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Orbital Critical Systems, el proveedor del Airbus A400M que enviará una nave a Marte

La empresa, que se gestó en una incubadora de 'startups' de Navarra, fabrica los sistemas que controlan el avión de transporte militar y los de la sonda que llevará un robot al planeta rojo

Ingeniero de Orbital Critical Systems en la sede de la empresa en Madrid.
Ingeniero de Orbital Critical Systems en la sede de la empresa en Madrid.Pablo Monge (Cinco Días)

Jorge trabajaba en Airbus. Ascensión en Bosch. Ambos eran ingenieros españoles afincados en Alemania y se dieron cuenta de que había un nicho de mercado sin explotar: la especialización en sistemas críticos embarcados. Se trata de programas informáticos que aseguran el correcto funcionamiento de los aviones y que, si fallan, puedan causar la pérdida de vidas humanas o de grandes sumas de dinero.

La hiperespecialización en la creación de estos sistemas fue lo que en 2008 llevó a Jorge Robles y Ascensión Cruchaga (que en ese momento tenían 29 y 32 años, respectivamente) a fundar Orbital Sistemas Aeroespaciales, justo un mes antes del estallido de la crisis.

Esta pyme, que con la intención de reflejar un carácter más generalista cambió de nombre a Orbital Critical Systems en marzo de 2016, abrió su sede en Navarra con el apoyo del CEIN (Centro Europeo de Empresas e Innovación de la comunidad foral), un vivero de empresas dedicado a incubar y lanzar startups con gran potencial de crecimiento.

Durante los tres primeros años toda su facturación se basaba en la exportación al mercado germano. “La gente pensaba que éramos una empresa alemana”, bromea Luis Ramírez, director de tecnología de la firma. Fue en 2010 cuando Orbital CS saltó al mercado nacional. “Ahora solo el 35% de nuestros ingresos proceden de exportaciones, el resto se genera aquí”, explica Ramírez. El ejecutivo trabaja en la oficina que el grupo abrió en Madrid en 2011, debido a que el músculo del sector aeroespacial está asentado en la capital.

Luis Ramírez, jefe de tecnología de Orbital Critical Systems.
Luis Ramírez, jefe de tecnología de Orbital Critical Systems.Pablo Monge (Cinco Días)

La actividad de la empresa se ha ido ramificando a lo largo de los años. Lo que comenzó con la creación de un software para el mundo de la aviación, poco a poco fue extendiéndose a otros campos. Si bien el 70% de su actividad sigue concentrada en el ámbito aeronáutico, el 20% se desenvuelve en el sector del espacio y el 10%, en el ferroviario.

El momento de inflexión hacia su consolidación económica fue la entrada en el proyecto A400M de Airbus. Este avión de transporte militar de largo alcance, que según Ramírez es el Rolls-Royce del mundo aéreo, trae mejoras “que parecen ciencia ficción”.

Orbital CS interviene en el diseño, código fuente y validación de distintos procesos del ordenador del A400M. También contribuye a fijar las coordenadas del destino de las cargas (equipamiento militar) y paracaidistas en maniobras de lanzamiento.

La colaboración con Airbus no se limita al A400M. Orbital también aporta su granito de arena a los aviones del consorcio europeo que realizan operaciones de repostaje en pleno vuelo. “Ahora mismo trabajamos para automatizar el proceso de carga de combustible, que actualmente necesita intervención humana” explica.

¿La clave del éxito de Orbital? La especialización. Normalmente, las grandes empresas reúnen ingenieros para un proyecto específico y cuando este acaba los traslada a otro, obligándolos a familiarizarse con un nuevo proceso. Gracias a la especialización, Orbital CS tiene la capacidad de juntar un grupo de profesionales que se dedica siempre a lo mismo, por lo que el proceso de producción se optimiza y es más rápido.

El otro pilar de su consolidación en el mercado ha sido la creación de herramientas propias. Cuando desarrolla un proyecto de ingeniería, Orbital diseña instrumentos específicos para llevar a cabo ese trabajo, pero posteriormente, algunos de estos sistemas acaban convertidos en soluciones que comercializan en el exterior. Es el caso de Mimets, el producto estrella de la compañía, el cual sirve para comprobar el correcto funcionamiento de tecnologías críticas.

En su sede madrileña, la compañía es capaz de producir sus propios instrumentos y sistemas.
En su sede madrileña, la compañía es capaz de producir sus propios instrumentos y sistemas.Pablo Monge (Cinco Días)

Misión a Marte

A lo largo de su trayectoria, Orbital CS ha participado y participa en proyectos muy interesantes. Uno de ellos es ExoMarte. “En 2020, una nave va a viajar a Marte, va a aterrizar allí y desembarcar el primer rover [vehículo de exploración espacial] europeo”, destaca Ramírez. La tarea de Orbital CS en esta misión será la de comprobar y evaluar el funcionamiento del ordenador principal de la nave que transportará el rover hasta el planeta rojo.

