_
_
_
_
El Foco
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una hoja de ruta para Theresa May

Reino Unido no puede negociar los acuerdos comerciales con otros países hasta que abandone la UE

Theresa May, sucesora de David Cameron al frente del Partido Conservador británico y del Gobierno del país.
Theresa May, sucesora de David Cameron al frente del Partido Conservador británico y del Gobierno del país. REUTERS

El 23 de junio, Reino Unido votó dejar la UE y David Cameron anunció su renuncia. El Partido Conservador ya ha decidido su nuevo líder. Su sucesora, Theresa May, presidirá a partir de hoy los mecanismos del llamado acuerdo de divorcio, que van a ser costosos y quebrantadores para ambos lados. Mientras que Cameron ha parado el reloj ahora, falta claridad en cuestiones clave que dañan la confianza de los inversores. Es un revés importante para la economía británica, incluyendo el sector de servicios financieros, su mayor contribuidor.

"El proceso de salida requiere al Estado 'descoser' alrededor de 80.000 páginas que lo atan a la UE"

¿Qué es lo próximo? Se espera que la primera ministra presente un proyecto de ley para abrogar el acta de la UE que introdujo al país en ella en 1972, voto que puede no llegar hasta noviembre. Reino Unido tiene entonces que invocar el artículo 50 del reglamento de la Unión para dar aviso formal de su salida, lo que acciona una ventana de dos años para las negociaciones. No hay plazos sobre cuándo debe invocarse el artículo y ese derecho radica solo en Reino Unido. El proceso de salida requiere al Estado descoser alrededor de 80.000 páginas de leyes que lo atan a la Unión. Ambas partes deben decidir cómo dividir activos, resolver asuntos presupuestarios y precisar futuros derechos para los nacionales de la UE en Reino Unido y viceversa. ¿Hay una salida? Aunque la probabilidad actual de una salida del brexit es baja, se espera que aumente en los próximos meses.

¿Qué pasa si el brexit no llega en el plazo de dos años? Reino Unido estará fuera a menos que dicho plazo sea extendido. No obstante, esto requerirá acuerdo unánime de los 27 Estados miembros restantes. Si el país sale, comenzará a comerciar con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) hasta que se negocien los nuevos acuerdos comerciales con la UE y otros países. Sin embargo, el director general la OMC ha indicado que Reino Unido también necesitaría negociar el nuevo arreglo con el organismo, ya que su entrada en él fue bajo los auspicios de la UE. Y para empeorar las cosas, va contra la ley de la Unión que un miembro negocie sus propios repartos comerciales con los extranjeros, lo que significa que Reino Unido no puede iniciar el proceso hasta que abandone la UE.

¿Qué forma podría tomar el brexit? Hay varias alternativas basadas en las relaciones que la UE mantiene con países no miembros. Como los servicios abarcan más el de 80% de la economía de Reino Unido, será crítico para él lo que suceda al comercio en este sector. Además, en ninguno de los modelos existentes se cubre el sector de servicios financieros, que necesitará ser negociado por separado, lo que puede no ser un proceso rápido.

La comisaria comercial de la UE, Cecilia Malmström, ha indicado que el país no puede comenzar a negociar los términos comerciales hasta que se haya ido. Una declaración reciente de los 27 países miembros confirmó la misma postura. Pero, según un informe de la BBC, los funcionarios de la Comisión de la UE creen en privado que es inconcebible que las negociaciones no comiencen antes.

¿Cómo comerciar con países no miembros de la UE? Con su salida, Reino Unido perdería el acceso preferencial a 58 países cubiertos por 36 acuerdos comerciales negociados por la UE. Como resultado, el Estado tiene que llegar a nuevos acuerdos. Por tanto, la amenaza de Obama de que Reino Unido iría al final de la cola para las negociaciones comerciales si salía es una seria preocupación.

"Si el país sale, comenzará a comerciar con las reglas de la OMC, aunque su director general ha indicado que  también tendrá que negociar el nuevo arreglo con el organismo"

Los expertos opinan que el tiempo mínimo para finalizar los nuevos acuerdos comerciales es de al menos cinco años. Para añadir más infortunios, si la UE tomara una postura fuerte, entonces el país no estaría en buena posición para negociar esos acuerdos comerciales hasta que salga. Otra opción sería convertir su economía en una duty-free, como Singapur, y eliminar todas las barreras para los miembros de la OMC, lo que levantaría también cualquier protección políticamente sensible para las industrias domésticas, que actualmente disfrutan de las ventajas de la UE.

Hay múltiples tareas desalentadoras que Reino Unido tiene por delante si quiere poner en marcha el artículo 50. El proceso de negociación con la UE va a estar lleno de retos y vetos, haciendo su salida impredecible. Y además, el país no va a estar en una buena posición negociadora una vez ponga en marcha dicho artículo, lo que podría llevarle a unos acuerdos no precisamente óptimos. Cada uno de los escenarios explicados antes u otros que podemos discutir en los próximos meses tendrán serias repercusiones. Para alguien que ha vivido años magníficos en Londres, que admira ese país, mantiene contacto habitual con él y con alguna de sus instituciones más importantes, todo esto le parece como algo irreal, increíble que hayan cometido un error de ese tamaño. En definitiva, un mal sueño. Pero no, no es un sueño por desgracia, es pura y dura realidad.

Joaquín Abós es international banking & business advisor.

Más información

Archivado En

_
_