"La única palanca para acelerar el crecimiento es depreciar el euro"
Tras su fundación en Londres por dos españoles en 2007, Ebury Partners no deja de aprovechar la liberalización de los servicios de pago para extenderse por toda la Unión Europea. En España aterrizó hace dos años y medio, presentándose como una plataforma de servicios financieros alternativa a la banca que apoya a las empresas que deciden dar el salto al comercio exterior.
Especializada en cambio de divisas y cobros y pagos internacionales, da una sofisticada cobertura a las operaciones empresariales que, por estar ligadas a las variaciones del tipo de cambio de las divisas, siempre conllevan un riesgo.
Pregunta. ¿Qué se puede esperar del euro ahora que se habla de recuperación económica?
Respuesta. Esperamos que la recuperación económica en la eurozona continúe siendo decepcionante, mientras que al otro lado del Atlántico se aprecia cierta aceleración en el crecimiento. Esperamos que la combinación de ambos factores amplíe el diferencial de tipos entre los Estados Unidos y la eurozona, y presionará a la baja al euro a largo plazo, desde los 1,35 dólares actuales hasta el entorno de los 1,14 dólares en 2014.
P. Actualmente, ¿qué factores influyen más en los precios de las divisas?
R. Los mercados están pendientes sobre todo de las decisiones de las autoridades monetarias. Principalmente, la fecha de comienzo y la velocidad de la retirada de estímulos monetarios en Estados Unidos, y las perspectivas de estímulos adicionales del Banco Central Europeo (BCE).
P. ¿Cree que el BCE está actuando para frenar la fortaleza del euro, que llegó a superar los 1,38 dólares?
R. En una palabra, sí, aunque no lo admitan en público, quizás para no enfadar al contingente ‘duro’ de alemanes y otros norte-europeos en el Consejo. Descartada por motivos políticos una expansión de la demanda en el norte de Europa, y con los tipos ya en mínimos, la única palanca para acelerar el crecimiento en la periferia es una depreciación del euro.
P. ¿Está de acuerdo con los que defienden que existe una ‘guerra de divisas’ aunque no declarada?
R. No. Al menos, ninguna que implique al dólar. Ni al Gobierno de los Estdos Unidos ni a la Reserva Federal (Fed) les preocupa mucho la cotización del dólar, que políticamente pasa casi completamente desapercibida en los Estados Unidos.
P. ¿Con qué divisas conviene más operar en euros en estos momentos?
R. Las divisas con mejores perspectivas de apreciación a medio plazo frente al euro son el dólar, la libra esterlina, y la corona sueca, por este orden.
P. ¿Cómo manejáis el riesgo al que se enfrenta una compañía que hace negocios con otras divisas?
r. Un gestor de cuentas estudia las operaciones del cliente y analiza su exposición al mercado de divisas. Hacemos operaciones al contado, en las que el cliente tiene que hacer un pago o recibe un cobro inminente y nos pide el tipo de cambio. También ofrecemos seguros de cambio a una fecha determinada y seguros de cambio abiertos.
R. ¿Cómo funcionan los seguros de cobertura?
R. Un seguro de cambio es un compromiso por el cual el cliente y, en nuestro caso, Ebury Partners, se obligan a intercambiar una cantidad de divisa a un precio fijado a una fecha futura. A los importadores les permite ser más eficientes en sus compras, y a los exportadores, mantener los márgenes en sus ventas y reducir en la medida de lo posible el impacto en su cuenta de resultados.
P. ¿Y cómo marcáis la diferencia con la competencia?
R. Somos reactivos y proactivos, y eso es un valor añadido. En el momento en que una empresa trabaja con nosotros, se le asigna un trader que, aparte de resolver cualquier necesidad, tiene línea directa con el cliente para informarle de todo lo que pueda afectar a una operación que le interese. Esto lo valoran mucho porque en cierta manera les ayudas a hacer su trabajo y a decidir.
P. ¿Qué tipo de empresas compone vuestra cartera de clientes?
R. Por tamaño, desde microempresas hasta empresas muy grandes, incluso alguna cotizada. Trabajamos con todos los sectores, sobre todo los que salen fuera de manera más recurrente, como el sector constructor, de ingeniería y agroalimentario. Igualmente, empresas textiles que tienen que importar de China o India.
P. Ante la pérdida de competitividad de las exportaciones, ¿las empresas se arriesgan o son más conservadoras?
R. Impera la necesidad de cada empresa, que suele tener una idea clara de la divisa a la que está expuesta. Esto conlleva que al final se cubran con tiempo para minimizar riesgos.
P. ¿Cuáles son vuestras previsiones de futuro?
R. Contamos con más de 1.000 clientes en Europa, 200 de ellos en España. En 2016 esperamos alcanzar los 5.000 clientes y una cifra de negocio de 2.300 millones de euros.