Schoellhorn (Airbus Defence): “En el cuarto trimestre sabremos si la fusión con Thales y Leonardo puede funcionar”
El consejero delegado de la compañía, que cuenta con una importante presencia industrial en España, defiende la concentración para aunar esfuerzos y ganar escala en el campo satelital para competir con Starlink


La industria de la defensa y espacial europea está ante un reto mayúsculo: dotar, en un margen de tiempo razonable, a los países europeos de los medios militares necesarios para dejar de depender de EE UU, un histórico aliado que ha dejado de serlo desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Tanto el sector como los políticos europeos son conscientes de que una de las principales carencias militares de Europa son los satélites, algo en lo que EE UU domina con los satélites Starlink, del excéntrico magnate Elon Musk. “Si queremos construir una nueva generación de satélites de órbita terrestre baja y tener una constelación de este tipo, lo que tenemos que evitar es que haya tres empresas haciendo la misma inversión en esfuerzo y dinero tres veces. Es mucho lo que hay que invertir y luego habría que repartirse el mercado, con lo que nunca se lograría escala”, explica Michael Schoellhorn, consejero delegado de Airbus Defence and Space, en una entrevista con CincoDías en Madrid.
Schoellhorn pronuncia estas palabras después de que Airbus, la francesa Thales y la italiana Leonardo iniciaran conversaciones para una posible fusión de sus negocios de satélites el año pasado. “Pensamos que en algunas cuestiones importantes del espacio, [una fusión] es la única respuesta posible (...) ya vemos lo importante que se ha vuelto Starlink para que Ucrania sobreviva y no quiero que Europa dependa de Starlink en caso de que lo necesitemos. Esa es la motivación: una necesidad de capacidad financiera y de escalabilidad”, añade el directivo, quien ante la pregunta de cuándo habría noticias al respecto de una posible fusión, es claro: “No puedo dar fechas detalladas porque no solo depende de nosotros, también depende de los agentes reguladores, pero creo que en el cuarto trimestre de este año posiblemente tendremos una visión sólida sobre si [esta fusión con Leonardo y Thales] funcionará o no”.

La capacidad industrial europea
Cortar el cordón umbilical con EE UU en el ámbito de la defensa llevará en el mejor de los casos entre cinco y seis años, según opina el eurodiputado encargado del informe anual de defensa 2024, Nicolás Pascual de la Parte, un documento que el Parlamento Europeo votó el miércoles. “Creo que tenemos mucha más capacidad [industrial] de lo que la gente suele pensar porque venimos de un largo declive. Aquí, en Getafe, por ejemplo, podemos duplicar el ritmo actual de fabricación de una forma relativamente sencilla en el programa Eurofighter. Como la capacidad ya estaba instalada y habíamos producido en el pasado a ritmos más altos, sólo tenemos que restablecerla. Por supuesto, hace falta un poco de tiempo para prepararlo, formar al personal, poner en marcha el material y la cadena de suministro, pero podemos hacer mucho más de lo que se nos pedía en años anteriores”, afirma Schoellhorn.
Este directivo dirige la empresa con mayor presencia industrial en el ámbito de la defensa en España. Airbus Defence and Space tiene seis plantas en el país repartidas en Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía, donde da trabajo a 11.700 personas. Su actividad industrial en el país está centrada en el diseño, ensamblaje y el soporte de aviones de transporte militar (el A400M y el C295), aviones de reabastecimiento en vuelo (el A330 MRTT), helicópteros y drones —en Getafe está la línea de montaje final del SIRTAP, un sistema aéreo táctico avanzado de altas prestaciones, del que se está terminando de hacer el primer prototipo—, así como el ensamblaje de partes del caza Eurofighter.
Alemania, Francia y España lideran actualmente el FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate, por sus siglas en inglés), a través de Airbus, Dassault e Indra, del cual se dijo en un principio que estaría listo para 2040. Dentro del FCAS se encuentra el NGF, el futuro caza de combate de sexta generación, así como un enjambre de drones no tripulados. “Siendo realistas, si analizamos la situación actual, es probable que tardemos ese tiempo en conseguir un caza tripulado de sexta generación, porque tecnológicamente es un gran paso adelante. Así que no veo muchas posibilidades de adelantarlo. Los estadounidenses han anunciado ahora el suyo, pero también en una fase relativamente temprana del proceso, así que ya veremos cuándo llega. Lo que necesitamos para adelantarnos es el componente no tripulado y la conexión en red. Nuestras fuerzas aéreas no pueden esperar hasta 2040 para tener eso. Necesitamos desarrollar sistemas no tripulados a una velocidad mucho mayor en nuevas formas de desarrollo. Y creo que eso es posible”, indica Schoellhorn.
En el campo de la aviación militar, Europa tampoco está unida, ya que Italia, Japón y Reino Unido han decidido lanzar su propio programa, denominado GCAP. Respecto a la posibilidad de unir ambos proyectos en uno solo, el CEO Airbus Defence and Space cree que “todo es posible si hay voluntad política y, por supuesto, voluntad industrial”. Para Schoellhorn lo correcto hubiese sido que ambos proyectos fueran uno solo desde el principio. “Estábamos en la alianza Eurofighter con Italia y Reino Unido, lo más natural habría sido continuar. Digamos que por el Brexit, Reino Unido estaba un poco a la deriva en una dirección diferente, mientras Alemania, Francia y España se unieron para hacer un avión de combate de sexta generación. Ahora que ya han pasado algunos años, ¿sería posible converger? Cuanto más tiempo pase, las posibilidades se reducen”, se muestra escéptico Schoellhorn.
Sin embargo, el directivo añade: “¿Deberían estos dos programas [el FCAS y el GCAP] usar las mismas armas, tal vez idealmente los mismos motores a reacción? ¿Deberían ser interoperables? ¿Deberían utilizar los mismos medios de comunicación? ¿Y tal vez deberían utilizar el mismo conjunto de sistemas no tripulados? Ojalá”.
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