El mito de que el salario no importa para los ‘millennials’
Las dificultades de la crisis económica han influido en que se creen estos estereotipos
De las aspiraciones profesionales de las nuevas generaciones de empleados suele hablarse en clave de flexibilidad horaria, digitalización o ruptura con las jerarquías. Sin embargo, según diversos estudios, el salario no parece ser una de las preocupaciones de estos jóvenes nacidos, a grandes rasgos, entre 1980 y el 2000, conocidos como mileniales. Esta idea, no obstante, es fruto de una etapa complicada, en la que la crisis económica trajo una enorme bajada de los salarios. “Es cierto que las nuevas generaciones quieren poder elegir en muchos más aspectos, como sus horarios de trabajo, y tienen otras metas profesionales”, explica la directora general de la firma de desarrollo de talento Lee Hecht Harrison, Nekane Rodríguez. “Pero no hay que confundir su entorno ideal con el hecho de que puedan hacer una labor concreta a cualquier precio”, apunta. No hay que olvidar que estas generaciones han vivido la crisis en el inicio de su vida profesional, “y que por eso han tenido que amoldarse a las circunstancias”.
Los universitarios españoles aspiran a ganar en torno a 1.600 euros mensuales en su primer trabajo
Para Rodríguez todo radica en la evolución de las empresas y del mercado. “Hace tres o cuatro años, la situación llevó a que muchas compañías tuviesen que reducir los salarios, pero la tesitura está cambiando poco a poco y es lógico que los profesionales exijan un cambio retributivo acorde a esta variación”. Así lo corrobora el estudio Cost of Talent 2016, de la consultora sueca Universum, que revela las expectativas salariales de los jóvenes universitarios españoles y del resto del mundo.
Así, en su primer empleo tras terminar la carrera, el universitario español “aspira a obtener un promedio bruto de 19.800 euros anuales, lo que supone unos 1.650 euros al mes”, afirma el estudio. Estos números contrastan enormemente con los datos del Consejo de la Juventud de España, organismo creado por ley en 1983 y formado por los Consejos de Juventud de las distintas comunidades autónomas y organizaciones juveniles de ámbito estatal, que cifra en 1.000 euros mensuales el sueldo medio de los jóvenes españoles menores de 29 años durante 2016.
España, no obstante, se encuentra en la mitad de la tabla de los países europeos. El estudio de Universum, con encuestas a cerca de 600.000 universitarios europeos, coloca por este orden a suizos, daneses y noruegos en el podio europeo. “Señalan querer recibir 73.700 euros anuales (algo más de 6.000 al mes), 55.200 euros (4.600 mensuales) y 49.300 (unos 4.100 al mes) respectivamente”, afirma el estudio. Algo por debajo de los primeros se encuentran Alemania y Reino Unido, y al final de la tabla, Portugal, Grecia y los países de Europa del Este.
“La situación económica es diferente a la de hace unos años, y esta mejora también repercute en las aspiraciones salariales”, explica Encarna Maroño, directora de recursos humanos de Adecco en España. “Cuando alguien no tiene trabajo, el salario no es uno de los principales baremos, pero ahora mismo, con una paulatina vuelta a las posiciones de hace unos años, la retribución vuelve a ser un tema a tratar”. Así lo certifica el último estudio de este grupo de recolocación temporal, lanzado la semana pasada, en el que se afirma que casi nueve de cada 10 empleados, en concreto un 85%, le pide a su empresa por Navidad un aumento de sueldo.
“Es cierto que los millennials tienen aspiraciones diferentes a las de otras generaciones y le dan más importancia a la formación, a conocer diferentes áreas de la empresa y a llenarse la mochila con nuevas habilidades y competencias”, prosigue Maroño, “pero la retribución no es menos importante”. Más aún hoy en día, continúa, “cuando gracias a las redes sociales y a diferentes plataformas, es fácil saber si tu posición está pagada de más o de menos en comparación con el resto de profesionales del mismo cargo”, alega. Para Nekane Rodríguez, lo que más valora un empleado en su vida laboral es el entorno, el desarrollo profesional y el salario. “No puede olvidarse ninguno de los tres puntos”, afirma.
Las mujeres aspiran a ganar un 11% menos
Cuando la desigualdad salarial entre hombres y mujeres es un hecho, las aspiraciones en cuanto a la retribución también se ven afectadas. Según se desprende del estudio de Universum, las universitarias aspiran a ganar un 11% menos de media que sus compañeros.
Así, en la rama de Ciencias Empresariales, esta desigualdad aumenta al 12% y se reduce al 10% en el caso de las Ciencias e Ingenierías. En España esto se traduce en que las profesionales licenciadas en Ingenierías y Ciencias esperan ganar anualmente unos 1.600 euros menos que sus compañeros varones, es decir, un 4,5% por debajo. La diferencia por sexos en España aumenta a 2.200 euros cada ejercicio al preguntar a las mujeres que han estudiado Ciencias Empresariales, lo que supone un 10% menos que los hombres.