Wall Street logra ponerse en positivo por primera vez el año
Volatilidad sobre los parqués europeos en una jornada no apta para cardiacos. De las ganancias, el Ibex 35 ha pasado de forma vertiginosa a unas pérdidas superiores al 1% que, con el transcurso de la mañana, han ido remitiendo hasta cerrar con un leve ascenso del 0,18%. El selectivo ha conseguido mantener el importante soporte de los 8.900 que permite, según los analistas técnicos, dar carpetazo a la tendencia bajista que acompañaba al índice desde principios de diciembre.
Los bancos han sido los principales responsables del freno del Ibex, que ha estado encabezado por Popular (-3,28%), Bankia (-2,88%) y Bankinter (-1,81%). La debilidad que venían arrastrando desde la víspera entidades como Deutsche Bank o Credit Suisse en Europa ha acabado contagiando el pesimismo a las firmas españolas, que han acabado corrigiendo de nuevo sus últimas jornadas de ganancias. No obstante, el leve ascenso en el selectivo ha venido de la mano de los valores que cotizan al son de las materias primas, que han escalado al mismo ritmo al que se depreciaba el dólar. Las compañías más beneficiadas en el Ibex han sido ArcelorMittal, que se ha anotado un 9,52%, junto con Acerinox (+3,81%) o Repsol (+2,49%), beneficiada por el ascenso en el precio del crudo.
En el resto de Europa, la sesión ha transcurrido por los mismos derroteros, aunque estos índices no han gozado de tanta suerte como el Ibex. El Dax alemán se ha dejado en torno al 1,1%, mientras que el Cac ha perdido un 0,6%;el Euro Stoxx 50, un 0,8% y el Mib italiano ha corregido un 0,6%. Sin embargo, el Footsie ha sido el único en librarse de la quema, con un ascenso del 0,2%. La estocada que Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, dio el martes al dólar, tras reducir a dos las subidas de tipos previstas, ha causado estragos entre las principales exportadoras europeas que se nutren de una moneda propia más débil. De esta manera, el sector con empresas con mayor volumen de negocio fuera de la zona euro se ha acabado situando a la cola del Stoxx 600 y ha lastrado a la renta variable del Viejo Continente.
Ante este escenario, los datos macroeconómicos tampoco han ayudado. Hoy, Eurostat ha dado a conocer la inflación del mes de febrero, que ha caído hasta el -0,2%, cinco décimas por debajo del dato del mes anterior, y vuelve a incidir en terreno negativo después de haber registrados algunos repuntes al alza en los últimos meses.
Al otro lado del Atlántico, los índices en Wall Street han dejado de lado la euforia con la que habían recibido el miércoles las palabras de la Reserva Federal y han acabado contagiados en su apertura por la espiral bajista que ha rodeado al continente europeo. No obstante, al cierre de los mercados en el Viejo Continente, Wall Street ha ganado posiciones, registrando por primera vez en 2016 una sesión en positivo. Así, El Dow Jones se ha anotado un 0,9%, el S&P ha avanzado un 0,66% y el Nasdaq ha subido un 0,23%.
Para el mercado de deuda, la sesión ha estado menos marcada por los sobresaltos. La rentabilidad del bono español a 10 años ha caído desde el 1,50% de la víspera hasta el 1,42%. No obstante, la prima de riesgo se ha mantenido estable en los 119 puntos básicos.
En el mercado de divisas, la mencionada fortaleza súbita del euro ha acabado siendo el motor de las caídas bursátiles. La moneda comunitaria se ha apreciado un 0,78% desde la reunión de la Fed el miércoles y la paridad con respecto al dólar, que los expertos preveían para el segundo trimestre de 2016, se ve cada vez más lejos.