por sí misma, incluyendo el software y los sistemas operativos. Es ineficiente en cualquier caso porque no se crean economías de escala. La reacción general del mercado ha sido muy rápida. Las acciones han caído en todas las compañías de la cadena de producción de Huawei, ya sean chinas, europeas o de EE UU. El impacto no es solo para Huawei.
- R. ¿Cuál es el impacto de lo sucedido con Huawei en su fondo? ¿Ha modificado su cartera en estos días?
- R. El China Consumer Fund no invierte en general en compañías exportadoras sino de consumo doméstico. De proveedores directos de Huawei tenemos alrededor del 1% de la cartera solamente. La exposición del fondo a telecos es baja pero cuando el mercado cae, el fondo también sufre. Tengo algo de liquidez en el fondo en este momento. Estos días he comprado y probablemente compraré cuando pase la oleada vendedora.
- R. ¿Por qué invetir ahora en China, en plena incertidumbre por la guerra comercial?
- R. Creo firmemente que, con o sin guerra comercial, hay valores seguros en China. Un aspecto clave que diferencia a China de Europa y EE UU es el proceso de digitalización, que es muy rápido. En Europa mucha gente emplea el pago con tarjeta, pero en China se usa el pago por móvil. Y la gran diferencia entre la tarjeta de crédito y el móvil es el uso de datos. En China el uso de datos va más rápido. Creo que China es aún débil en investigación pero es buena en la aplicación de esa investigación. La gente dice que Huawei es buena pero la razón es porque sus ingenieros son buenos. Cada año en China tienes millones de graduados que se van a convertir en ingenieros. Los ingenieros chinos son buenos. En China tenemos lo que denominamos 996: se trabaja de 9 a 21 seis días a la semana. Esto en Europa es diferente.
"En China tenemos lo que llamamos 996: se trabaja de 9 a 21 seis días a la semana. Esto en Europa es diferente”
- R. Sin embargo, la guerra comercial puede terminar por afectar a la confianza, el consumo interno, el empleo...
- R. Por su puesto. Básicamente, el consumo es un resultado de los ingresos y estos son consecuencia del empleo. Si se pierden empleos, el consumo desciende. Así, las ventas de coches en China en el primer trimestre son negativas a doble dígito. Macao, que es un buen termómetro del consumo, también se está debilitando. Pero también hay otras áreas con un crecimiento razonable, como las ventas online, Alibaba crece al 30%; el tráfico aéreo doméstico al 8% y el tráfico en las autopistas. Esta situación me recuerda a Japón, que también tuvo una guerra comercial con EE UU en los 80. De aquella época surgieron marcas locales como Uniqlo. En China también estamos empezando a ver marcas locales emergentes. Hay compañías que una vez pasado el mal momento de la guerra comercial, comenzarán a ser interesantes para el largo plazo.
- R. ¿Cree posible un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China?
- R. Creo que hay algunas ventanas de oportunidad para un acuerdo. La primera será en junio en la cumbre del G 20, la siguiente en noviembre, en otra cumbre del G 20. El año próximo hay elecciones en EE UU y Trump tendrá que ver si es mejor cerrar un acuerdo antes de las elecciones o después. Y hay que recordar que no solo está en el foco China, también la UE. Si Trump quiere cerrar el frente comercial antes de las elecciones, también tiene que negociar con Europa. Si hay acuerdo en noviembre, puede ser positivo de cara a las elecciones del año siguiente.
- R. ¿Podría darse una devaluación del yuan como represalia? ¿Cómo valora la gestión de la crisis de las autoridades chinas?
- R. No creo que el Gobierno chino tenga interés en depreciar el yuan. La reacción del banco central está siendo experimentada, más consciente. La política monetaria ya empezó a relajarse en la segunda mitad del año pasado. En estos últimos meses el impacto de la guerra comercial en la economía china ha sido mínimo, probablemente gracias a la política monetaria y fiscal acomodaticia.