El bono a 10 años roza otra vez el 2%: ¿qué está pasando?
La rentabilidad se dispara del 1,3% de mediados de marzo a rozar el 2% La escalada en Estados Unidos propulsa los intereses a largo plazo en Europa
¿Una oportunidad de compra o un cambio de tendencia? Mario Draghi, presidente del BCE, comenzó a ejecutar en marzo su programa masivo de adquisición de deuda, pública y privada, a un ritmo de 60.000 millones de euros hasta noviembre del próximo año. Meses antes, el mercado ya había descontado este programa antideflación, y los tipos de interés a corto y largo plazo se habían desplomado.
El bono español a 10 años llegó a marcar un mínimo en el 1,145% el pasado mes de marzo, cuando la semana pasada superó en una sesión el 2% y en la de hoy se acerca peligrosamente a ese nivel, máximos desde el pasado noviembre. El mismo movimiento se ha producido en el resto de la deuda europea, con mayor o menor intensidad, también en la que no está vinculada al programa del banco central europeo. El bono británico a una década ha pasado del 1,5% del pasado marzo a superar con claridad los dos puntos porcentuales.
El poder alemán
El interés del bund alemán, que llegó a marcar hace un par de semanas un mínimo histórico en el 0,07%, está hoy diez veces por encima de ese nivel y cotiza en el 0,72%, un máximo desde diciembre del año pasado que devuelve los temores a que se esté asistiendo a un cambio de tendencia por el repunte de la inflación, derivado en parte de las subidas del precio del petróleo y de la mejora de la economía en la zona euro, además de la proximidad de la primera subida de tipos de la Fed desde 2008, que el mercado espera para la segunda mitad de este año.
De la mano de la deuda soberana germana, todos los demás países europeos se ven arrastrados hoy por esta ola vendedora (el precio de los bonos se mueve de forma inversamente proporcional a su interés), la segunda en dos semanas, en el mercado secundario. El interés del bono español con vencimiento a una década sube hasta el 1,87%.
El hecho de que este repunte de la rentabilidad se dé de forma simultánea en todos los bonos europeos hace que la prima de riesgo, el diferencial entre el bono español a diez años y su homólogo alemán, se mantenga estable en los 115 puntos básicos. Algo por encima está el riesgo país de Italia, porque el interés de su deuda a diez años sube hoy hasta el 1,9%. También sube el interés del bono francés a diez años, que vuelve a superar el 1%. Por supuesto, Grecia se suma a este movimiento, que en su caso está más marcado por las dudas sobre la situación financiera del país. Su bono a diez años se dispara hasta acercarse al 11%.
Cuatro factores
Los expertos apuntan cuatro factores clave. Primero, una toma de beneficios después de la intensa revalorización de los activos de renta fija experimentada desde comienzos de año. Segundo, un cierto temor a que el BCE eche el freno en el programa de compra de activos tras comprobar que ha surtido efecto sobradamente. El tercer factor está en los tipos en Estados Unidos, que se han disparado en menos de dos semanas. El 10 años ofrece ahora cerca del 2,4%, cuando a mediados de marzo estaba por debajo del 2%. Y el cuarto son las tensiones en Grecia.
El previsible movimiento de subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, a partir del próximo mes de junio es el motor de esta escalada en los intereses al otro lado del Atlántico. Desde finales de 2008, la Fed ha mantenido los tipos de intervención a corto plazo entre el 0% y el 0,25%, y ahora Janet Yellen, su presidenta, anuncia reiteradamente que ha llegado el momento de subirlos.
Grecia y EE UU
En opinión de Javier Ferrer, director de renta fija de Ahorro Corporación, la incertidumbre por la difícil situación financiera de Grecia explica la renovada tensión que se aprecia hoy en la deuda soberana europea, si bien alude también a la creciente influencia del alza de rentabilidad del bono estadounidense a diez años.
“El treasury está influyendo con fuerza, hay mucha correlación entre sus movimientos y la deuda a largo plazo europea. El mercado ya empieza a descontar el alza de tipos en Estados Unidos”, explica. Así, si el rendimiento del treasury no alcanzaba el 2% a finales de abril, ahora se coloca en el 2,34%. “No sería de extrañar que el flujo de inversión estuviera acudiendo al bono estadounidense”, añade, lo que explicaría también la caída de precios de la deuda europea, a la inversa del alza de sus rentabilidades.
Ferrer no descarta aun así el regreso del bono español a rendimientos cercanos al 1%, pese a que hoy se encuentre de nuevo próximo al 2%. El compromiso del BCE de realizar compras por 60.000 millones de euros es garantía de presión a la baja sobre las rentabilidades de la deuda europea y el BCE encuentra una clara oportunidad de comprar más barato cuando los rendimientos han subido. “Veremos movimientos de ida y vuelta en el mercado de deuda con más frecuencia”, sostiene.
Un factor más que pesa en la presión que soporta este mes la deuda soberana es la mayor abundancia de emisiones. En el mes de abril, la oferta neta de papel –es decir, la diferencia entre las emisiones de los tesoros y lo que absorbía el BCE– fue negativa en 42.000 millones. En mayo en cambio será positiva en más de 45.000 millones, lo que explica que la mayor oferta presione a la baja sobre los precios, explica Javier González, de BNP Paribas.