Mobnet es otro de sus productos más novedosos. Añadido a un dron pequeño durante una misión de rescate, el sistema es capaz de monitorizar la zona afectada por una catástrofe, como un terremoto o una gran avalancha de nieve, y localizar víctimas aisladas a través de la búsqueda de señales de teléfono móvil. “Donde hay un móvil suele haber personas cerca”, apunta Ramírez.

Otro de los campos en el que la compañía es puntera es el desarrollo de sistemas operativos en tiempo real. Estos permiten la interacción entre el software y hardware de un ordenador. A nivel usuario los más utilizados son Windows, Linux y Mac. Pero en el campo profesional en el que se mueve Orbital CS solo existen dos, VxWorks e Integrity, ambos de factura estadounidense. La empresa española va a romper este duopolio con el lanzamiento a finales de año de un tercero.

En el aspecto económico, Orbital CS no ha hecho más que crecer. El primer año de ejercicio, cuando tan solo tenía cinco empleados, su facturación rondó los 100.000 euros. Al cierre de 2016, esta cifra se situó en los 4,6 millones. Dos momentos han sido claves en esta evolución. Por un lado, la entrada en el proyecto del A400M, que le permitió aumentar su plantilla de 26 a 45 trabajadores. Este refuerzo tuvo su correlato en el incremento de la facturación anual, que pasó de un millón a casi tres en el mismo período.

A finales de año romperá el duopolio de sistemas operativos para aplicaciones en tiempo real

Ahora la firma cuenta con 90 empleados repartidos entre sus tres sedes de Madrid, Pamplona y Ulm (Alemania). “Nos gustaría contratar 10 empleados más, pero tenemos dificultades para dar con profesionales que cumplan los perfiles que necesitamos”, explica el directivo.

El otro momento importante se produjo entre 2015 y 2016, cuando la empresa adquirió la capacidad de facturar producto propio. Hasta ese momento, la actividad del grupo dependía únicamente de la oferta de servicios. A partir de 2015, cuando adquirió capacidad productiva, la facturación anual de la firma experimentó un salto hacia delante.

La edad media de los empleados es 30 años. “No es algo deliberado, simplemente el perfil profesional que buscamos lo encontramos en esa franja de edad”, explica.

La previsión de crecimiento no es más que favorable. Ramírez informa que la empresa espera cerrar el ejercicio 2017 con unos ingresos de seis millones, pudiendo llegar incluso a los 6,4.

“Debemos tener en cuenta que invertimos el 20% de nuestras ganancias en I+D y eso se refleja en nuestros datos de facturación”, aclara. Gracias a esta política de reinversión, la compañía, que desde su fundación ha experimentado un crecimiento constante, está ahora a punto de experimentar “una explosión”.

Su implicación en la I+D es ejemplar. Gracias al apoyo del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), la empresa recibió en 2015 un premio del plan Avanza. Este consistio en la subvención del 30%del millón y medio de euros que había invertido en el desarrollo de su propio sistema operativo durante los tres primeros años del proyecto.

Orbital es también la primera empresa española que ha ganado una ayuda del programa europeo Horizonte 2020 como líder de un consorcio integrado también por sendas firmas de Holanda, Alemania y Polonia.

Un ingeniero de Orbital repara un panel. La compañía participa en la misión espacial ExoMarte.
Un ingeniero de Orbital repara un panel. La compañía participa en la misión espacial ExoMarte.Pablo Monge (Cinco Días)

Datos de interés

Subvenciones. En 2012 consiguió una ayuda del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), que gestiona en España el CDTI, para el desarrollo de equipos y sistemas aeroespaciales críticos. En 2013 ganó una segunda subvención para el mantenimiento predictivo, abierto, remoto y en tiempo real de parques eólicos en alta mar. En 2015, a parte de la ayuda de Avanza, obtuvo una financiación para el desarrollo de sistemas para avión más eléctricos, seguros y reconfigurables.

Plantilla. La empresa, que empezó con tan solo cinco empleados, cuenta ahora con 90. Actualmente está en busca de 10 empleados más, pero tiene dificultades para encontrar profesionales que cumplan el perfil requerido.

Competencias. Aunque la empresa comenzó su actividad en el campo aereonáutico, trabaja también para las industrias ferroviaria y espacial. De cualquier manera, el 70%de su actividad sigue concentrada en el sector aéreo.

I+D. El grupo destina el 20% de su presupuesto anual a investigación y desarrollo. Una de las características más destacadas de la empresa es su constante implicación en el desarrollo de nuevos proyectos científicos.

Airbus. El consorcio europeo fue el primer cliente importante de Orbital CS. La entrada en el proyecto del avión de transporte militar A400M ayudó a la empresa española a consolidarse en el mercado.

Mimets. Esta herramienta, que sirve para evaluar el funcionamiento de un sistema crítico, es el primer producto de facturación propia de la empresa.

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