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Más zonas francas = más empleo en España

La Asociación Nacional de Zonas de Comercio Extranjero en EE.UU. (National Association of Foreign-Trade Zones) fomenta y administra las zonas francas estadounidenses. Las zonas francas permiten a empresas de cualquier país introducir bienes sin pagar aranceles y evitando prácticamente todos los trámites aduaneros en un territorio reducido normalmente situado en o muy cerca de un puerto. La empresa puede entonces almacenar, procesar, fabricar o exportar dichos bienes. Se ahorra los aranceles de importación, la gran mayoría de trámites aduaneros, se beneficia de la infraestructura de transporte (puertos, ferrocarril, aeropuertos, vías fluviales) de la zona franca o cercana a ella y de las economías de escala derivadas de colaborar con otras empresas ubicadas en la misma.

Por ejemplo, una empresa española que exporta productos médicos a América Latina puede almacenarlos en una zona franca en EEUU (aunque a efectos de aranceles y aduaneros no es territorio de EE.UU) y durante dicho tiempo completar la elaboración del medicamento con un producto que obtiene en EE.UU. Las multinacionales y PYMES españolas pueden aprovechar más las zonas francas en EE.UU. para incrementar más nuestras exportaciones a EE.UU y al resto de América del norte, central y del sur. El aumento de competitividad de nuestras empresas ya consiguió que en 2012 aumentáramos nuestras exportaciones a un ritmo superior al 10% a todos los continentes, diversificando así sectorial como regionalmente. Los productos finales también pueden acabar exportándose a EEUU para su consumo final. Todo ello refuerza nuestros vínculos económicos con EE.UU., dónde España ya ocupa el noveno lugar en el ránking de stock de inversión directa extranjera, superando a Italia, Australia y Méjico. Desde 2003 empresas españolas han emprendido 429 proyectos de inversión en EE.UU.

El lector preguntará con razón qué beneficio directo aportan las zonas francas en EE.UU. a los desempleados en España. Aumentan la competitividad, beneficios y know-how de nuestras empresas, facilitando que amplíen sus operaciones y contraten a personas en paro en España. Se argumentará que mayores beneficios empresariales no se traducen automáticamente en mayor contratación, circunstancia sobre la cual también he escrito y critico porque la subcontratación no genera mayor productividad, especialmente en el sector servicios.

Por consiguiente, debemos animar a todas las administraciones públicas españolas a crear más zonas francas en España. En EE.UU. las zonas francas fueron creadas originalmente por Roosevelt durante la Gran Depresión. Se reactivaron recientemente. Hay 250 zonas francas situadas en los 50 estados de EE.UU y Puerto Rico. Para entender por qué más zonas francas en España generarían más empleo debo describir primero su éxito en EE.UU. En 2009, el presidente Obama fijó el objetivo de que las exportaciones se doblaran en cinco años. Las exportaciones que proceden de las zonas francas cumplieron dicho objetivo en 2012, mientras que las del resto de EE.UU. no lo lograrán al ritmo actual. El porcentaje de las exportaciones de las zonas francas sobre el total de exportaciones de EE.UU. se dobló en una década, aumentó un 28% entre 2011 y 2012 y asciende a $69.000 millones. Las zonas francas son utilizadas por 3200 empresas y dan empleo a 370.000 personas.

Las elecciones al Congreso de noviembre han paralizado la actividad legislativa en Washington. Obama no ha conseguido que los Republicanos negocien en materia de inmigración o reforma tributaria. Tanto Demócratas como Republicanos se atrincheran en sus bases porque el control del Senado (actualmente Demócrata) está en juego. El Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión (ACTI) es víctima de dicha polarización. La mayoría republicana en la Cámara de Representantes no otorgará al presidente la autoridad necesaria (fast-track) para negociar dicho acuerdo con la UE y los Demócratas temen la ira de los sindicatos, para quienes libre comercio inevitablemente equivale a deslocalización de empleos.

Por todo ello, nadie en EE.UU. se opone a las zonas francas. Generan empleo (en las zonas y en las empresas que las utilizan) e ingresos vía aranceles si los productos se acaban exportando a EE.UU o vía exportaciones si su destino final es otro. En 2012, el 76% de la actividad exportadora de las zonas francas tuvo su origen en operaciones de producción/manufactura, procediendo el resto de almacenaje y distribución. El valor de las mercancías introducidas en las zonas francas de EE.UU. en 2012 fue de $732.000 millones. Las utilizan, entre muchas otras, destacadas multinacionales como Astra-Zeneca, BMW, Hugo Boss, Honda, IKEA, LG, Michelin, Samsung, Sony y Toyota.

España ya cuenta con muchos de los requisitos necesarios para el éxito de una zona franca: infraestructuras de transporte modernas, múltiples puertos, tejido industrial, pertenencia a un mercado común (UE) y una fuerza de trabajo de alta cualificación. Existen actualmente cinco zonas francas en España: Barcelona, Cádiz, Vigo, Santa Cruz y Las Palmas. El número de empresas que emplean las zonas francas en EE.UU. aumentó un 25% y los empleados en dichas zonas un 15% entre 2010 a 2012. Un esfuerzo parecido de promoción de zonas francas generaría más inversión hacia España y un incremento del empleo y de nuestras exportaciones. Las zonas francas, en el contexto de la globalización y con empresas con cadenas de producción mundiales, son una receta casi mágica para fomentar la actividad económica y crear empleo.

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