Italia quiere limitar las primas de los bonos...: un rescate encubierto
La Liga dice que el euro colapsará a menos que el BCE limite la brecha entre los rendimientos de la deuda de los países de la zona euro
La última idea fija de Italia para sus bonos se asemeja a un rescate encubierto. El portavoz económico de la Liga –uno de los socios de Gobierno–, Claudio Borghi, dice que el euro colapsará a menos que el BCE limite la brecha entre los rendimientos de los bonos de los países de la zona euro, y ha sugerido 150 puntos básicos como máximo razonable. La propuesta corre el riesgo de dar rienda suelta a los grandes gastadores.
Borghi se basa en la promesa de hacer “lo que sea necesario” para salvar el euro del presidente del BCE, Mario Draghi, en 2012. Pero, en primer lugar, hay pocos paralelismos entre 2012 y 2018. Es cierto que las diferencias entre los costes de los préstamos de Alemania y los de otros países de la zona podrían ampliarse este año, ya que el BCE tiene previsto cerrar su programa de impresión de dinero a finales de año. Además, la prima a 10 años de los bonos italianos se ha duplicado en tres meses, hasta 280 puntos básicos. Pero está por debajo de sus máximos de 2012, de unos 500. Los inversores tampoco ven estas medidas como un reto existencial para el euro. El diferencial de España o Portugal es más estrecho y se mantuvo relativamente estable durante el mismo período.
Además, el límite propuesto por Borghi es demasiado bajo y solo se ajusta a la horquilla media desde el inicio del programa de adquisición de activos del BCE en 2015. Un estudio realizado por el Banco Central de Italia en 2012 proporcionó una serie de estimaciones del valor razonable de la prima italiana basadas en factores como el crecimiento y la deuda. La mayor parte de ellas estaban en unos 200 puntos básicos. Y en 2014, antes de que el BCE comenzara a imprimir dinero y durante el mandato del Gobierno proempresa de Matteo Renzi, el diferencial promedió 165 puntos.
La propuesta original de compra de bonos de Draghi requería que los países aceptaran un rescate, con todas las condiciones que ello implicaba. Borghi no menciona nada de esto. Las compras ilimitadas e incondicionales son difíciles de justificar cuando un Gobierno no está dispuesto a fijar sus propias políticas y sería un rescate con otro nombre.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.