Éxito empresarial respetando el decálogo ético de la ONU
Sectores ultracompetitivos, como la moda, ponen en cuestión los modelos de crecimiento sostenible. Algunas empresas consiguen imponerse respetando valores éticos.
El sector de la moda es altamente competitivo y globalizado. En estos entornos, resulta complicado impulsar códigos y normas éticas por encima de las que marcan las regulaciones estatales. Hay empresas que, sin embargo, logran implantar modelos exitosos y rentables que, además, son capaces de generar un impacto positivo en la sociedad. Es el caso de la marca de moda SANTA MARTA, que aplica políticas como el decálogo ético de la ONU dentro de sus fórmulas de trabajo.Lo analizamos con Juan Carlos Martín, responsable retail de la marca.
¿En qué consiste el decálogo ético de la ONU?
La moda es una de las industrias más potentes a nivel mundial y sin embargo es una de las más contaminantes y menos sostenibles. El fenómeno del fast fashion ha creado un patrón insostenible de oferta y demanda que incita permanentemente al consumo. Hasta ahora, podría parecer como una industria exitosa desde un punto de vista capitalista, sin embargo, está comprobado que la moda contamina desde el punto cero; la extracción de la materia prima utilizada para la fabricación, recursos naturales como el algodón y el agua, son manipulados en demasía con monocultivos provocando daños irreparables y contaminados en exceso con pesticidas y fertilizantes. El proceso de fabricación también incluye químicos nocivos en el teñido, lo que explica por qué la moda es la segunda industria más contaminante.
Las largas cadenas de producción de la industria, es decir desde la extracción de la materia prima hasta la fabricación, reflejan altos índices de contaminación en todos y cada uno de sus puntos, y peor aún, menos indicativos sostenibles. Los recursos naturales del planeta no son suficientes para dar abasto con este modelo, solo el algodón es responsable del 2.6% del uso global del agua. En las últimas tres décadas la globalización ha provocado una competencia basada en guerras de precios que incitan al consumo desenfrenado- no es coincidencia que durante este mismo periodo de tiempo se han consumido un tercio de los recursos naturales.
Los efectos que produce este modelo han provocado efectos prácticamente irreversibles: daños producidos por los monocultivos, contaminación de recursos naturales repercutiendo en la biodiversidad y degradaciones irreparables del medio ambiente, una huella hídrica exuberante, efectos nocivos para la salud tanto de los animales y los humanos, uso desproporcional de energía y exceso de residuos. El decálogo ético, recogido en el pacto mundial de la ONU surge para dar respuesta, en sus puntos 7º, 8º y 9º, a esta tendencia que desde los años 60, a la incógnita de la moda sostenible desde un punto de vista ecológico y social.
Es un pacto amplio, donde se aborda que las empresas deben luchar para no sólo apostar por la sostenibilidad, sino por la no discriminación, la erradicación del trabajo infantil y el compromiso de no vulneración de los derechos sociales de los trabajadores. SANTA MARTA es social y medioambientalmente responsable. Aunque no nos fijemos en la competencia, estamos convencidos que otros no pueden decir lo mismo.
- ¿Cumple, en términos generales, el sector textil español con este decálogo?
Podríamos decir que España es un país avanzado socialmente, por lo que en este campo sí podemos decir que el sector goza de buena salud. Sin embargo, en sostenibilidad queda mucho camino por recorrer. Si dijéramos que "cuanto más grande" o, mejor dicho "cuánto más hace una empresa fast-fashion" más contamina y degrada el medioambiente, no faltaríamos a la verdad. Las grandes compañías, a pesar de maquillar con acciones eco-friendly sus tiendas, no son en absoluto sostenibles, ni mucho menos ecológicamente responsables. Ahora bien, ¿Qué va antes, el huevo o la gallina?. El consumismo voraz de moda hace que sea la propia sociedad la que finalmente alimente este círculo vicioso.
- ¿Cómo adaptáis vuestros procesos para cumplirlo?
La moda sostenible es aquella que utiliza tejidos naturales sin productos tóxicos.
Un negocio de moda que apuesta por ser sostenible como SANTA MARTA se basa en la conservación de los recursos naturales, el bajo impacto ecológico de los materiales empleados o el respeto por las condiciones económicas y laborales de los trabajadores que participan en el proceso de producción. Por otro lado, la gran mayoría de la ropa que consumimos se produce sin tener en cuenta las condiciones laborales y sociales de los trabajadores. En relación a esto, SANTA MARTA redactó en 2015 su propio código de conducta, que recoge los compromisos éticos y sociales de la producción, y actualmente estamos redactando memorias sociales o de sostenibilidad, en las que explicamos nuestro comportamiento social y medioambiental.
SANTA MARTA comenzó a tomar conciencia de la importancia de la ética empresarial debido a la denuncia de organizaciones sociales como Intermón-Oxfam y sindicatos en materia de derechos laborales y códigos de conducta.
Hemos comenzado a incluir en nuestras colecciones prendas y productos procedentes de materias primas cultivadas sin pesticidas ni agentes químicos. Por ejemplo, nuestra línea de camisería "ORGANIC COTTON", con un alto porcentaje de algodón orgánico en su producción.
No se puede olvidar que con la moda sostenible se puede ayudar a cuidar el planeta y la salud de los que lo habitan, por lo que pensamos que debemos garantizar que el producto ha sido fabricado en centros de producción que son respetuosos con los criterios medioambientales y sociales.
Para considerar una prenda sostenible debe cumplir una serie de criterios medioambientales y sociales. En primer lugar, todo su proceso de producción debe respetar el medio ambiente y sus materiales deben ser naturales u orgánicos.
Además, la moda sostenible debe ser socialmente responsable, lo que significa que en su cadena de producción ha de evitarse la explotación laboral y se ha de proteger a sus trabajadores. Estas ideas son las que llevamos a cabo en
- ¿En qué puede percibir el usuario que habéis cumplido con ese decálogo?
Nuestros clientes fieles lo reconocen siempre que se fijan; reutilización de materiales en nuestras colecciones, algodón orgánico cada vez más presente, más del 80% de la fabricación hecha en España. Eso son valores que nos identifican y diferencian del resto, lo que nos hace estar muy orgullosos. El comprar una prenda nacional y no de Bangladesh o India, asegura todas las garantías de que se cumple con la legislación laboral sin ningún abuso social.
- ¿Qué otras fórmulas utilizáis para aportar calidad y valor ético a vuestras prendas?
A pesar de ir contracorriente, en SANTA MARTA reaprovechamos todos los materiales; manteniendo tendencias, incluimos retales de otras temporadas en forros o entretelas, siendo esto algo que no es visible, pero que ayuda a aligerar la fabricación de nuevos tintes. Además de la línea de algodón orgánico, reciclamos los materiales de tiendas, desde mobiliario y escaparates, velando igualmente con que nuestras tiendas sean cada vez más eficientes energéticamente. Nuestro director creativo, Francisco Navarro, es el gran valedor y visionario en este campo; de hecho, nos sorprendió hace poco con su apuesta por fabricar con cáñamo, y en eso estamos ahora. SANTA MARTA tiene ADN ecológico y social, que vamos aplicando a medida que nos hacemos nuestro hueco en el mercado.