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Cómo demostrar que se sabe inglés

Universidades y empresas exigen a los candidatos certificaciones que acrediten el conocimiento de una lengua

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Denisse Cepeda Minaya

Quiere estudiar en el extranjero o trabajar fuera tras haber concluido con éxito sus estudios de grado o posgrado. Sabe el idioma del destino elegido (inglés, francés, chino…), lo habla con amigos y ha aprobado el curso sin mayores complicaciones. Pero ¿cómo acredita ese conocimiento?

Diplomas, certificados o títulos oficiales son los documentos que piden hoy día universidades y empresas para acreditar el dominio de un idioma, es decir, para asegurarse de que habla, escribe, lee y comprende una lengua. “Tradicionalmente se utiliza una prueba escrita y una entrevista personal, pero se necesitan herramientas de medición precisas y fiables. Los certificados internacionales alineados con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL) [el estándar que define las habilidades lingüísticas] son un instrumento idóneo porque indican con exactitud qué es capaz de hacer una persona en las cuatro destrezas: comprensión de lectura, auditiva y la expresión oral y escrita”, indica Mario Legido, responsable de reconocimiento de Cambridge Assessment English en España y Portugal.

Las más utilizadas en el mundo son las pruebas multinivel IELTS, de origen británico-australiano, y el TOEFL estadounidense

Pero la necesidad de acreditación no solo viene del ámbito educativo y empresarial. “En Madrid, por ejemplo, el nivel exigido en muchas oposiciones es el B2 y C1”, señala Araceli Huici, exams marketing manager del British Council en España. “Por el auge de los programas bilingües, las comunidades autónomas y las universidades están trabajando para dar respuesta a las recomendaciones del Plan Bolonia sobre la acreditación de un nivel de competencia lingüística contemplado en el MCERL”, explica Huici. De ahí que cada autonomía publique ahora los niveles requeridos tomando como referencia este marco europeo, así como los certificados válidos para acreditarlos, agrega.

Los más solicitados

Si su intención es hacer la carrera lejos de las fronteras españolas, lo primero es conocer qué tipo de certificación solicita el centro de estudios, los resultados exigidos y si tiene el nivel demandado, sugieren los expertos. Varía según el país, la universidad, el grado; algunos caducan y otros no. “Los más utilizados en el mundo son las pruebas multinivel IELTS (International English Language Testing System), de origen británico-australiano, y el TOEFL (Test of English as a Foreign Language), estadounidense. Ambas certificaciones [vigentes por dos años] son reconocidas por más de 10.000 organizaciones en 140 países”, indica Huici.

Las universidades más cotizadas de EE UU (Harvard, Yale, Princeton…) piden el C1 del MCERL, una puntuación de 7 en el IELTS o 100 en el ­TOEFL iBT (online). Mientras que Oxford o Cambridge exigen también el C1 del MCERL y un 7 en el IELTS, pero un 110 en el TOEFL (papel) o un Cambridge English, precisan en el British Council.

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“Cuando hablamos de educación universitaria y de incorporación al mercado laboral, los que más se solicitan son el Cambridge English B2 First y el Cambridge English C1 Advanced. Más de 20.000 entidades en el mundo aceptan las certificaciones de Cam­bridge Assessment English, que es el organismo evaluador”, apunta Legido.

En este caso, las certificaciones no caducan: “El nivel de profundización es tal que aseguran que los conocimientos adquiridos son lo suficientemente sólidos como para resistir en el tiempo”, afirman, pero recomiendan su actualización. Esta institución ofrece además las titulaciones de negocio Cambridge English Business y BULATS (Business Language Testing Service, disponible también en francés, alemán y español), unas pruebas dirigidas para entornos empresariales; y los CELTA y DELTA (Certificado o Diploma de Enseñanza de Inglés), que habilitan la docencia en dicho idioma. Recientemente ha lanzado el Occupational English Test (OET), para profesionales de la salud (médicos, enfermeros y obstetras) que deseen ejercer en Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Dubái y Singapur.

Francés y chino

En francés hay dos maneras de comprobar el nivel: con el TCF (Test de Reconocimiento de Francés), que evalúa a través de ordenador el nivel del candidato en un momento dado. Este certificado, expedido por el Centro Internacional de Estudios Pedagógicos (CIEP) (del Ministerio de Educación francés), tiene una validez de dos años y permite estudiar en Quebec (Canadá). O con el DELF y el DALF, que son diplomas oficiales de Estado, válidos de por vida y los más importantes en esta lengua: sirven para emplearse en el extranjero, dar clases (B2 y C1), ­acceder a oposiciones (B2) y para trabajar y estudiar en Francia, informa Annita Scandaliato, portavoz de la Alianza Francesa en España.

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Y en chino, el HSK es el título oficial, equivalente al de Cambridge, que certifica el nivel del 1 al 6 o, lo que es lo mismo, del A1 al C2 del marco europeo. Con una vigencia de dos años, es la titulación indispensable para ­estudiar en China y conseguir la mayoría de las becas, para las que se reclama haber aprobado hasta el 75% del examen. “El HSK da a entender que tienes un determinado nivel; es una ayuda bastante importante para comenzar, porque otra cosa es el desenvolvimiento diario en el país”, avisan desde el Instituto Confucio de Madrid, que aconseja vivir una temporada en China, a partir del nivel 5, si desea dominarlo.

Cuidado con la antiguedad

Las escuelas de idiomas consultadas insisten en que un certificado no garantiza que el candidato tenga la misma competencia años después de haber realizado el examen, ya que puede haber mejorado o empeorado dependiendo del uso y práctica del idioma. Por eso, como la prueba fotografía un momento concreto, la mayoría de universidades y empresas descartan títulos con más de dos o tres años de antigüedad, un plazo que se está incorporando también en gran parte de las convocatorias públicas y privadas de empleo en España, advierten.

Incluso, por esta misma razón, hay centros educativos y entidades extranjeras y españolas, como el Banco de España, entre otras, que solicitan una evaluación oral, avisan desde el Instituto Internacional. “Hoy no es suficiente decir hice el advanced”, concluyen.

Sobre la firma

Denisse Cepeda Minaya
Periodista especializada en energía, medio ambiente, cambio climático y salud. Máster en Economía verde y circular por el Inesem y Máster en Periodismo por la UAM/El País. Con más de 20 años de experiencia en periodismo económico. Anteriormente trabajó en República Dominicana como reportera de economía en los periódicos El Caribe y Listín Diario.

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