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El sector energético quiere dejar de ser tan macho

Solo tiene un 20% de mujeres en plantilla, una de las cotas más bajas de todas las industrias Enagás, EDF y EDP, entre otras empresas, se comprometen a mejorar el equilbrio de género

La Ministra de Energía, Teresa Ribera, durante su visita a la Feria GENERA, de Energía y Medio Ambiente, de la semana paada en IFEMA, Madrid.-EFE/Santi Donaire
La Ministra de Energía, Teresa Ribera, durante su visita a la Feria GENERA, de Energía y Medio Ambiente, de la semana paada en IFEMA, Madrid.-EFE/Santi Donaire

Muchas de las fotos de la feria de Energía y Medioambiente de la semana pasada en el recinto ferial IFEMA de Madrid muestran a la ministra española del sector, Teresa Ribera, rodeada de varones. Y ese desequilibrio de género no parece casualidad en una de las industrias con una tasa de empleo femenino más baja a nivel europeo (20%, cuando las mujeres son casi el 50% de la población activa europea).

Pocas empresas reconocen en público su perfil a lo macho. Pero en el sector energético es tan flagrante que la propia industria ha entonado el mea culpa y se declara a sí misma como una de las más desequilibradas del planeta. Y se compromete a corregirlo antes de 2030 con una campaña de sensibilización y compromiso secundada por grandes empresas del sector y bautizada como Equal 30.

Las plantillas del sector se componen en un 80% de varones, según los datos de la campaña, lanzada el pasado 24 de mayo en Copenhague. Una cota de masculinidad que figura entre las más altas de todas las industrias, insisten los promotores, capitaneados por Suecia, Italia, Finlandia y Canadá.

La campaña invita a empresas y organismos públicos a asumir una serie de compromisos sobre igualdad de oportunidades y a informar anualmente sobre su trayectoria para cumplirlos. Varios gigantes del sector ya se han incorporado al proyecto, desde EDF o Enedis en Francia a Eon o Vatenfall en Alemania, Enagas en España y EDP en Portugal.

Los estudios muestran que el equilibrio de género mejora los resultados de las empresas

Equal 30 alcanzará su apogeo a partir de mayo del año que viene. Con un triple objetivo: igualdad de salario, igualdad de liderazgo e igualdad de oportunidades. Cada empresa podrá modular sus objetivos. Pero una vez que sean firmes se harán públicos y su cumplimiento se someterá al escrutinio de analistas, organizaciones no gubernamentales o los propios clientes, lo que puede desencadenar una presión sobre las compañías que se queden rezagadas.

"Estos compromisos requieren un cambio de actitudes, una lucha contra los estereotipos y una promoción de la diversidad en todos los niveles de la empresa", señala Djemila Boulasha, presente en Copenhague como responsable de Asuntos públicos europeos de Enedis, la compañía pública que gestiona el 95% de la red eléctrica francesa.

Algunas empresas ya se han fijado objetivos, como EDP, que aspira a llegar al 27% de cuota femenina en 2020. Para otras, es la continuación de una apuesta iniciada hace tiempo. "Equal 30 coincide con los compromisos adquiridos por Enedis desde su creación en 2008", asegura Boulasha. En una década, Enedis ha pasado de 15,4% a 21,53% de tasa femenina entre sus 38.500 empleado. Y entre los equipos de dirección, la cota alcanza el 26%.

Más verde, más femenino

La revolución de género, según los impulsores de Equal 30, debe avanzar en paralelo a la transición energética hacia fuentes limpias, el otro gran reto del sector. Y además de facilitar una industria más justa y ecuánime, la incorporación de la mujer redundará en grandes beneficios económicos para una actividad que sufre una creciente falta de mano de obra cualificada.

La Comisión Europea calcula que el sector requerirá inversiones de 187.000 millones de euros al año para cumplir los objetivos de energía renovable, reducción de emisiones y eficiencia fijados para 2030. Y se espera que esa transformación genere una gran creación de empleo. Pero el Instituto Europeo para la Igualdad de Género advierte que el potencial de crecimiento del sector está en peligro por la falta de personal cualificado, agravada por el escaso empleo femenino en el sector.

La ausencia de mujeres es generalizada en todas las escalas laborales de la industria y en toda Europa, con una media del 22,1% del empleo, según el Instituto Europeo para la Igualdad de Género. La cota cae hasta el 13% en los países de Europa del este, según algunos estudios. Y entre las 200 mayores compañías del sector en el mundo, solo el 16% de los puestos de alta dirección están ocupados por mujeres. Y el desequilibrio se extiende también a los responsables públicos de la materia. La propia Teresa Ribera es una rara avis en el Consejo de ministros de Energía de la UE, donde solo hay un 11% de ministras, según los datos de Equal 30.

La pobreza energética sí es femenina

Las mujeres solo parecen superar en porcentaje a los varones en un aspecto del sector energético: la pobreza energética. Según los estudios de la Comisión Europea, las mujeres están más expuestas al riesgo de no poder cubrir sus necesidades de consumo energético para calefacción, cocina, luz o electrodomésticos. Y el riesgo aumenta con la edad por la mayor esperanza de vida de las mujeres y porque suelen cobrar pensiones más bajas, explica el Instituto Europeo para la Igualdad de Género. Los estudios también muestran que los hogares individuales sufren más riesgo de pobreza energética en el caso de las mujeres que en el de los hombres.

La tendencia ha mejorado en el sector de renovables, donde la cuota de empleo femenino en Europa se eleva al 35%. Y los promotores de la campaña Equal 30 aseguran que esa cuota deberá ampliarse "porque es necesaria para permitir la transición hacia la energía limpia". Y añaden un incentivo adicional para las empresas: "numerosos estudios muestran que la diversidad en la mano de obra y el equilibrio de género en los consejos de administración genera mejores resultados de organización, tanto en el sector público como en el privado".

¿POR QUÉ NO HAY MUJERES?
El Instituto Europeo para la Igualda de Género constata la ausencia de mujeres en todos los tramos del sector energetico, desde transporte a construcción, y en casi todos los puestos, desde ingeniería a fontanería, desde la especialidad en aislamiento a la de refrigeración.
Una de las primeras causas de la asuencia de mujeres, según el Instituto, es la menor presencia de mujeres en las carreras universitarias técnicas. Incluso en el sector de renovables, donde la cuota femenina es mayor, las mujeres desempeñan generalmene los puestos menos cualificados.
Tampoco ayuda, según el Instituto, la imagen tradicional del sector, muy asociada a la masculinidad y a estereotipos de género.
Se trata, además, de un sector que no facilita la conciliación laboral, según el Instituto, lo que puede resultar disuasorio para las potenciales trabajadoras.
Y, por último, el círculo vicioso presente en muchas otras industrias. La escasa presencia de mujeres se traduce en menos oportunidades de promoción laboral y de apertura a nuevas empleadas.

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