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Columna
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Candidato para un bonus del 0%

Incluso los reguladores reciben bonificaciones. Martin Wheatley recibió una recompensa de 86.000 libras el año pasado. El consejero delegado de la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido podría ganar algo de prestigio necesario si preventivamente renunciara a su próxima paga.

Wheatley está bajo el fuego de la industria aseguradora e incluso de George Osborne, ministro de Economía, por el fallido anuncio de la FCA sobre una investigación de antiguas pólizas de seguros la semana pasada. El regulador informó a un periódico sobre el asunto antes de anunciarlo oficialmente. El informe posterior causó una confusión en el mercado que duró más de seis horas hasta que hubo un comunicado de prensa oficial de la FCA.

El daño al mercado fue grave. Algunos inversores vendieron a precios posiblemente distorsionados. Pero Wheatley no parece haber sido el instigador de la defectuosa estrategia de comunicación. También se movió con rapidez para poner en marcha una investigación independiente sobre la debacle. Con las pruebas actuales, no habría mejor servicio a la FCA que la penitencia de Wheatley con su trabajo.

Sin embargo, una señal de sacrificio sería una forma inteligente de demostrar responsabilidad. Wheatley no podrá obtener su bonus completo este año a raíz del asunto, y los ejecutivos son conscientes de que, en tales circunstancias, lo mejor que puede hacer es rechazar voluntariamente cualquier pago programado. Stephen Hester, del Royal Bank of Scotland, fue el maestro de la estrategia, renunciando a una recompensa de un millón de libras en 2012.

Si Wheatley optara por un donut –el argot para un bonus del 0 %– cuidadosamente anunciado, también podría mostrar a la gente que recibe un pago por su trabajo, al igual que los dirigentes de las empresas que regula. Los titulares podrían servir como recordatorio de lo mucho menos interesantes que son las recompensas para los reguladores comparadas con las de los regulados.

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