El cambio climático afectará a los mercados en 2019
Los expertos de Schroders pronostican que las compañías se enfrentarán a pérdidas derivadas de catástrofes naturales y a impuestos más altos para combatir la desigualdad
Las últimas advertencias sobre el calentamiento global son alarmantes. El reciente informe del Panel intergubernamental sobre el cambio climático señaló que las temperaturas globales aumentarán entre tres y cuatro grados, si las prácticas actuales continúan. Este hecho implica múltiples riesgos.
Por otra parte, las acciones para mitigar el calentamiento del planeta también crean inseguridad. Las nuevas políticas dirigidas a limitar el aumento de grados en la tierra, en línea con el Acuerdo de París, dificultarán la rentabilidad de las industrias más contaminantes, lo que podría suponer a las compañías pérdidas de miles de millones y a los bancos enormes deudas por impagos.
Las empresas más endeudadas son las más vulnerables a un entorno de tipos de interés alcista
“Con un número creciente de eventos climáticos extremos en los próximos años, ciertos sectores corren el riesgo de sufrir daños en sus activos físicos, lo que podría provocar un aumento de sus costes”, afirma Jessica Ground, gestora y responsable global de ESG en Schroders.
La responsable analiza en su nuevo informe las preocupaciones más relevantes relacionadas con la sostenibilidad, así como su repercusión en las empresas y los mercados.
"Los expertos en sostenibilidad evitan hacer previsiones sobre lo que ocurrirá en los mercados en el futuro, ya que esta es un área que debe analizarse en el largo plazo, pero desde Schroders pensamos que que los cambios medioambientales y sociales se están acelerando, lo que genera obstáculos cada vez más importantes que las empresas deberán capear”, asegura Ground.
El peligro de la deuda
Aunque actualmente el nivel de endeudamiento empresarial es alto, las empresas han podido hacer frente al pago de intereses cómodamente con sus ingresos operativos.
Pero, de acuerdo con la investigación de Bernstein, durante los próximos tres años, y a medida que sus préstamos venzan, las empresas deberán renovar entre el 25% y el 45% de su deuda, lo que puede suponer un problema por las subidas de los tipos de interés.
Para la entidad, en 2018 ya hemos podido ver evidencias de estas previsiones. El populismo ha aumentado a la par que las temperaturas globales. Las compañías que no operan de manera sostenible no tienen escapatoria. Las tecnológicas, un sector que parecía casi intocable, se han visto afectadas por subidas de impuestos, mayores regulaciones y varios acontecimientos incómodos frente a Bruselas y el Congreso estadounidense.
En este contexto, Schroders considera que la importancia del análisis y la previsión de los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, en su traducción de las siglas en inglés al español) serán cada vez más importantes para los inversores de todo el mundo.
El riesgo físico del cambio climático
“Aunque pueda parecer que los riesgos del cambio climático son lejanos al haberse fijado acciones para 2030, la realidad es que los daños están aquí y ahora”, advierte Ground. A medida que las temperaturas aumenten se espera que las pérdidas físicas causadas por fenómenos meteorológicos también lo hagan.
Durante 2019 los expertos esperan que se desarrollen fenómenos que continúen el patrón de El Niño, aumentando las temperaturas y la probabilidad de que se produzcan condiciones meteorológicas adversas en todo el mundo.
“Los inversores, a menudo, se niegan a comprender cómo de vulnerables son los activos físicos y las infraestructuras de las empresas ante los riesgos climáticos”, dice Ground. Por ello, en Schroders han creado un marco de riesgo físico que han aplicado a más de 10.000 compañías en todo el mundo. A través de este marco, la gestora calcula el coste al que tendrían que hacer frente dichas compañías para protegerse de los peligros relacionados con el medio ambiente.
Para la entidad, los sectores más expuestos a estos riesgos son los del petróleo y el gas, los servicios públicos y el de los servicios básicos. Según su estudio, el coste de asegurar sus activos físicos supondría más del 3% de sus valores de mercado. Del otro lado, los sectores menos expuestos son el tecnológico, el de bienes personales y domésticos y el de salud.
Desigualdad intergeneracional
Las poblaciones de los países desarrollados están envejeciendo lo que supone un aumento exponencial de los costes relacionados con el cuidado de la salud y las pensiones.
La inflación y los bajos tipos de interés han provocado que muchos jóvenes no puedan optar a un hogar. Pero como históricamente las generaciones más jóvenes se han abstenido a la hora de votar, los políticos no han tenido que enfrentarse a este y otros problemas.
Sin embargo, las recientes elecciones gubernamentales (en Italia, Brasil, México o EE UU) han señalado un cambio en esta tendencia. Como consecuencia de esta evolución, Schroders espera que la presión aumente sobre los Gobiernos que, ante su poca salud financiera, trasladarán esta presión a las empresas.
La gestora espera que las compañías se enfrenten a mayores impuestos y a mayores presiones para que aumenten la contratación.