Pero... ¿cuál es mi caja?
La proliferación de fusiones en el sector bancario, especialmente en cajas de ahorros, está siendo un auténtico quebradero de cabeza para el cliente final. Marcas que surgen y desaparecen, como Banco Base (donde participaban en su día Caja Mediterráneo y Cajastur); marcas que mutan, como Banco Mare Nostrum (de Cajamurcia), que tras una demanda por un tema de marcas se ha quedado en grupo BMN; oficinas que cierran tras una fusión; grupos de sociedades matrices y filiales bancarias, difíciles de entender para el ahorrador, como Bankia, propiedad de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), participado a su vez por Caja Madrid, Bancaja... La confusión llega al punto de que hay transferencias que se extravían porque el empleado de turno desconoce el nombre de la entidad emisora.