Más Europa y una Europa más competitiva
Se acercan unas elecciones de mucha mayor importancia de lo que cree una gran parte de los ciudadanos europeos. Son unas elecciones cuyos resultados pueden contribuir a lograr una Unión Europea más cohesionada, competitiva y global y conseguir que se cree más empleo, crecimiento económico y progreso. No olvidemos que el Parlamento Europeo legisla sobre un amplio abanico de cuestiones con impacto directo en la competitividad de las empresas. Cuestiones que van desde la regulación del mercado interior europeo, que es el principal destino de las exportaciones españolas, hasta fijar objetivos de reducción de emisiones, asunto crucial para nuestra industria, pasando por la política comercial y de inversión.
Por este motivo, hemos elaborado un documento que, bajo el título Hacia una Unión Europea fuerte, competitiva y global, recopila las prioridades y propuestas de los empresarios españoles para la legislatura europea que salga de las elecciones que se celebrarán entre el 22 y el 25 de mayo (este día también en España).
Buscando una mayor competitividad de la economía, no solo española sino de la UE, y una voluntad de encontrar el entorno más favorable para que las empresas de nuestro continente puedan desarrollar su actividad, los empresarios españoles han estructurado sus propuestas en cinco ámbitos esenciales.
Por un lado, se trata de completar la unión económica y monetaria a través de la unión bancaria, económica y fiscal, porque culminar una unión bancaria ayudaría a acabar con la fragmentación financiera y conseguiría reactivar el flujo de crédito hacia las empresas. Además, impulsaría la confianza de los inversores, reforzaría las posibilidades de crecimiento económico y las del empleo. Para la unión fiscal, los empresarios entendemos que hay que llevar a la práctica y al cumplimiento las nuevas normas de gobernanza relativas a la supervisión presupuestaria por parte de los Estados miembros. Para la Unión Económica deben aplicarse reformas estructurales que permitan a los mercados la suficiente flexibilidad.
La unión bancaria ayudaría a acabar con la fragmentación financiera y reactivaría el crédito
El segundo eje fundamental es el de la competitividad, considerada en general pero referida, en concreto, a campos como la industria, la energía, el clima, la innovación, el desarrollo, la investigación, el transporte o las infraestructuras. Como tercer pilar básico, los empresarios pedimos a las instituciones europeas la asunción de un compromiso a favor de un mercado interior europeo cohesionado y eficiente, lo que requiere pasar del enfoque excesivamente legislativo que existe ahora en Europa a otro cimentado en el refuerzo de los mecanismos que controlaran el cumplimiento de las normas vigentes en los Estados miembros, basándose en la autorregulación y legislando donde sea necesario y de manera sencilla y más ágil.
Además, resulta urgente e imprescindible apostar por una política europea renovada y revitalizada en materia social y de empleo, con la que generar un entorno favorable al mantenimiento y a la creación del mismo, sobre todo el juvenil, por medio de la reducción de la presión fiscal sobre el trabajo, la flexibilidad interna y la moderación salarial. Hay que tener en cuenta que la zona euro cuenta con una tasa de paro del 12% –el 10,7% si nos referimos a la UE– y que en España llega hasta el 25,8%. Por tanto, repito, la máxima prioridad es crear empleo de manera sostenida en el tiempo y lograr entornos de confianza y de seguridad jurídica en los que empresas y trabajadores puedan adaptarse con agilidad al cambio. Dentro de este capítulo, consideramos necesario poner en práctica el Pacto para el Crecimiento y el Empleo, que fue adoptado por el Consejo Europeo en el mes de junio del año 2012, con el objetivo de relanzar el crecimiento económico, la competitividad, la inversión y el empleo.
Hay que hablar de una política comercial que esté al servicio de una Europa competitiva a escala global
Por último, hay que hablar de una política comercial que esté al servicio de una Europa competitiva a escala global. En este sentido, los empresarios consideramos que debería aprovecharse todo el potencial de la política comercial y de inversión de la UE, basándose, como hasta ahora, en el principio de reciprocidad y beneficio mutuo. Los empresarios consideramos que la apertura comercial y la inversión estimulan tanto la eficiencia como la innovación y el empleo. ¿Un ejemplo?: si las actuales negociaciones se cerraran hoy, el PIB de la UE aumentaría un 2,2 % y se generarían más de dos millones de nuevos puestos de trabajo. Además, se debe reforzar el papel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y lograr un acuerdo transatlántico sobre comercio e inversión entre la UE y EE UU, ambicioso, completo y equilibrado para ambas partes.
Con estas propuestas, los empresarios españoles ofrecemos nuestra colaboración para revitalizar la UE, para que siga siendo la potencia que, en 2010, pocos años después de la aparición de la crisis económica, representó el 25,8% del PIB mundial. Por delante del de Estados Unidos, que fue del 22,9%, y muy por encima de Japón, 8,7%, o Brasil, 3,3%. Por eso, para que continúe y, aun, mejore su posición como una de las regiones más prósperas y estables del mundo y atraiga inversión y cree empleo, los empresarios aportamos nuestras ideas, compromisos y propuestas.
En resumen, nuestra posición es: más Europa y una Europa más competitiva.
José Vicente González es Vicepresidente de CEOE y Presidente de la Comisión de la UE de esta Confederación