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Las renovables en el mundo: un crecimiento a pasos agigantados entre muchas luces y sombras

El 12,4% de la energía primaria será limpia en un lustro, según la AIE Descarbonizar el transporte es el próximo desafío científico

Energía primaria en el mundo
Belén Trincado / Cinco Días

Tres veces más rápido que en la energía final. Así fue el ritmo de crecimiento en el consumo mundial de renovables primarias el año pasado, al registrar una subida del 5%. En 2017, solo las renovables –sobre todo eólica, fotovoltaica e hidroeléctrica– fueron responsables de la mitad del incremento global en la generación de electricidad.

De esta forma, la energía limpia alcanzará el 12,4% del total dentro de cinco años, prevé la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe Renewable 2018. Su penetración continúa veloz en el sector eléctrico, pero va más despacio en el transporte y la generación de calor o refrigeración, debido a “barreras contra su despliegue”.

China lidera el avance verde con 229,8 millones de toneladas equivalentes de petróleo en 2023, por delante de la Unión Europea

Este importante salto hacia adelante tuvo su origen el año anterior. “En 2016, las subastas internacionales en países como Brasil, México o Perú derrumbaron el precio de la eólica y la fotovoltaica, convirtiéndolas en las más competitivas de todas las alternativas de generación eléctrica”, explica Juan López, profesor de Dirección Estratégica del IESE Business School y consejero del Operador del Mercado Eléctrico (OMEL).

Por primera vez habían interactuado seis factores: la abundancia de recursos renovables, las economías de escala, un avance notable en ambas tecnologías, la eliminación de la incertidumbre provocada por la volatilidad de los ingresos (lo que abarató la financiación), la liquidez traída por el quantitative easing, y el propio mecanismo de la subasta, que somete a una dura competencia a los adjudicatarios potenciales.

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Una buena noticia, sobre todo para los países emergentes como Brasil, que es ahora el lugar del mundo con el mix energético más verde, ya que la proporción de renovables en el Estado sudamericano alcanza el 42,1%, muy por encima de la Unión Europea (17%), India (10,8%) y Estados Unidos (10,2%). Las distancias no se acortarán en 2023 si, como vaticina la AIE, la energía primaria limpia alcanzará el 44,3%, el 20,5%, el 12,1%, y el 11,9% de las fuentes, respectivamente.

Biocombustibles

Protagonista absoluto del consumo de renovables en estos mercados ha sido (y seguirá siendo) un “gigante ignorado”. Así apoda el director ejecutivo de la AIE, Faith Birol, a la bioenergía moderna, es decir, la que excluye los usos tradicionales de la biomasa.

Gigante, porque el año pasado, con 460 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep), la transformación de los restos de procesos biológicos, mecánicos o industriales en combustible representó nada menos que la mitad de todo el consumo de renovables. E ignorado, porque todavía faltan aquellas “rigurosas regulaciones de sostenibilidad” que permitirían aprovechar al máximo su potencial, como se lee en el citado informe.

Planta de bioenergía en Chateaulin, en el oeste de Francia.
Planta de bioenergía en Chateaulin, en el oeste de Francia. GettyImages

Mucho más modesto, no obstante, es el papel de la bioenergía en China, el coloso que en los próximos cinco años liderará el crecimiento de las renovables en términos absolutos –hasta superar a la UE en 2023 con 229,8 Mtep contra 211– y que asumirá el 40% de la expansión global de la energía verde.

Lo hará, en concreto, a través de la hidroeléctrica (92,2 Mtep), la eólica (39,6), y la fotovoltaica (33). Por su parte, la Unión Europea seguirá por delante de Estados Unidos gracias a su objetivo de alcanzar el 32% de renovables en 2030, la introducción de nuevas subastas para la compraventa de energía en países clave y la reducción de costes de eólica y fotovoltaica.

Estas dos fuentes, junto con el aporte constante de la energía derivada de la explotación del agua, hacen del eléctrico el sector estrella de las renovables, con una penetración del 23,9% en 2017 y del 29,4% dentro de cinco años.

Cifras

5% es la subida registrada en el consumo renovable en 2017, tres veces más que el aumento de energía final.

50% de todas las fuentes libres de carbono utilizadas en el mundo en 2017 procedieron de la bioenergía.

Los puntos negros, por el contrario, son el sector de la calefacción de edificios e industrias, en el que la energía limpia subirá del actual 10,3% al 11,8% de 2023, y, específicamente, el transporte, en el que los biocombustibles cubren apenas el 3,4% de la demanda y no superarán el 3,8% dentro de un lustro. “Desgraciadamente, no sabemos todavía cómo abordar la descarbonización completa del transporte aéreo o marítimo, sectores en los que la bioenergía no es todavía madura”, concluye López.

Con todo, Bloomberg New Energy Finance prevé que el carbón se reducirá al 11% de la generación eléctrica mundial para el año 2050, y que la mitad se producirá a partir de eólica y solar.

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