La banca y los nuevos criterios de rating de S&P
El sector financiero mundial se encuentra en una encrucijada como consecuencia de la crisis sin precedentes que hemos vivido en los últimos cuatro años. A la vez que intenta reinventarse, el sector se enfrenta a importantes cambios que van a afectar a la futura calidad crediticia de los bancos. Es demasiado pronto para predecir cómo estas tendencias van a terminar, pero pensamos que nuestros nuevos criterios de rating para la banca han creado un marco global y consistente que servirá para evaluar cómo estos cambios podrán probablemente afectar a la calidad crediticia de los bancos.
La primera tendencia dentro del sector financiero es el cambio potencial en el equilibrio de poder de la banca mundial entre las entidades europeas y de EE UU, por un lado, y las de los grandes países emergentes de Asia y América Latina, por otro.
La segunda tendencia es la incertidumbre regulatoria que afecta a la banca. El riesgo de que existan consecuencias no deseadas es elevado. Se podría llegar a un escenario en el que se dé una disminución de los ingresos de la banca tradicional regulada, un crecimiento de los volúmenes de banca en la sombra y un aumento de la desintermediación.
La tercera tendencia es el cambio en la naturaleza del apoyo de los Gobiernos a los bancos y sus posibles consecuencias. La intervención conjunta de Gobiernos y bancos centrales de todo el mundo ha logrado con éxito generar un periodo transitorio de estabilidad para muchos de los sistemas bancarios de la eurozona y EE UU. Pero como se ha comprobado en los últimos tres meses, se trata de una situación aún frágil.
Aunque los Gobiernos están buscando ahora formas de reducir el riesgo contingente para el sector bancario, pensamos que continuarán apoyando a los bancos hasta que estos sean lo suficientemente fuertes y no necesiten más ayudas.
En este contexto, nuestros nuevos criterios para analizar los ratings de los bancos pretenden proporcionar mayor transparencia y consistencia para reflejar mejor este mercado cambiante. Estos criterios están basados en nuestra larga experiencia en el análisis de instituciones financieras e incorporan lo que hemos aprendido acerca de cómo bancos, inversores y Gobiernos han respondido ante la crisis.
Para el desarrollo de los mismos hemos consultado con más de 10.000 usuarios de ratings que nos han expresado la necesidad de una mayor transparencia. Nuestros nuevos criterios dan la posibilidad a los inversores y otros participantes en el mercado de conocer cómo las diferentes partes del análisis forman el rating.
Los nuevos criterios ponen un mayor énfasis en el país en el que el banco opera, a través de una versión actualizada de nuestra metodología Bicra (Banking Industry Country Risk Assesment) que valora las fortalezas y debilidades de los diferentes sectores bancarios. Este análisis representa un punto de partida consistente para nuestros ratings.
Este punto de partida se ajusta hacia arriba o abajo en la escala de rating dependiendo de nuestra evaluación de las fortalezas y debilidades específicas de cada entidad financiera: posición de negocio, capital y rentabilidad, posición de riesgo y, por último, financiación y liquidez. Después, se evalúa el potencial apoyo del Gobierno o de la matriz en el caso de filiales. Y tras los ajustes analíticos finales y la votación en comité, obtenemos el rating del emisor. Nuestros nuevos criterios nos van a permitir separar claramente el perfil de crédito de una entidad por sí misma (stand-alone) del impacto que el apoyo público tiene en nuestras calificaciones.
Todavía existen muchas incertidumbres relacionadas con los sistemas bancarios. A pesar del importante proceso de desapalancamiento en EE UU y Europea en los últimos dos años, pensamos que el nivel de capital es como mucho un elemento neutral e incluso un factor negativo en los ratings. Al mismo tiempo, la posición de financiación y liquidez se ha reforzado desde 2007, pero es aún pronto para decir si representa un cambio estructural. Nuestros nuevos criterios reconocen que algunos bancos son más sensibles a cambios en la confianza debido sobre todo a su dependencia en el mercado mayorista a corto plazo,.
En conclusión, las perspectivas para el sector bancario mundial se han visto ensombrecidas por el posible cambio en el equilibrio de poder entre los bancos, la aparición de un sector bancario en la sombra y la posibilidad de una relación diferente entre bancos y Gobiernos. Nuestros nuevos criterios nos permitirán ofrecer opiniones que reflejen el impacto de estos importantes cambios sistémicos en el sector bancario.
Jesús Martínez. Director general de Ratings de Instituciones Financieras de Standard & Poor's