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Bruselas augura una rápida caída de la morosidad en España

La CE publica el primer informe sobre el plan europeos para limpiar los balances bancarios El ratio de préstamos morosos de la banca española ya ha caído un 44% desde el pico de 2013

El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker. (AP Photo/Valentina Petrova)
El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker. (AP Photo/Valentina Petrova)

La limpieza de los balances bancarios en España se ha acelerado y es muy probable que continúe a gran velocidad, según el primer informe de la Comisión Europea sobre el Plan europeo para reducir los préstamos fallidos, publicado este jueves

El ratio de morosidad de la banca española cayó hasta el 5,3% en el segundo trimestre de 2017, seis décimas menos que un año antes. Y ya es un 44% inferior al pico del 9,4% que alcanzó en 2013, en plena reestructuración del sector financiero.

La mejoría se ha producido, según la CE, a pesar de que el Banco de España ha endurecido las normas contables sobre clasificación de fallidos y de que la morosidad en préstamos al consumo ha repuntado ligeramente en paralelo al aumento de esa cartera.

Aun así, la CE advierte que la morosidad sigue siendo muy alta en ciertos tramos, como del sector de la construcción, que todavía alcanza el 25,2%.

El documento constata una mejoría en la mayoría de los países, pero advierte que el legado de la crisis todavía lastra a la banca europea con una gigantesca cartera de morosidad que suma 950.000 millones de euros.

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El organismo presidido por Jean-Claude Juncker quiere acelerar el saneamiento de las entidades financieras porque es una condición imprescindible para completar la Unión Bancaria. Alemania se niega a establecer un Fondo europeo de Garantía de Depósitos, último pilar de la Unión, mientras no se garantice que el sector ha drenado las carteras fallidas y que no aflorarán pérdidas una vez que se mutualice la protección de los depositantes.

"Rebajar el nivel de los préstamos morosos es esencial para reducir los riesgos del sector bancario y completar la Unión Bancaria", ha urgido el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, durante la presentación del informe en Bruselas.

España figura entre los países que más avanzado en la reducción de los préstamos fallidos, según el informe de la Comisión. En el resto de socios de la zona euro golpeados por la crisis (Grecia, Irlanda, Portugal, Chipre, Eslovenia e Italia) el ratio de morosidad sigue por encima del 10% y roza el 47% en el caso griego.

Bruselas augura que en España "la reducción de préstamos fallidos es muy probable que siga avanzando rápidamente".  La CE atribuye su optimismo a la intención de las dos grandes entidades del país, Santander y BBVA, de deshacerse de préstamos inmobiliarios por un valor contable bruto total de 43.000 millones de euros. La CE añade que, además de esas dos grandes operaciones, hay otras a más pequeña escala que ya se han cerrado o están en marcha.

El organismo comunitario también asegura que la resolución del Banco Popular en junio del año pasado ha espoleado el interés de otras entidades españolas por limpiar sus balances y estima que los datos registrarán próximamente esa mejora.

El informe de la Comisión señala que España hubiera registrado una caída del ratio de morosidad incluso mayor de no haber sido por la continua reducción del crédito desde 2009, que aumenta el peso proporcional de los préstamos fallidos. Incluso el año pasado, con la economía en plena expansión, el volumen de préstamos a empresas y hogares se redujo en 33.000 millones de euros, según la CE.

Bancos malos

En el conjunto de la Unión Europea, el ratio de fallidos se sitúa en el 4,6%, según datos del segundo trimestre de 2017, un punto porcentual menos que en el mismo período de 2016. Desde finales de 2014, el ratio se ha reducido en un tercio pero sigue muy elevado en Grecia (46,9%), Chipre (33,4%), Portugal (15,5%), Irlanda (11,6%) e Italia (12,2%). Este país sigue siendo el que más inquieta a las instituciones comunitarias, aunque se llevan a cabo grandes operaciones de limpieza, como la de Unicredito (se deshizo el año pasado de una cartera de 17.700 millones) o la de Monte dei Paschi (que espera desprenderse de una cartera de 26.100 millones). 

En los próximos meses, la Comisión propondrá nuevas medidas para acelerar la limpieza, dentro del Plan de acción pactado por los ministros de Economía y Finanzas de la UE en julio de 2017.

El primer paso será un marco europeo para creación de bancos malos o compañías de gestión de activos (AMC, según las siglas en inglés). Bruselas fijará las directrices para que los países que lo deseen establezcan ese tipo de entidades, públicas o privadas, de manera que cumplan con las normas europeas sobre banca y sobre ayudas de Estado.

La Comisión considera que el banco malo es una buena opción para transferir las carteras fallidas y permitir a las entidades centrarse en su actividad de crédito y servicios a la clientela. España recurrió a esa fórmula con la creación de la SAREB. La Autoridad Bancaria Europea también secunda esa solución pero, según uno de sus informes, solo en 15 de los 28 países de la UE resulta posible legalmente establecer un banco malo.

Bruselas también anunciará próximamente medidas para desarrollar un mercado secundario en Europa de préstamos fallidos, con el objetivo de suprimir las trabas legales que en la actualidad impiden la transferencia de préstamos a terceras partes.

El organismo comunitario también estudiará la posibilidad de armonizar los criterios sobre clasificación de un préstamo como fallido.

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