Yves Bonzon (Julius Baer): “La Fed es el gran riesgo de mercado"
Advierte del peligro de recesión por el fin de los estímulos y la falta de inflación Aun así, el experto cree que el inversor no puede obviar la Bolsa de EE UU por su sector tecnológico
La marcha de la inflación y el crédito y la respuesta que den los bancos centrales es la principal inquietud de Yves Bonzon, director de inversiones de Julius Baer. Pero a diferencia de quienes confían en un desmantelamiento gradual y sin traumas de los estímulos monetarios que han servido para salir de la crisis, Bonzon advierte del riesgo de que la Fed dé un paso en falso en el proceso de reducción de su balance. Aun así, la Bolsa continúa siendo su apuesta predilecta para crear una cartera de inversiones.
- R. ¿Cree que el momento actual es el adecuado para reducir los estímulos monetarios?
- R. No pensamos que los mercados financieros y las economías puedan tolerar un aumento del coste de capital en magnitud y duración. El valor de los activos financieros es equivalente a cinco veces el PIB global, desde las dos veces de hace 25 años. La pérdida de riqueza que traería el alza de tipos a lo largo del sistema financiero, con un alza masiva de las condiciones financieras, desencadenaría una recesión. Sí es momento para reducir estímulos de una forma muy gradual en la zona euro. Los tipos de interés negativos han ejercido una presión deflacionista porque estimulan el ahorro, no el gasto y el consumo. Revertir los tipos de interés negativos sería una buena noticia y un tapering gradual también. Pero respecto a Estados Unidos, estoy preocupado porque la Reserva Federal puede estar infravalorando el impacto de una reducción del balance y creo que es un error.
- R. ¿Es ese el gran riesgo actual para los inversores?
- R. Sí, el principal riesgo es un error de política monetaria. El crédito en EE UU comenzó a recuperarse y recientemente ha descendido de nuevo, está tendiendo a un crecimiento cero. Y es en este punto cuando la Reserva Federal ha anunciado que quiere reducir su balance. En previas recuperaciones, cuando la Fed suavizaba su política había una inmediata alza de la demanda de crédito privado. Esta vez, se prestó tanto antes de la crisis que la gente no quiere endeudarse más. Gracias a los estímulos monetarios, la economía se ha recuperado, pero sin inflación. Si miras a la inflación estadounidense, los únicos sectores con inflación que ronda el 2% son sectores con intervención del Gobierno. Creo que la Fed ha sobrestimado su impacto en la curva de tipos. No controla la parte larga de la curva de tipos.
- R. Ante ese riesgo, ¿es preferible la Bolsa europea a la estadounidense?
- R. Veo este debate entre Bolsa estadounidense o europea como una absoluta pérdida de tiempo desde el punto de vista de la asignación de activos. La asignación de activos está dirigida por otras consideraciones que tienen más que ver con el estilo de inversión. Si eres un inversor value, hay opciones más atractivas en Europa que en EE UU, no ya porque te guste más la zona euro. Si miras a ambos mercados en el largo plazo, con una perspectiva de más de 20 años, tienden a divergir en el corto plazo, en periodos de dos años, pero están muy próximos en el largo plazo. Si eres un inversor estadounidense, puedes perfectamente obviar la Bolsa europea. A la inversa no es así, si eres un inversor europeo no puedes construir una cartera bien estructurada evitando la Bolsa de Estados Unidos porque todos los sectores de crecimiento, como tecnología o ciencia, son punteros en EE UU, no en Europa.
- R. ¿Interesa la Bolsa estadounidense incluso a los actuales niveles y tras ocho años de subida imparable?
- R. Sí, a pesar de los actuales niveles. Se están haciendo muchas comparaciones con la burbuja de las puntocom y no hay motivos para ello. Las valoraciones de las tecnológicas no están en los niveles de entonces. En segundo lugar, el coste de capital es todavía demasiado elevado frente a la deuda, es muy caro emitir nuevas acciones. Y muy importante, el uso del capital, la reinversión de los beneficios es extremadamente prudente. Hoy, más de la mitad del cash flow es destinado al accionista en dividendos y recompra de acciones. Cuando los beneficios crecen, no hay razones para un estallido de volatilidad.
- R. ¿Cuál es entonces su asignación de activos?
- R. Para una cartera equilibrada, tenemos un 46% en Bolsa, del que un 25% es Bolsa global, dividida en diferentes estrategias: value, momentum... Tenemos también una posición táctica en Bolsa europea y emergentes. Y finalmente, tenemos los mercados domésticos para cada inversor. En la parte de deuda, tenemos una gran exposición a deuda de bancos, como los cocos, que pueden considerarse como una alternativa a la Bolsa. Y estamos también en deuda de duración. La mayoría de la gente está pensando en un alza de tipos y nosotros creemos que el riesgo está en un descenso. Creo que es más probable ver el treasury en el 1% que verlo de forma sostenible en el 3%.
- R. ¿Cómo cree que influirá la situación política en Cataluña sobre el mercado español?
- R. Es una evidencia que la prima de riesgo española ha subido en los últimos tres meses y la Bolsa se ha comportado peor. No hay forma fiable de crearse una opinión sobre estas incertidumbres políticas. Pero cuando el problema se materializa, como ocurrió con el brexit, entonces sí hay una oportunidad porque el mercado sobrerreaciona. Y así es como gestionamos estos eventos políticos. Compramos Bolsa en la mañana del brexit y compramos Bolsa estadounidense en la mañana de la elección de Donald Trump.
Sobre la firma
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.