Las exportaciones suman cuatro años por encima del 33% del PIB
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 3,2% en 2016 hasta los 368.617 millones, el 33,2% del PIB, según el Banco de España.
Tras quince años consecutivos de crecimiento, las exportaciones españolas de bienes y servicios cayeron un 15,4% en 2009 hasta los 244.651 millones de euros. Fue el inicio de una crisis con un desplome sin precedentes de la inversión empresarial y del consumo de los hogares que obligó a las empresas a buscar fuera lo que habían perdido dentro. Siete años después, las ventas al exterior se han situado en 368.817 millones, lo que supone un crecimiento del 50,6%.
Un tercio del avance de 2016 corresponde al turismo
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron el pasado ejercicio en 11.700 millones de euros. En ese avance tuvo un papel destacado el turismo, en el que los ingresos procedentes de esta actividad crecieron en 3.600 millones, un 30,8% del total. Dicho de otra manera que uno de cada tres euros del aumento de las exportaciones procedió del turismo.
El pasado ejercicio fue el mejor de la historia para el turismo. En solo un año ganó 7,2 millones de visitantes hasta los 75,3 millones gracias al desplome en destinos competidores como Egipto, Turquía o Francia. Las previsiones para este curso son muy buenas, como prueba que la llegada en enero haya crecido un 10,7% en tasa anual.
En ese mismo período, el PIB no empezó a crecer hasta 2014 y eso provocó que las exportaciones crecieran más rápido que la economía española y que el peso del sector exterior se incrementara sustancialmente. En 2009, las exportaciones suponían el 22,7% del PIB, mientras que en 2016, si se tiene en cuenta la cifra de PIB que maneja el Ejecutivo dentro del Plan Presupuestario remitido a Bruselas, el porcentaje creció hasta el 33,2%. Un porcentaje superior al registrado por Italia (30,1%), Francia (29,5%) o Reino Unido (28,1%), pero lejos del 46% de Alemania.
Diez puntos y medio que traducidos en términos absolutos, suponen que las ventas al exterior habrían crecido en torno a 124.000 millones entre 2009 y 2016. De ellos, 95.000 corresponden a las ventas de bienes a otros países y 29.327 a la de servicios. Las exportaciones de bienes, espoleadas por la mayor demanda de bienes de equipo, automóviles y alimentos procedentes de España, sumaron un crecimiento del 59,1% en el citado período, mientras que la de servicios lo hicieron un 34,5%.
Las condiciones que han propiciado este crecimiento ininterrumpido del peso del sector exterior, sin embargo, han cambiado este ejercicio y podían cortar esa racha alcista de siete años. La ventaja competitiva más importante es la contención de la inflación, que se mantuvo por debajo del resto de socios de la zona euro en los tres últimos ejercicios. El diferencial de inflación favorable con la zona euro fue de seis décimas en 2014 y 2015 y de cinco décimas en 2016. En enero, el encarecimiento del petróleo ha provocado que la brecha sea negativa para España en 1,1 puntos. Los expertos consultados por Funcas auguran que los precios se moderarán a final de año pero que en ningún caso bajarán de un incremento del 1,5% previsto para diciembre. Unos precios más bajos otorgan margen a las empresas exportadoras para reducir precios o márgenes con el fin de ganar cuota en el exterior.
Salarios y demanda
Otro de los factores que puede propiciar un cambio de tendencia es el aumento de los costes laborales, ligados al incremento de los salarios pactados en convenio tras un período de tres años (2013 al 2015) en el que crecieron por debajo del 1%. El pasado ejercicio lo hicieron un 1,06% y este año aún se desconoce la cifra, ya que todavía no se ha llegado a un acuerdo. Los sindicatos reclaman subidas de hasta el 3% y los empresarios las limitan al 1,5%.
El último elemento que puede reducir el peso del sector exterior es la caída de la demanda de los grandes socios comerciales. El principal peligro viene de Francia, el primer socio comercial de España, en el que las exportaciones ya cayeron un 0,5% en 2016.
La fiscalidad favorece a Luxemburgo e Irlanda
Luxemburgo e Irlanda sobresalen frente al resto de países de la zona euro en cuanto a la importancia del sector exterior en su economía. Las exportaciones de bienes y servicios suponen el 235% y el 124% del PIB frente a la media del 46,2% de la zona euro.
La razón que explica esta diferencia es la baja fiscalidad de ambos territorios. En el caso de Luxemburgo, la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) desveló que casi 350 multinacionales, entre ellas Pepsi, Ikea, AIG, Fiat, Amazon, JP Morgan, Heinz, Burberry, PIMCO o Deutsche Bank, firmaron acuerdos secretos para rebajar sus impuestos a cambio de implantarse allí. Hubo algunas que tan solo llegaron a pagar el 1% en Sociedades y un único domicilio fiscal llegó a albergar hasta 1.600 compañías diferentes.
Irlanda cuenta con uno de los impuestos más bajos a la hora de gravar los beneficios empresariales y eso ha propiciado que hayan llegado a su país un gran número de multinacionales atraídas por su baja fiscalidad. En paralelo Bruselas ya ha establecido en sus investigaciones que el ejecutivo irlandés concedió ayudas ilegales a Apple, algo prohibido por la legislación comunitaria, lo que le permitió pagar un tipo del 1% en 2003 y del 0,005% en 2014”.
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