Banco Santander evita que Basilea penalice su modelo de organización
Santander se ha anotado una importante victoria en Basilea, donde el comité internacional de banqueros centrales o Financial Stability Board (FSE) está elaborando las normas sobre absorción de potenciales pérdidas para las principales entidades financieras. El objetivo es que todas esas entidades dispongan de un colchón que, en caso de dificultades, permita su reestructuración sin necesidad de recurrir al dinero de los contribuyentes.
El último borrador de la normativa, al que ha tenido acceso CincoDías, suprime la diferencia de trato que se había implantado entre las entidades que operan a través de filiales, como Santander o HSBC, y las que funcionan de manera integrada. El texto permite ahora a los reguladores equiparar las exigencias de unos y otros, para evitar que se encarezca la gestión a través de filiales o subsidiarias.
El Banco Santander dirigido por Ana Patricia Botín siempre ha defendido que su estructura es más segura, porque permite aislar los potenciales riesgos. Pero los primeros borrradores de la nueva normativa amenazaban ese modelo al exigir que cada una de las unidades se dotase de su propio colchón de seguridad sin tomar en cuenta la existencia del resto de colchones del grupo.
“Si la suma de los requisitos mínimos [de las filiales] supera lo que se exigiría en caso de una sola entidad se podrá realizar un ajuste para eliminar la diferencia”, señala el último borrador. De este modo, Santander podrá gestionar sus colchones de seguridad con los mismos costes que si actuara como un grupo integrado con sucursales.
El FSB ofrece, además, cierta flexibilidad a la hora de calcular los requisitos mínimos para que se pueda tomar en cuenta los excesos de capital que haya en parte del grupo y deducirlos de la suma total.
Los cambios se han producido tras la reunión del Comité de Dirección del FSB del 17 de julio en Londres, en que se debatió la penalización que podrían sufrir las entidades que operan a través de filiales. “Hubo un consenso general sobre la necesidad de buscar una solución para garantizar la igualdad de condiciones [con el resto]”, señala el documento del FSB.
Fuentes financieras españolas indican que el borrador elaborado tras la cita de Londres, fechado el 24 de agosto, ya no sufrirá demasiadas variaciones. Y que la nueva redacción, favorable a Santander, se mantendrá con toda probabilidad en la versión final.
La victoria, sin embargo, no es definitiva, porque las exigencias sobre absorción de pérdidas dependerán de la evaluación que lleven a cabo en cada caso los colegios de supervisores, es decir, la autoridad del país de origen (España, en el caso del Santander) y las de los países donde opera.
Cambios pendientes con la Reserva Federal
Santander aún tiene pendiente en Estados Unidos una reorganización de su estructura con la que satisfacer las reclamaciones de la Reserva Federal. El grupo español suspendió este año el test al que el regulador somete a los bancos no por problemas de capital sino por aspectos cualitativos, por los que se ha visto obligada a mejorar puntos como la gestión de liquidez, la de riesgos, los planes de capital para cada negocio y también, a reorganizar la estructura del grupo en el país.
Hasta el momento, Santander había operado en Estados Unidos a través de cuatro grandes áreas: el banco comercial en Boston, la unidad de banca de consumo, la banca privada con sede en Miami y la banca mayorista en Nueva York. La Fed pretende que Santander simplifique su estructura y englobe toda su actividad en un holding.El regulador estadounidense y Santander acordaron a principios de julio las medidas que debía tomar la entidad española y que deberían estar listas en un plazo máximo de dos meses. Santander ya ha ido reorganizando su estructura y ha modificado el consejo de administración de su filial bancaria, con fichajes como el de al exdirector de Regulación de la Fed, Richard Spillenkothen.