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Columna
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Un juego de ofertas por BP

BP tiene todos los síntomas de una empresa blanco de ofertas de compra: un descuento en el precio de la acción, un retroceso estratégico y una gestión debilitada. Casi un año después del derrame en el golfo de México la empresa sigue cojeando en su frente occidental: la mayorista petrolera de Reino Unido se ha atascado en Rusia, por lo que ha quedado expuesta de nuevo.

Un tribunal de arbitraje dictaminó que la alianza propuesta para la perforación de BP y el gigante petrolero Rosneft violó los términos de su empresa conjunta rusa TNK-BP. Cualquier solución para esta disputa será compleja y posiblemente cara, si supone comprar a sus socios con dinero en efectivo o incluso con capital de BP. Que BP hubiera podido discutir con TNK-BP -la pareja rompió en 2008- es bastante negativo. Pero es especialmente serio que el consejero delegado, Bob Dudley, lo utilice para dirigir la empresa. Y peor aún, BP está hablando de intercambiar el 5% de su capital por una participación en Rosneft, incluso si TNK-BP tiene éxito en el bloqueo de la alianza para las perforaciones. Está poco justificada la emisión de acciones a un grupo estatal ruso sin beneficios tangibles.

Shell, mucho más cauto, no haría una oferta hostil. La estrategia de BP es "recortar para crecer". El ahorro de costes gracias a su acuerdo con Mobil en 1998 era aproximadamente el 10% de los gastos operativos combinados. Sobre esa base, el ahorro que se conseguiría con la unión Exxon-BP sería de 12.000 millones de dólares al año. Aunque tal vez 10.000 millones sería más realista. Sin embargo, el acuerdo todavía parece complicado. Los reguladores antimonopolio probablemente obligarían Exxon y BP a vender productos refinados y actividades de marketing a EE UU. El fiasco de Macondo sigue dando dolores de cabeza, y aún no se ha encontrado una solución para Rusia. Y luego están los desafíos políticos en un asalto a la primera petrolera británica. Si Exxon mueve ficha, Shell podría entrar como caballero salvador.

Por Fiona Maharg-Bravo y Christophers Swann

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