A Volkswagen aún le esperan más golpes
Un nuevo riesgo se cierne sobre la compañía automovilística: el 'brexit'.
El consejero delegado Matthias Müller ha acelerado el motor de las ganancias de Volkswagen más rápido de lo esperado. El mayor fabricante europeo de coches se está recuperando del escándalo de la manipulación de las emisiones en 11 millones de vehículos diésel, pero logró un beneficio operativo antes de las medidas excepcionales de cerca de 4.400 millones de euros en el segundo trimestre. Es un 20% más que un año antes y más o menos 1.000 millones de euros por encima de las expectativas de los analistas.
La sorpresa de los beneficios del segundo trimestre muestra que la reducción de costes de Müller está funcionando
Esto da a Volkswagen un colchón financiero necesario para afrontar los crecientes costes del caso. La empresa aseguró ayer que provisionó 2.200 millones de euros adicionales principalmente para cubrir esos gastos. Esto se suma a los 16,2 millones ya reservados en 2015. El coste del acuerdo con las autoridades estadounidenses y los clientes anunciado en junio asciende a 15.300 millones de dólares (13.900 millones de euros), pero la empresa se enfrenta a demandas adicionales allí y en otros lugares.
La sorpresa de los beneficios del segundo trimestre muestra que la reducción de costes de Müller está funcionando. La suma de todas sus medidas previstas implicaría una reducción de los costes anuales de al menos 8.000 millones de euros hasta 2025. La mayor preocupación es la escasa rentabilidad de su marca central de turismos Volkswagen, que entró en pérdidas en el último trimestre de 2015.
El inconveniente es que es probable que la recuperación de Volkswagen que se quede sin combustible pronto debido a los sucesos que escapan al control de Matthias Müller. Reino Unido, el segundo mayor mercado de vehículos de Europa, se encamina a una fuerte desaceleración tras el voto del referéndum del 23 a favor de abandonar la Unión Europea. Esto pesará en la tibia recuperación de la zona euro y afectará a la demanda de vehículos nuevos en todo el continente. Los analistas de Deutsche Bank esperan que las ventas de vehículos en Reino Unido caigan un 12% en 2017 y redujeron su pronóstico para el conjunto del mercado europeo en dos tercios a solo el 1% el próximo año. Los accionistas pueden esperar más baches en la carretera.