¿Qué pasa con el arenero de las fintech?
España retrasa su sandbox, mientras que la CE no tiene en su agenda un proyecto europeo
No hay manera. Pocos son los que entienden por qué las acciones de la banca española, y sobre todo la de CaixaBank y Banco Sabadell han estado tan castigadas tras la presentación de sus resultados. Un conocido banquero de banca comercial aseguraba estar desconcertado con la caída en Bolsa de ambas entidades financieras. “Sus resultados no son tan malos. Además, en el caso de Banco Sabadell el efecto negativo de TSB ya se conocía desde los trimestres anteriores, con lo que no había sorpresa. Además, el banco ya ha dado por cerrado este problema y ya ha saneado su cartera inmobiliaria, casi de un tirón. No sé qué está analizando el mercado, a lo mejor las perspectivas de futuro, en las que se me escapa algo”, reflexionaba este conocido banquero, que de ser algo de Sabadell, es su rival porque operan en el mismo nicho de mercado.
Credit Suisse también considera injustificado el castigo en Bolsa de la banca española, ya que el hecho de que el BCE retrase la subida de tipos de interés que tanto beneficiaría a los márgenes de estas entidades, ya está incluido en sus actuales valoraciones, por lo que no está justificado nuevas caídas. El último informe de este banco suizo analiza los resultados de CaixaBank, Banco Sabadell y Bankia, los tres domésticos más castigados.
Sea como sea, la banca parece que desde hace una década que no levanta cabeza, aunque su situación financiera actual nada tiene que ver con el azote de la crisis. Su rentabilidad sigue siendo muy baja, salvo excepciones. Pero también es cierto que, en general, el sector bancario en Europa es igual o menos rentable.
Cambiando de asunto. También son pocos los que entienden que está pasando con el proyecto de sandbox (literalmente, arenero) que tenía previsto aprobar el Gobierno el pasado año y del que desde hace algún mes no se ha vuelto a saber nada. Era uno de los proyectos estrella de la agenda del Gobierno español tanto del PP como del PSOE.
España se iba a convertir en uno de los estados pioneros en Europa y casi del mundo en la implantación de un espacio controlado de pruebas para realizar proyectos de innovación financiera de base tecnológica sin riesgo regulatorio.
Cuando el Gobierno del PP empezó a hablar de crear un sandbox en España solo en Europa el único país que contaba con uno era Reino Unido. Ahora, España ha perdido esa oportunidad de estar en la lista de pioneros. Dinamarca, Holanda, Polonia y Lituania, además, claro, de Reino Unido, cuentan ya con este laboratorio tecnológico financiero.
Lo que sorprende es que, pese a que todos los expertos consideran que el sandbox es necesario si se quiere ser un país puntero en innovación, la Comisión Europea no lo ha incluido en su agenda para crear un espacio de pruebas tecnológicas financieras, algo sorprendente si se quiere coger el tren de la innovación antes de que pase de estación.
La justificación de la CE es que quiere antes de ponerse a ello, analizar las experiencias nacionales. En fin, así el Europa, parece que cada uno va a lo suyo.
Hace unas semanas había corrido el bulo de que el Gobierno de Pedro Sánchez había ralentizado la aprobación y puesta en marcha del sandbox porque Podemos no lo veía nada claro. No le gustaba que se desarrollase un proyecto en el que se dejara libertad a la banca para que experimentara. Pero nada más lejos de la realidad.
Fuentes de Podemos han reconocido a Cinco Días, que el proyecto, inicialmente les parece muy bueno. “Nos gusta la propuesta. Habrá que ver la propuesta final, pero inicialmente nos gusta”, explican fuentes de este partido político. De momento, el jueves Cecabank celebrará unas jornadas sobre sandbox el próximo día 14. Entonces puede que se despejen algunas dudas.
También quedan por despejar muchas dudas sobre la PSD2 o norma sobre pagos, otro de los puntos destacados de la agenda del Gobierno hace unos meses. Esta normativa supone una auténtica revolución para la banca ya que tendrá que admitir la cesión a un tercero de los datos de un cliente si este así lo desea. Los bancos aún luchan por que las exigencias que les imponen los reguladores a ellos, se apliquen también a estos nuevos actores financieros como las big tech (Google, Amazon, Facebook, etc,etc,etc.).
Un ejecutivo de una destacada entidad asegura que “la PSD2 es un gol por toda la escuadra que han metido las grandes tecnológicas a la banca y el BCE no solo no lo ha visto, sino que encima lo apoya en defensa del consumidor, dice. Pero entonces por qué no se imponen las mismas reglas de juego para todos si se va a operar en la misma actividad”.
De momento, parece que la banca tiene la batalla perdida. El problema de fondo, es que en unos años la banca puede que se quede solo con el negocio financiero no rentable, el de custodiar los depósitos, o el de más riesgo, como el de la financiación a empresas, por ejemplo. Mientras que la actividad de gestión de tarjetas, créditos al consumo o gestión de otros activos, estará en manos de las big tech, que es verdaderamente la parte mollar de los beneficios de la banca.
Por cierto, Kenneth Rogoff, profesor de economía y políticas públicas en la Universidad de Harvard y ganador del Premio Deutsche Bank 2011 en Economía Financiera, vaticina una nueva crisis.
Asegura en un artículo publicado en Project Syndicate (organización internacional de medios que publica y reúne comentarios y análisis sobre una variedad de temas globales importantes) que “a pesar de las mejoras en el sistema financiero desde la crisis de 2008, las reformas parciales que se han promulgado no son suficientes para lo que se necesita. Y un sistema financiero que crece de manera inexorable, combinado con un entorno político cada vez más tóxico, significa que la próxima gran crisis financiera puede llegar antes de lo que cree”.