Géiseres, bisontes, osos, lobos y alces en Yellowstone
Asentado en un supèrvolcán, inquietantemente activo, es el corazón de un extenso y bien conservado hábitat natural.
Puede parecer tranquilo, pero Yellowstone se encuentra justo encima de uno de los mayores volcanes de la Tierra, no extinguido, sino inquietantemente activo. El parque nacional más antiguo, famoso y espectacular de Estados Unidos es un volcán, pero no uno cualquiera.
Los flujos de lava y rocas arrojados por las tres erupciones que tuvieron lugar hace millones de años cubren la mayor parte de este territorio que abarca más de 9.000 kilómetros cuadrados –es mayor que la Comunidad de Madrid– donde conviven libremente osos grizzly con osos negros, coyotes con lobos y alces y bisontes con ciervos, entre otras especies. Es también hogar del oso Yogui…
Aquí encontramos ríos, cadenas montañosas, lagos, bosques frondosos, cañones y centenares de cascadas que jalonan este gran espacio natural del noroeste de Estados Unidos repartido entre los estados de Wyoming y Montana y una pequeña parte que se adentra en Idaho.
Ebullición
Sin embargo, lo que convierte en excepcional esta inmensidad natural, habitada durante cientos de años por nativos americanos, es la cantidad de fenómenos geotérmicos que alberga, surgidos de las profundidades de la caldera, evidencia de un movimiento volcánico continuo.
El parque está en continua ebullición con géiseres, fumarolas, volcanes de lodo y otras formas de actividad hidrotermal. De hecho, dos tercios de todos los géiseres del planeta están aquí.
Los fenómenos hidrotermales cambian constantemente de temperatura y comportamiento, y no dejan de aparecer otros nuevos, que en medio de los bosques liberan nubes de vapor visibles desde la altura, emitiendo unos gases tóxicos que, se dice, pudieron ser, en parte, responsables de la drástica reducción de la población de bisontes.
Fueron salvados de la extinción no hace mucho tiempo. A comienzos del siglo XX no había más de 50 ejemplares; en la actualidad en Yellowstone se encuentra una de las mayores manadas de bisontes salvajes que quedan en el mundo, cerca de 5.000.
Precisamente, desde hace un par de meses, el bisonte americano es oficialmente el mamífero nacional de Estados Unidos después de que el presidente Barack Obama firmara la Ley Nacional del Bisonte. Es un símbolo.
La carretera que conduce a Old Faithful cruza la zona de los géiseres, donde se localizan más de la mitad de los 300 que tiene el parque. Hay varios senderos desde donde admirar estas asombrosas fuentes que expulsan columnas de agua caliente y vapor, con el géiser Old Faithful como gran atractivo por la altura que alcanza, hasta 70 metros, con erupciones constantes, cada hora u hora y media, y una duración de entre dos y cinco minutos.
Esta es una caminata de unos cuatro kilómetros, de esas que no se olvidan, durante la cual está totalmente prohibido salirse de los senderos marcados o de las pasarelas de madera habilitadas, ya que el terreno y las aguas de alrededor pueden alcanzar temperaturas muy elevadas.
Laguna turquesa
El camino a Madison, el centro de información de la entrada oeste, nos acerca a otro de los lugares imprescindibles y más conocidos: Grand Prismatic, una laguna termal de 110 metros de diámetro donde el agua de color turquesa está rodeada de tonos ocres, amarillos, naranjas… Un sorprendente arco iris.
A unos 40 kilómetros de Madison, el gran reclamo son las Great Falls, las cataratas del río Yellowstone, de casi cien metros, que se precipitan por un abrupto cañón.
De los varios miradores que se asoman a este espectáculo, Artist Point es el más famoso porque se dice que aquí el artista Thomas Moran pintó las acuarelas que consiguieron convencer al Congreso de Estados Unidos para crear el parque nacional en 1872, aunque ya se tenían noticias de su existencia mucho antes, a mitad del siglo XVIII, a través de los tramperos francocanadienses.
Hacia el Este, en el valle de Lamar, se extienden las praderas y bosques donde pastan los bisontes, y donde es posible ver lobos, linces, alces…
Para aquellos que opten por hacer rutas senderistas, una de las más completas es la que en seis días se aproxima a la base del Electric Peak, la montaña más alta de Yellowstone (3.378 metros), que después se adentra en el Bear Country, a través de la senda Sportsman Lake hasta el campamento del lago Sportsman.
Yellowstone no es un zoo, ni una reserva, es un ecosistema extraordinario. Conocerlo requiere mucho tiempo y varias visitas. Adentrarse en las zonas más aisladas y profundas del parque es un reto factible para la mayoría, aunque es conveniente hacerlo con un guía, ya que cabe la posibilidad de no encontrarse con nadie durante varios días, incluso en temporada alta.
Las normas son claras: no hay que dejar rastro, mantenerse a una distancia prudente de los animales y, en caso de aventurarse sin guía, es obligatorio comunicar el plan de viaje a los guardas (rangers en inglés).
Yellowstone solo se puede recorrer en coche desde finales de mayo-junio hasta principios de octubre, y hay que tener en cuenta que durante el verano es un destino turístico de primer orden en Estados Unidos, así que conviene reservar alojamiento con antelación, bien en el interior del parque, que cuenta con numerosas opciones, desde campings, hoteles y lujosas cabañas hasta acampar en plena montaña si se va de trekking y se solicita permiso, o en alguno de los pueblos más cercanos, como West Yellowstone, en la entrada oeste, o Gardiner, en el acceso norte, en la frontera con el Estado de Montana.
Si la visita forma parte de un recorrido más amplio por Estados Unidos, la mejor manera de llegar es en coche o bien volar a alguno de los aeropuertos más cercanos, Cody (a 84 km) y Jackson Hole (a unos 70 km). Si el plan de viaje es visitar solo Yellowstone y alrededores, lo más habitual desde España es aterrizar en el aeródromo Salt Lake City, la capital de Utah, a 500 kilómetros del parque, y allí alquilar un automóvil.
Supervolcán
Se habla de la región de Yellowstone como de un supervolcán porque expulsó más de mil kilómetros cúbicos de ceniza y lava en una sola explosión. El reciente hallazgo de una enorme reserva de magma en la corteza terrestre en la zona realizado por científicos de la Universidad de Utah inquieta.
Sin embargo, la bolsa se encuentra a gran profundidad y una erupción en los próximos miles de años es sumamente improbable, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Pero si explotara, dicen, podría cambiar el mundo.
Mientras tanto, Yellowstone seguirá siendo el corazón de un extenso y bien conservado hábitat natural, uno de los últimos ecosistemas intactos de las zonas templadas. Visitarlo es una gran elección para los amantes de la naturaleza salvaje.