Trump señala a ZTE para hacer que China vuelva a ser grande
El presidente de Estados Unidos culpó a la República Popular de "destruir industrias y miles de empleos"
Donald Trump está ayudando a que China vuelva a ser grande. El presidente escribió en Twitter el domingo que intentaría que ZTE, el fabricante de equipos de telecomunicaciones con sede en Shenzhen, “vuelva pronto a los negocios”, tras las sanciones estadounidenses que han puesto a la tecnológica china en la cuerda floja. El revés socava los esfuerzos de los estadounidenses por imponerse y ahora ya es tarde para evitar que la República Popular busque la independencia tecnológica. Entre las muchas declaraciones inexplicables de Trump, esta es de las más importantes.
El presidente de EE UU culpó a China de “destruir industrias estadounidenses” y “decenas de miles de empleos” utilizando tecnología robada. Además, la acusación contra ZTE se basó en que había violado las sanciones comerciales de EE UU contra Irán y Corea del Norte. Pero Trump ha rechazado ahora el acuerdo con Irán y se prepara para recuperar las sanciones, por lo que este es un mal momento para que un acusado de violar sus políticas se salga con la suya.
Los países que lidian con Trump pueden sacar algunas conclusiones de todo esto. En primer lugar, el representante de Comercio de EE UU, Robert Lighthizer, que acababa de llegar a Pekín con una lista de duras peticiones, está ahora en una posición débil. Por tanto, es obvio quién es el responsable de estos asuntos. Llame al presidente Trump y cójale de buen humor.
En segundo lugar, el líder estadounidense no ha comprendido la naturaleza de la competencia china. Los americanos no está preocupados por el desequilibrio comercial, sino por la forma en que Pekín incuba industrias usando deuda barata y proteccionismo. El presidente chino, Xi Jinping, no ha dado ninguna indicación sobre si retirará su iniciativa Made in China 2025, que apunta a sustituir las importaciones.
Tras haber visto a ZTE casi en bancarrota por su excesiva dependencia de los chips estadounidenses, China está acelerando los esfuerzos por desarrollar su propia industria de semiconductores. Es poco probable que la decisión de Trump de echarse atrás altere esos planes.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Daniel Domínguez, es responsabilidad de CincoDías.