Las concentraciones viven un año de récord
Las autoridades de competencia van a tener un 2016 complicado. Sobre la mesa tendrán que dirimir sobre centenares de operaciones en todo el mundo de fusiones y adquisiciones que han situado un nuevo récord histórico. En total, se han firmado acuerdos por valor de 4,35 billones de dólares en lo que va de año, según datos de Dealogic, superando a 2007, el punto más alto.
No en vano, a falta de tres semanas para acabar el año, se han sellado tres grandes fusiones valoradas en más de 100.000 millones de dólares: la compra de Allergan por Pfizer, la adquisición de SABMiller por AB InBev y la anunciada la semana pasada entre Dow y DuPont. Además, según los datos de la consultora británica, se han firmado una decena de acuerdos por más de 50.000 millones de dólares.
El top 10 de operaciones afecta a buena parte de sectores: industria química, alimentación, bebidas, petroleras, medios de comunicación, tecnología o farmacéuticas. En concreto, las empresas de salud y las de tecnología eran las que más dinero habían movido a cierre del tercer trimestre. Además, Goldman Sachs aparecía como el banco que había participado en más operaciones. Dealogic apuntaba que se espera que cierre el año con un montante total de 4,57 billones de dólares.
Las ventas de activos moverán el mercado
Muchas de estas operaciones cerradas durante este ejercicio en la industria mundial están pendientes de ser aprobadas por los reguladores de la Competencia. Por ello, es probable que algunas queden descartadas o provoquen desinversiones para poder congratularse con las autoridades.
Estas ventas de activos pueden, a su vez, motivar nuevas operaciones de compra de empresas de cara a 2016. Es el caso, por ejemplo, de la fusión de las cerveceras AB InBev y SABMiller. La primera ya anunció su intención de desprenderse de algunas marcas como Peroni, lo que según apuntaron distintos medios, ha levantado el interés por parte de rivales como Heineken. En la misma situación se puede ver la unión de Dow y DuPont, que será estudiada con mucho detenimiento por parte de las autoridades, especialmente las chinas.
La recta final del año se encara con un noviembre que también ha sido el mejor mes de la historia con un total de 606.000 millones de dólares, impulsada por acuerdos como el de Pfizer y Allergan, que es la segunda mayor fusión de la historia según Dealogic y la tercera según Bloomberg. Tres de los cinco meses con más ritmo de adquisiciones de la historia son de 2015.
Estas operaciones mantienen una serie de características comunes. Buena parte de los acuerdos buscan crear grupos más competitivos ante un contexto en el que los negocios principales flaquean, como en el caso de Dow y DuPont con la agricultura, o para centrarse en negocios emergentes, como EMC y Dell. También la caída de materias primas como el petróleo impulsó a Royal Dutch Sell a adquirir BG por 79.000 millones de dólares, la mayor operación del sector.
Un endeudamiento más barato
El rotativo económico Wall Street Journal evidenciaba a comienzos de mes que este boom de operaciones se había visto impulsado por un acceso más barato al endeudamiento, además de un intento de lograr una eficiencia mayor frente a un entorno global de crecimientos lentos.
Sin embargo, la mayor operación, la de Pfizer y Allergan, se produjo por una búsqueda de menores impuestos mediante el método conocido como inversion, en su denominación inglesa. Esta acción permitirá a Pfizer, si las autoridades de Competencia no lo frenan, mover su sede fiscal a Irlanda, con menor presión impositiva que EE UU.
A ellas se sumarían otras operaciones que también apuntaban a ser de las más importantes del año que fueron finalmente retiradas. Es el caso del intento de Monsanto de hacerse con Syngenta, por quien llegó a ofrecer 49.200 millones, o la de la farmacéutica Teva por Mylan, de 49.912 millones. Algunas empresas incluso han sido repetidoras, como es el caso de Allergan, que antes de ser adquirida por Pfizer, vendió su negocio de genéricos por más de 40.000 millones.
Además, según informaba Reuters la pasada semana, el 50% de las principales operaciones de fusiones y adquisiciones que se han realizado en EE UU, donde se firman la mitad de las fusiones y adquisiciones, vienen marcadas por la presión de los accionistas activistas. Estos inversores han adquirido posiciones más relevantes en las grandes corporaciones estadounidenses a través de las cuales han impulsado estos movimientos, así como los spin off o las divisiones que se han anunciado.
Algunos expertos analizaban este boom de los acuerdos de fusiones y adquisiciones pidiendo “cautela”, al considerar que la tipología de algunas de estas operaciones no permitirán que se mantenga el ritmo en el tiempo. Es el caso de los acuerdos que buscan reducir los impuestos, dado que las autoridades estadounidenses están buscando métodos para evitar este tipo de las operaciones.