Relájese: su vehículo se encarga de todo
Fabricantes como Audi, Mercedes, Nissan, Tesla o Volvo se encuentran en pleno desarrollo de sus modelos autopilotados.
La industria del motor se prepara para la que ya ha sido denominada como su mayor revolución desde que Henry Ford introdujera la producción en cadena. La tecnología ya es imprescindible en los automóviles que conducimos cada día, pero la integración entre ambos mundos será cada vez más intensa. Nunca en la historia del coche este se había disociado de unas manos y unos pies que lo hicieran funcionar. Pero ese día está cada vez más cerca.
Fabricantes como Audi, Volvo, Tesla, Nissan o Mercedes trabajan desde hace años en sus proyectos de automóviles autopilotados, y estos dos últimos ya han anunciado que pretenden poner a la venta modelos 100% autónomos para el año 2020. “El coche autopilotado es la cabeza más visible en esta revolución tecnológica del automóvil”, afirma Francisco Roger, socio responsable de automoción de KPMG. No será un proceso inmediato. De igual manera que han ido integrándose elementos como la ayuda al mantenimiento de carril, la velocidad de crucero o los sistemas de aparcamiento automático, se irán incorporando nuevas tecnologías hasta llegar a los automóviles capaces de conducirse por sí mismos. Lo que no significará la eliminación del conductor: “Hay que distinguir entre la conducción como hobby y dar soluciones de movilidad”, aclara Roger.
La primera seguirá existiendo, como han dejado claro los fabricantes. “Y lo segundo se dirige a personas que no tienen como su prioridad conducir, y prefieren aprovechar el tiempo del trayecto en otras cosas”, afirma Roger.
La autoridad del Gobierno de EE UU en materia de automóvil, la NHTSA, ha establecido cuatro grados de autonomía. En el cuarto se situarían los modelos que no requieren ningún tipo de interacción física con un ser humano, y según el presidente de Ford, Mark Fields, no llegarán al mercado hasta dentro de 15 años. En un tercer grado se situaría el prototipo de Google y de la mayoría de fabricantes, que sí contemplan la participación ocasional de un conductor, y cuya llegada al mercado parece más próxima. Nissan pretende poner a la venta en 2016 un vehículo capaz de conducir de manera autónoma en autopistas, mientras que Tesla querría hacerlo realidad este mismo verano. Mientras tanto, el prototipo de vehículo autopilotado de Audi recorrió en enero los 885 kilómetros que separan Silicon Valley de Las Vegas, y Volvo quiere hacer pruebas con potenciales clientes en 2017. Todas ellas pruebas, por el momento, en autopistas. “Está por ver cuándo podrán ser capaces de circular por núcleos urbanos con elementos más complejos como semáforos y peatones”, opina Francisco Roger.
La seguridad de los peatones no será el único obstáculo que se encontrarán los vehículos autopilotados. Como con cada gran avance tecnológico, queda por resolver una regulación específica y unas infraestructuras que se adapten a ellos. El consejero delegado de Nissan, Carlos Ghosn, afirmaba recientemente que “necesitamos asegurarnos de que los reguladores de los distintos países se sientan a gusto con estos coches”. En materia de infraestructura, el experto de KPMG cree que estos automóviles comenzarán circulando por carriles específicos, hasta llegar a las ciudades. En cualquier caso, la utopía de El Coche Fantástico es cada vez más real.
El papel de los gigantes tecnológicos en la revolución del sector del automóvil
La revolución tecnológica que atraviesa la industria del automóvil ha abierto las puertas de las grandes compañías especializadas en tecnología. Google y Apple han entrado con fuerza en el nuevo modelo hacia el que se encamina el sector, en el que internet y los sistemas de conducción autónoma irán convirtiéndose en indispensables. Ambas compañías desarrollan sus propios sistemas operativos para automóviles, y Google ya confirmó que trabaja en su primer automóvil de conducción autónoma. Apple aún no lo ha hecho oficial, pero el sector da por hecho que iniciará su propia aventura en las cuatro ruedas. “Los fabricantes clásicos de automóviles creen que Google y Apple aún están lejos para entrar de una manera potente en la industria”, afirma Francisco Roger, socio responsable de automoción de KPMG,“pero nosotros tenemos nuestras dudas. Por su potencial hay que tenerles en cuenta. Están especializados en grandes lanzamientos, y si la automoción va hacia coches súperconectados, ellos son los que más saben”. Roger apunta a alianzas entre tecnológicas y automovilísticas, sin descartar que las primeras puedan competir de igual a igual con sus propios modelos. Todo apunta a que Apple hará oficial, tarde o temprano, uno de sus proyectos más ambiciosos: un coche eléctrico y autónomo con todo el espíritu de sus productos. Según CNN, ya habría contratado especialistas en baterías y ejecutivos de otros empresas de automoción. Todo con el habitual secretismo de la compañía de la manzana.