El talento femenino, alejado de la tecnología
De cada 1.000 graduadas en la UE, tan solo 29 salen de facultades relacionadas con tecnologías de la información y la comunicación
La alarma está sonando desde hace tiempo. La escasa presencia de mujeres ingenieras genera más que preocupación. Por diversas razones: por la pérdida de oportunidades que supone para el colectivo femenino este sector, uno de los que más demanda de empleo genera, y, por otro lado, por el desperdicio de talento en una de las áreas de la economía STEM (acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics que sirve para designar las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Se trata de un sector masculino, en el que cuesta que entren las mujeres. “Las carreras tecnológicas son ramas que siempre han sido asimiladas a los chicos, y el porcentaje de chicas ha ido disminuyendo en esta área, por debajo del 15%”, explica José Luis García Grinda, vicerrector de alumnos de la Universidad Politécnica de Madrid, quien señala que no es un problema que afecte solo a España, sino que es un fenómeno que se produce en todo el mundo.
Aprender con una casita de muñecas
No es un problema que atañe solo a Europa, en EE UU, la meca de las nuevas tecnologías, también están preocupados. En este país, el número de ingenieras ronda el 12%, un dato que preocupa al propio Barack Obama, que ha destinado unos mil millones de euros a fomentar la formación tecnológica en los institutos estadounidenses. “El objetivo es incrementar el número de ingenieras, a través también de convenios con el sector privado para promocionar el estudio de las STEM”, aseguró en la jornada sobre mujeres emprendedoras, celebrada en Deusto Business School, la responsable de asuntos económicos en la Embajada de Estados Unidos en España, Meghan Mercie.
Con el fin de intentar cambiar esta situación de escasez de féminas en el mundo tecnológico, varias ingenieras de la Universidad de Stanford han desarrollado juegos infantiles para intentar desplegar en las niñas habilidades relacionadas con la ingeniería. Uno de ellos, Roominate, inventado por Alice Brooks y Bettina Chen, es una caja con el material necesario, incluidas las luces, el ascensor, el ventilador o la chimenea, para que las niñas construyan ellas mismas una casita de muñecas. Otra colega de Stanford, Debbie Sterling, desarrolló otro juguete, Goldie Blox, para introducir a las pequeñas en este universo, a través de un libro en el que se anima a la construcción de máquinas que faciliten la vida a la protagonista del relato.
Sirvan los siguientes datos para corroborar lo anterior: el estudio Women active in ICT sector, elaborado por la Comisión Europea, revela que de cada 1.000 graduadas universitarias en la Unión Europea (UE), tan solo 29 salen de facultades relacionadas con enseñanzas de las tecnologías de la información y comunicación (95 en el caso de los hombres). “En ambos casos, tanto en hombres como en mujeres, es insuficiente, porque no hay trabajadores cualificados suficientes para atender la demanda de empleo que se está generando. Y si las mujeres estuvieran al mismo nivel que los hombres, se estaría más cercano al nivel deseado”, apunta Iván Soto, investigador de Deusto Business School (DBS), escuela de negocios donde esta semana se celebró la jornada Women in Steam, coincidiendo con la Startup Europe Week (semana europea de la startup), en la que participaron sobre todo ejecutivas y emprendedoras españolas que analizaron el papel de la mujer en el sector tecnológico. “Debemos transmitir a las mujeres que las mejores empresas para trabajar son las tecnológicas”, indica Marisa Estevez, ingeniera de telecomunicaciones y responsable de negocio en BT, sector del que asegura que enseña a tomar decisiones y del que destaca el valor añadido que aporta la tecnología en la carrera de cualquier profesional. “Nadie consiguió convencerme de que había límites”, explica, y recomienda a las empresas de este ámbito hacer campañas de concienciación en colegios e institutos.
