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La desinflación es global (y el ciudadano de a pie se alegra).

Hoy finaliza la reunión del FOMC (Comité monetario de la Reserva Federal). Si recordamos, es la primera reunión tras la adopción de una nueva expresión de comunicación para orientar el posible camino de los tipos de interés.

Hasta diciembre “el mantra” era que mediaría un periodo de tiempo considerable entre la finalización de la compra de bonos (QE’s) y el momento de la primera subida de tipos. Con la última reunión del año y, asumido que las compras de bonos ya habían finalizado en octubre, se adoptó la expresión “seremos pacientes en la normalización de los tipos”. Si recordamos, también en la rueda de prensa posterior a la última reunión del pasado 17 de diciembre Yellen garantizó que en al menos las dos primeras reuniones del año no habría movimientos al alza.

Ahora, sin embargo la cuestión gira en si la inflación ha podido cambiar el curso y por tanto la propia Reserva Federal cuente con más margen para mantener vigente la actual política monetaria. Lo más probable es que el comité valore la situación como coyuntural, pero de algún modo, dé un apercibimiento sobre la posibilidad de que esta situación pueda tener más continuidad.

Hasta el momento la Reserva Federal había reconocido una cierta discrepancia entre las expectativas de inflación del mercado a la baja y las propias encuestas de los consumidores. A este respecto, la publicación de la confianza del consumidor (Universidad de Michigan) el viernes pasado, alcanzando niveles no vistos desde enero de 2004, venía acompañado de una fuerte caída de las expectativas de inflación a 5 años, en línea con el mercado. Ayer incluso conocíamos la misma estadística, esta vez elaborado por el Conference Board, con datos relativamente parecidos (aunque el máximo de confianza en éste estudio es de agosto del 2007).

Se suele hablar de la fortaleza del mercado laboral como elemento fundamental en ésta recuperación de la confianza. Si eso fuera así, dado que los términos de la actual "fortaleza" vienen de hace mucho tiempo, la confianza deberia haber repuntado mucho antes.

Sin embargo, a mi entender, ha sido la bajada del precio de los carburantes el elemento novedoso que puede haber hecho mejorar la confianza del consumidor. Pero cuidado, nos vienen diciendo que la caida de los precios (la tan temida deflación) es mala para la actividad económica (y por ello para la confianza del consumidor). Alguien se ha preguntado, en medio de toda este ataque a la caida de los precios, ¿que hay de bueno para una persona que ha visto bajar sus rentas o esta despedido, que le cueste más los bienes que necesita para vivir?

En cualquier caso también hay una creciente situación inquietante relacionada con la inversión. Los pedidos de bienes duraderos, quitados los componentes de defensa y transporte, completan 4 meses de caída tras el dato de diciembre, conocido ayer, y es posible que este recogiendo ya una situación de menores inversiones como consecuencia de la caída del precio del petróleo así como la fuerte apreciación del USD limitadora de la competencia de la industria del país.

Es muy probable que la Reserva Federal, al igual que su homóloga británica, finalmente tenga que retrasar la subida de tipos para el 2016.

Que se apuestan a que en un plazo relativamente breve, la probabilidad de un QE4 por la Reserva Federal empezará a ser mayor que la de una nueva subida de tipos de interés.

A los que les perjudica la desinflación, todavia continuan al mando.

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