La banca de inversión vuelve la mirada a España
Aunque seguirá habiendo incertidumbre política en 2018, el foco se trasladará a Italia
La tormenta política que ha generado el procés de Cataluña se ha cobrado una factura sustancial en la Bolsa española. Son daños colaterales que no han terminado y que no lo harán mientras la crisis no haya sido cerrada, pero el viento ha amainado lo suficiente como para que los inversores internacionales consigan mirar los fundamentales de la economía española con una mayor objetividad. Los análisis de la banca de inversión y de las gestoras internacionales coinciden al asegurar que aunque la incertidumbre seguirá planeando sobre los mercados en 2018, su epicentro dejará de ser España. Será Italia, que afronta una compleja cita electoral el próximo verano, la que tomará el relevo como foco de volatilidad y de riesgo en las recomendaciones de los analistas.
Una mirada sobre la evolución del selectivo español en 2017 revela con claridad cuál ha sido el punto flaco que explica la situación del mercado. A principios de mayo, el Ibex35 lideraba los ascensos en Europa, con un alza del 18,23%, una diferencia que fue reduciéndose hasta acabar colocando el parqué español a la cola de Europa, con un 9,9% de revalorización. A partir de septiembre, la brecha de España con otros mercados se ha ido ensanchando y ha beneficiado especialmente al Mib italiano. Mientras los analistas penalizaban duramente al Ibex por la deriva catalana han ignorado el calendario electoral que Italia afrontará en apenas unos meses y el elevado riesgo de un país en el que han ganado peso los euroescépticos partidarios de abandonar el euro.
El mercado español tiene a su favor una sólida realidad: la de una economía cuyo crecimiento lidera Europa y se refleja en los beneficios de las empresas. Ello explica las recomendaciones de la banca de inversión, aunque no neutralice todos los riesgos, como el de una Cataluña cuyo futuro tras el 21 D dista de esta claro ni la posible ralentización de la economía española por falta de reformas. La lista de tareas legislativas pendientes, entre las que destaca un nuevo modelo de financiación y una reforma de las pensiones, tiene mucho que ver con las limitaciones de un Gobierno en minoría. Ello hace más difícil realizar cambios, pero estos siguen siendo imprescindibles.