El ciclón comercial impacta en las tecnológicas: ¿cómo invertir ahora en el sector?
Apple es el único gigante estadounidense que podría sufrir el veto chino
El huracán de la guerra comercial ha tocado tierra. La comunidad inversora llevaba meses en vilo, escudriñando la trayectoria del conflicto entre la Administración Trump y el Gobierno de China, calibrando su intensidad y su potencial destructor. Había quien confiaba incluso en que el ciclón se desviaría hasta deshacerse en el océano como un azucarillo.
Al final, el primer impacto serio ha llegado al sector tecnológico y ha puesto de relieve que la pugna va más allá de una disputa arancelaria al uso. Se trata de un pulso por el liderazgo mundial. Estados Unidos percibe la amenaza de una China cada vez más poderosa y quiere pararle los pies.
“A Trump le preocupa mucho que las empresas chinas adquieran un liderazgo tecnológico. También se queja de que no han respetado las patentes y los derechos de propiedad intelectual. Además, los gigantes chinos han podido vender sin problemas en Estados Unidos, mientras que las empresas estadounidenses han tenido serias dificultades para desembarcar en China”, explica Julián Pascual, inversor, y presidente de Buy & Hold, una firma que gestiona 160 millones de euros.
Para hacer frente a esta amenaza, Donald Trump limitó la semana pasada las posibilidades de desarrollo de la compañía china Huawei en la implantación de la tecnología 5G en Estados Unidos. El mandatario argumentó problemas de seguridad nacional. El golpe de efecto llegó unos días después, cuando el gigante de la información, Alphabet (matriz de Google), comunicó que dejaría de suministrar sus aplicaciones (Youtube, Gmail, Google Maps...) a los móviles fabricados por Huawei.
A partir de ahí, las ventas se desataron en las Bolsas. Los inversores temen una escalda de represalias que afecte a más compañías tecnológicas, así como la quiebra de las cadenas de suministro, puesto que casi todos los grandes fabricantes de hardware dependen de sus fábricas de China.
Entre el lunes y el miércoles, las acciones de Qualcomm, un proveedor de semiconductores para Huawei, se desplomaron un 15%. Las de Broadcom, otro suministrador del gigante chino bajaron un 5%. También cayó con fuerza la cotización de otras compañías tecnológicas, como Apple, por el temor a que la Adminsitración de Xi Jingping le impusiese algún tipo de restricción para vender iPhones o iPad en China.
En este contexto... ¿Qué esperan los gestores de fondos especializados en tecnología? ¿Qué compañías pueden seguir sufriendo por la guerra comercial?
“Creemos que el mercado ha sobrerreaccionado, castigando mucho a compañías de semiconductores simplemente porque tienen alguna relación con fabricantes chinos. Hay que ver con mucho detalle qué parte de los ingresos puede verse afectada”, explica Flavio Muñoz, gestor del fondo Renta 4 Multigestión Andromeda Value, un vehículo que ha logrado una rentabilidad de más del 30% en los últimos 18 meses invirtiendo en el sector tecnológico.
Muñoz, uno de los mayores expertos de España en esta temática, pone el ejemplo de Nvidia. Se trata de una compañía estadounidense líder mundial en tarjetas gráficas (que se incorporan a ordenadores y consolas de videojuegos). Según las estadísticas oficiales, la firma factura más de un 52% en China. Pero el dato tiene trampa. “Nvidia encarga las tarjetas a un fabricante de Taiwan, TSMC, y después ensambla los componentes en fábricas de China. Esa parte es en la que menos valor añadido se aporta, y se podría trasladar a otros países, incluido Taiwan. Su cotización ha caído casi un 30% en el último mes, lo que parece excesivo”, apunta.
El caso Huawei ha sido la materialización de una guerra comercial que lleva meses larvándose. Trump ha anunciado en varias ocasiones que subirá los aranceles del 10% al 25% a miles de productos tecnológicos importados desde China, con un valor agregado de más de 200.000 millones de dólares (unos 178.000 millones de euros). China respondió amenazando con una subida de tasas a bienes exportados por Estados Unidos por un importe de 60.000 millones de euros.
“Es muy difícil saber qué va a suceder, porque el mandato de Trump se está caracterizando por la toma de decisiones de forma muy impulsiva. Desde luego, si se declara una guerra total, las consecuencias serían catastróficas. No solo para los dos contendientes, sino para el comercio internacional”, recuerda Pascual, de Buy&Hold.
Las amenazas que pesan sobre Apple
Entre las grandes tecnológicas estadounidenses, la que más ha sufrido en los últimos días ha sido Apple. El fabricante de iPhones y iPads obtiene el 15% de su facturación en China y ya se está especulando con que podría sufrir el veto por parte del país asiático. Igual que las compañías estadounidenses han visto como Trump les impide a vender tecnología (hardware y software) a Huawei, los suministradores de piezas de iPhone podrían ver cómo China les prohíbe contratar con Apple. De hecho, la compañía ya está trasladando parte de la producción de iPad y MacBook fuera de China para evitar vetos.
Al margen de Apple, cuya implicación en posibles represalias es incierta, las otras grandes tecnológicas de Estados Unidos apenas tienen presencia en el gigante asiático, ni dependen de sus suministros. “Ni Facebook, ni Alphabet, ni Amazon venden en China. Las restricciones impuestas por el Gobierno han hecho que desistan de entrar. Allí, tienen a sus propios campeones nacionales, con Baidu, una especie de Google chino; Alibaba, un equivalente a Amazon y Tencent, que controla varias redes sociales”.
Esta posición, inmune a China, de los llamados FANG (Facebook, Amazon, Netflix y Google) les convierte en una buena opción de inversión en caso de que el sector tecnológico sufra nuevas correcciones. Algo en lo que coinciden tanto Muñoz como Pascual.
Aunque para algunos inversores son las empresas chinas las que peor paradas pueden salir de la guerra comercial, no todo el mundo lo ve así. “Nos parece que invertir en compañías chinas tiene ahora más sentido táctico y estratégico”, argumenta en un informe Yves Bonzon, director de inversiones del banco privado Julius Baer. “Nosotros hemos decidido concentrar toda nuestra inversión de mercados emergentes en la Bolsa de China. Sabemos que si estalla una guerra comercial muy virulenta se verán afectadas en el corto plazo, pero a la larga se repondrán y buscarán socios alternativos a Estados Unidos”.
El mercado chino ofrece oportunidades de inversión en el sector tecnológico, de acuerdo con Frank Schwarz, gestor de renta variable global de MainFirst. “Aparte de los conocidos nombres de Alibaba y Tencent, vemos un gran potencial en Xiaomi, Ant Financial y Didi”.
Más allá de la guerra comercial, en lo que coinciden todos los gestores es en que las tecnológicas seguirán siendo un sector estratégico de crecimiento a futuro y que, aun cuando hay valoraciones excesivas, su potencial de crecimiento en los próximos años continúa siendo muy importante.