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Columna
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Un paso hacia la recuperación

El fin de la depresión económica de los últimos dos años en España puede estar cerca. Tras una minúscula caída del 0,1% del PIB en el segundo trimestre, todo apunta a que llegará un período de estancamiento, suponiendo que no haya problemas. Desafortunadamente, el crecimiento rápido y sostenible sigue siendo una perspectiva lejana.

Las relativamente buenas cifras de PIB encajan con otros datos recientes. La tasa de desempleo cayó por primera vez en dos años en el segundo trimestre –a pesar de que sigue estando en el 26,3%. Aunque los trabajos estacionales por el turismo explican la mayor parte de la mejora, los datos empujarán al alza el PIB.

Los brotes verdes podrían ser aplastados fácilmente. La política es uno de los riesgos. Aunque los principales partidos tienen pocos desacuerdos sustanciales en materia fiscal, el escándalo de corrupción que ensucia al gobierno de Mariano Rajoy podría provocar un problema de confianza. Los déficits pueden aumentar fácilmente por el lento crecimiento los recortes del gobierno. Mientras tanto, las exportaciones, en las que España ha depositado sus esperanzas, siguen siendo sensibles a la debilidad económica en otros lugares.

Para que el crecimiento de España sea sostenible, las cifras de exportación tienen que ser todavía más fuertes

¿Qué se necesita para que haya un crecimiento sostenible a largo plazo? En primer lugar, unas exportaciones aún más fuertes, algo poco probable a menos que haya un crecimiento más rápido en el resto de la zona euro. En segundo lugar, las pequeñas y medianas empresas con problemas de liquidez deben tener un mejor acceso al crédito. Tras el colapso de las entidades financieras locales, la financiación externa podría ayudar. Alemania ha hecho un esfuerzo simbólico. El BCE podría ayudar al aliviar aún más las condiciones del crédito. En tercero, y más importante, el desempleo prolongado de España tiene que ser tratado, principalmente a través de nuevas reformas del mercado de trabajo. Sin una creación de empleo significativa, la recuperación será débil y de corta duración.

Mientras la economía española parece estar sanando lentamente, el estancamiento es una perspectiva más realista que la recuperación. Sin embargo, tras una caída del PIB del 3% en los últimos dos años, el crecimiento cero no suena tan mal.

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