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Tribuna
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La cuarta revisión del sistema financiero

Y llegó lo anunciado y lo largamente esperado para que realmente, en esta ocasión, después de tres movimientos, este cuarto "plan de reforma del sistema financiero español (SFE)", sea verdaderamente creíble para los mercados y para el Banco Central Europeo, que pide al gobierno un plan completo para el saneamiento del sector y no un mero movimiento caso por caso como fueron los anteriores.

Pero que nos dice este plan de reforma del sector bancario. Por un lado, las nuevas provisiones que deberá realizar la banca se centrará en activos que hasta ahora se consideraban no problemáticos y como tales, solo se provisionaban con un 7%, pero ahora este porcentaje se eleva hasta un 40% en el caso del suelo y de los préstamos sin garantía real, siendo el 20% para el caso de la promoción en curso, y en un 11% en la promoción terminada. Este proceso exigirá provisiones adicionales por unos 30.000 millones de euros. Lo importante es que se refuerza el conjunto de las provisiones, las cuales cubrirán un 45% de los activos ligados al sector promotor. Estos saneamientos se unen a los 54.000 millones de euros ya realizados tras la aprobación del real decreto-ley de reforma financiera de febrero, por lo que el saneamiento total realizado se situará cerca de los 84.000 millones de euros.

Además a partir de ahora, se deberá provisionar los créditos para la compra de suelo al 52%, las promociones en curso al 29% y la promoción terminada al 14%. Una vez acometidos estos saneamientos, la banca disfrutará de una cobertura del 45% en su cartera de crédito para la promoción inmobiliaria. Algo importante, como es la celeridad para aplicar las medidas, pues los bancos cuentan con un mes, hasta el 11 de junio, para comunicar al Banco de España cómo piensan acometer estos saneamientos. El Ministerio de Economía y Competitividad, da por supuesto que no todas las entidades podrán afrontar estos requerimientos sin que sufran un deterioro en sus recursos propios o en sus ratios de capital.

La pregunta que rápidamente se plante es ¿que puede suceder si los bancos se encuentran sin recursos para hacer frente a estas medidas? El real decreto-ley aprobado contempla que en caso de que una entidad necesitase aportaciones de capital, el Estado por medio del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), podría realizarlo mediante la compra de acciones o a través de la compra de títulos convertibles, aunque "prioritariamente" se optará por esta segunda. Importante, este tipo de inyección de fondos no supone la concesión de ayudas públicas, es decir, no suponen para el ministro Luis de Guindos, según explicó un coste para el contribuyente, pues el Estado prestará el dinero a un tipo del 10%, muy superior al que se financia el Tesoro al mismo plazo, por lo que cuando sea devuelto las arcas públicas habrán hecho un buen negocio. Los bancos tendrán cinco años para devolver todo el dinero público. El Gobierno ha decidido también, para dar una imagen de mayor transparencia hacia los mercados, encargar a dos tasadores independientes una valoración de toda la cartera inmobiliaria que tiene en su balance la banca española.

En definitiva, se trata de una segunda fase de la reforma financiera emprendida en febrero de 2012 y el objetivo final es claro: que los balances de los bancos estén más saneados y protegidos ante el riesgo promotor, para que puedan dedicarse a su actividad principal como intermediarios financieros: captar ahorro y conceder créditos a familias (consumo) y empresas (inversión). No olvidemos, que los bancos tienen asignado un papel central dentro de las instituciones que conforman el sistema financiero, por ello su alta participación e influencia en la actividad económica de los países. Como se esta comprobando, si la buena salud de los bancos se resiente, la función que realizan como intermediarios financieros igualmente lo hace, con lo cual, todo el funcionamiento de la economía se frena, y esto es precisamente lo que acontece desde el estallido de la crisis financiera de la subprime en EE UU (agosto de 2007). Pero además, otro daño les esta dañando ampliamente su credibilidad. Se trata, de la preocupante y amplia pérdida de "confianza" en el sector, que es tan importante como urgente restablecerla, pues sin ella, la función de intermediación que desempeñan se ve notablemente afectada y con ello, la creación de riqueza y bienestar para los ciudadanos.

Ramón Casilda Béjar. Economista y experto bancario

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