Un trabajo de fondo
Porque es a edades tempranas cuando se debe comenzar a sentir atracción por este tipo de enseñanzas. Insiste en ello el vicerrector de la Politécnica de Madrid, quien señala que desde las instituciones educativas superiores se está trabajando cada vez con más énfasis con los colegios, con el fin de que haya más ingenieras. “Es necesario cambiar la imagen social que no relaciona esta rama con la mujer. Hay un trabajo que hacer a nivel de base, porque lo que es evidente es que todo el mundo usa la tecnología y tenemos el deber de acercarla al ámbito femenino”, subraya el vicerrector García Grinda, quien considera erróneo que cuando alguna mujer despunta en matemáticas en el colegio o en el instituto se le recomiende dirigir su formación hacia otra rama distinta. “Se las aleja y es un error. Las mujeres, en cambio, sí optan por las ramas de la tecnología que van acompañadas del componente bio; por ejemplo, la que está ligada a la medicina atrae a las chicas”.
Las STEM también están en la agenda de las Administraciones públicas. Es algo que resalta el investigador de Deusto Business School, para quien poderes públicos y expertos son conscientes de que todas las economías avanzadas van a necesitar más vocaciones STEM en los próximos años para seguir siendo competitivas y de esta manera asegurar el bienestar. Destaca, en este sentido, la iniciativa de la UE para impulsar el llamado Mercado Digital Único, donde se ha puesto como responsable a uno de los vicepresidentes de la Comisión, Andrus Ansip, además de nombrar un comisario de Economía y Sociedad Digital, Günther Oettinger.
También el programa Horizonte 2020 recoge un plan de investigación e innovación, con una dotación de 80.000 millones de euros, desde 2014 y durante seis años, con el fin de apoyar a emprendedores digitales y a proyectos de transformación digital de sectores ya consolidados.
Es más, si las mujeres participaran en la economía digital al mismo nivel que los hombres, se incrementaría el PIB de la UE en 9.000 millones de euros cada año. También pone de manifiesto el informe Women active in ICT sector que las empresas que facilitan que las mujeres accedan a puestos de alta dirección son un 35% más rentables. Otro dato poco reconfortante, según Iván Soto, es que solo el 19,2% de los trabajadores del sector TIC tiene a una mujer como jefe, mientras que en sectores no tecnológicos el porcentaje es del 45,2%. “Las carreras técnicas son las más prometedoras, pero es necesario un cambio cultural, porque la igualdad de género no solo es deseable desde el punto de vista de la justicia social o humano, sino que también es fundamental para fortalecer la competitividad”, afirma el investigador de DBS.
En este sentido, Carmen García, directora de negocio de IBM Commerce, cree que el momento actual es muy atractivo para la mujer en el mundo de la tecnología, ya que se está en la era de las personas: “Estamos en la era cognitiva de los ordenadores que son capaces de responder a preguntas y es el momento de crear entornos en los que las mujeres se sientan cómodas”. Durante su intervención en la jornada Women in Steam, esta directiva aseguró que son las propias mujeres quienes se ponen barreras.
Otra de las personas que ha abierto camino es Beatriz Lara, licenciada en Física, que durante años fue directora de innovación y de transformación corporativa de BBVA y hoy es consejera delegada de su propia empresa, Inmerso and Investor. Esta ejecutiva comenta que en estos momentos se siente fascinada por el mundo de los robots. “Soy pionera, a mí me dieron trabajos que nadie quería y ahora vivo en el futuro. Me gusta ejecutar un proyecto y cuando ya me aburre lo dejo y paso al siguiente”. Porque otro de los problemas es la discreta tasa de mujeres emprendedoras en actividades relacionadas con las TIC y con iniciativas empresariales en general.
Según datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), emprenden 6 de cada 100 hombres en edad de trabajar (6,4%), mientras que esta cifra desciende a poco más de 4 de cada 100 en el caso de las mujeres (4,6%). España está por detrás de la Unión Europea en emprendimiento femenino –la media en la UE es de 5 de cada 100 mujeres (5,45%)–. “El emprendimiento es la punta de lanza de la economía digital”, concluye Iván Soto.